Cómo Maduro busca utilizar el despliegue de buques de EE.UU. para reforzar su base en Venezuela

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RIO DE JANEIRO.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convirtió el anuncio del desplazamiento de una flota naval de Estados Unidos hacia aguas del Caribe en combustible político para reforzar su base de apoyo en un momento en que Venezuela enfrenta una nueva crisis económica e institucional.

El gobierno chavista, que ya había denunciado la maniobra como una “agresión imperial”, movilizó tropas, lanzó campañas de alistamiento militar y adoptó una retórica nacionalista para proyectar unidad frente a una supuesta amenaza externa. En la noche del viernes, el buque lanzamisiles norteamericano USS Lake Erie ingresó al Canal de Panamá proveniente del Océano Pacífico.

“No hay forma de que entren en Venezuela”, declaró Maduro el jueves, durante un acto con militares, después de que Washington confirmara el envío de tres destructores, tres buques anfibios, un crucero, un submarino nuclear y alrededor de 4500 infantes de marina para supuestas operaciones antidroga en la región. “Después de 20 días continuos de amenazas y guerra psicológica, estamos más fuertes que ayer. Ni sanciones, ni bloqueos, ni acoso [podrán con Venezuela]”, agregó el líder chavista.

En los últimos días, el gobierno chavista organizó dos jornadas nacionales de alistamiento, reforzando la presencia de la Milicia Bolivariana, un brazo militar integrado por civiles con una fuerte carga ideológica.

Según Maduro, son 4,5 millones de milicianos listos para defender el país, aunque los especialistas cuestionan esas cifras. En tono patriótico, el presidente venezolano ha reiterado que la defensa de la soberanía es “una obligación histórica”, mientras los medios estatales convocan a voluntarios bajo lemas como “la patria no se vende”.

En el mismo discurso, Maduro celebró la coordinación en materia de seguridad con Colombia, después de que el presidente Gustavo Petro ordenara la militarización de la región del Catatumbo, en la frontera, con 25.000 soldados. También intensificó las acciones diplomáticas: el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, envió una carta al secretario general António Guterres solicitando que presione a Washington para “poner fin de una vez por todas a sus acciones hostiles”.

Esta imagen de archivo difundida por la Presidencia de Venezuela el 28 de agosto de 2025 muestra al presidente venezolano Nicolás Maduro con el ministro de Defensa Vladimir Padrino LópezZURIMAR CAMPOS – Venezuelan Presidency

El tono beligerante del Palacio de Miraflores resuena en otras figuras del régimen.

“El extranjero que entre ilegalmente en Venezuela no saldrá jamás”, advirtió Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, que aprobó un acuerdo de apoyo al gobierno frente a cualquier intervención.

Diosdado Cabello, número dos del chavismo, ironizó sobre las expectativas de la oposición en el exilio:

¿Cuántas veces la derecha nacional e internacional dijo que habíamos caído? Y después nadie pide disculpas. Quien todavía crea en los llamados de la oposición, de los radicales, a esta altura, debería ser condecorado con la Medalla al Mérito de Idiota”.

En las calles de Caracas, la amenaza militar divide opiniones. Hay quienes ven en la narrativa chavista solo una cortina de humo para mantener la movilización interna, y quienes desean que “algo suceda”. La cadena estatal francesa France24 conversó con venezolanos en la capital en los últimos días.

“Eso es un invento del gobierno para hablar de golpe”, dijo Mirna, una vecina del municipio venezolano de Chacao.

En cambio, José Hernández, más desconfiado, prefirió prevenirse: “Compré comida, velas, porque uno no sabe”.

Otros muestran inquietud ante posibles medidas del gobierno.

Un hombre con una foto de Maduro, listo para inscribirse en la milicia civil, en Caracas, Venezuela, el viernes 29 de agosto de 2025Ariana Cubillos – AP

“No sabemos si pueden declarar el estado de excepción”, afirmó Judith León, de 71 años.

Muchos evitan identificarse por miedo al Sebin, el servicio de inteligencia de Venezuela.

“El miedo es que digas algo, se viralice y ellos vengan tras ti”, comentó un vendedor anónimo.

Mientras algunos apuestan por la normalidad —“Aquí no va a pasar nada, solo hay que trabajar”, aseguró José Bastidas—, otros desean una intervención.

“Me gustaría que fuera verdad, mira cómo está este país”, confesó un albañil en Petare, Caracas.

Personas se alistan en la Milicia Nacional Bolivariana, en Caracas, Venezuela, el 29 de agosto de 2025[e]MARCOS SALGADO – XinHua

Pero, para la mayoría, la prioridad sigue siendo sobrevivir a la crisis económica. “Comprás hoy, mañana es otro precio”, lamentó Ana Rivas.

Al otro lado del mar, el desplazamiento norteamericano continúa sin señales de retroceso.

La operación fue autorizada por una directiva secreta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para reforzar la lucha contra el narcotráfico, después de que el Departamento del Tesoro incluyera al llamado Cártel de los Soles en la lista de organizaciones terroristas y acusara a Nicolás Maduro de liderarlo, elevando a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente.

El buque de guerra de la Marina de EE. UU. USS Lake Erie (CG 70) atraca en el Puerto de Balboa en Ciudad de Panamá el 28 de agosto de 2025MARTIN BERNETTI – AFP

Según las autoridades, la misión incluye tres destructores —USS Jason Dunham, USS Gravely y USS Sampson—, además del crucero USS Lake Erie, del submarino nuclear USS Newport News y del Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato Iwo Jima, con un buque de asalto rápido, dos de transporte y 2200 infantes de marina de la 22° Unidad Expedicionaria de Marines. En total, son alrededor de 4500 militares, que operarán en el Caribe bajo el comando del Mando Sur de Estados Unidos (Southcom, en inglés).

Inicialmente, se esperaba que el USS Jason Dunham arribara a Curazao, a solo 60 kilómetros de la costa venezolana, pero la visita fue cancelada, informó el gobierno de la isla el martes. Aun así, la flota sigue en movimiento. Datos de rastreo marítimo indicaban que el USS Fort Lauderdale, uno de los buques anfibios, se encontraba cerca de las Bahamas la noche del miércoles. Por su parte, el USS Lake Erie apagó su sistema de identificación automática el jueves antes de cruzar el Canal de Panamá rumbo al Atlántico.

El buque de guerra de la Marina de EE. UU. USS Lake Erie (CG 70) atraca en el Puerto de Balboa en Ciudad de Panamá el 29 de agosto de 2025MAURICIO VALENZUELA – AFP

La falta de claridad sobre los próximos pasos alimenta especulaciones. Oficialmente, Washington no ha detallado qué ejercicios u operaciones realizará en el Caribe. Sin embargo, los analistas consideran improbable una invasión inmediata.

“El objetivo es aumentar la presión y forzar a Maduro a negociar”, evaluó Phil Gunson, del Crisis Group, en declaraciones a la agencia de noticias AFP.

Mientras tanto, el gobierno venezolano apuesta al discurso de la resistencia.

“Aquí está la fuerza que [Hugo] Chávez sembró”, proclamó Maduro, en cadena nacional, frente a soldados que empuñaban escudos con el lema: “Dudar es traición”.

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