Dramática situación en las zonas en jaque por las inundaciones

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Las últimas lluvias, que dejaron en amplias regiones agrícolas registros que en muchos casos superaron los 100 milímetros, consolidaron un buen escenario hídrico para el tramo final de la campaña de trigo y sumaron humedad clave de cara al inicio de la siembra de maíz. Sin embargo, en los sectores que ya venían con excesos, anegamientos e inundaciones, como el centro oeste bonaerense, los acumulados profundizaron la preocupación de los productores y dirigentes rurales, que aseguraron que ya se evalúan cambios en los planes de siembra. Prevén retrasos en la implantación.

Hasta ayer, según los datos de la firma La Bragadense Los Toldos encabezó los registros con 148 mm, seguido por Chivilcoy con 123 mm, Comodoro Py y Bragado con 120 mm, y General Arenales con 120 mm. En otras localidades también hubo acumulados significativos: O’Brien, 114 mm; 25 de Mayo y Suipacha 100 mm, Vedia 95 mm, 9 de Julio 86 mm y Saladillo 84 mm.

Se agravaron las inundaciones en el centro oeste bonaerense

En diálogo con LA NACION, Pablo Mercuri, especialista del INTA, detalló que el mapa del evento de los últimos días indica que las áreas con más de 100 mm de lluvia se concentraron en el norte de la provincia de Buenos Aires, especialmente en el nordeste, y en el sur de Santa Fe, afectando principalmente a la zona centro-este de la región núcleo.

“Las áreas que van a estar afectadas con agua son sectores bajos, de media loma y, en general, salvo algunas zonas deprimidas, son de rápida recuperación en cuanto vengan días mejores y sin lluvias significativas”, afirmó.

En cuanto a los partidos que ya estaban afectados en el centro oeste de la provincia de Buenos Aires, Mercuri indicó que “ahí van a quedar secuelas, aunque no se registraron acumulados tan altos”. Sin embargo, se espera que la recuperación sea más lenta en estas áreas.

Campos y caminos anegados en 9 de Julio

Por otro lado, en otros sectores del oeste de la provincia de Buenos Aires, Córdoba y el oeste de la zona núcleo, “las lluvias han sido beneficiosas para sostener y recuperar los niveles de almacenamiento de agua en el suelo”, necesarios para los rebrotes de pasturas y las siembras de maíz temprano.

Mercuri destacó la importancia del agua para los cultivos de la campaña de fina, trigo y cebada, en crecimiento. “Los trigos que están en crecimiento también van a requerir agua en la próxima semana, por lo que disponer de buenas reservas de agua en el suelo es muy beneficioso”, destacó.

En Bolívar, el presidente de la Sociedad Rural local, José Gabriel Erreca, explicó que en la zona cayó en promedio entre 60 y 80 mm en algunos lugares, lo que “agravó la situación” que ya venían sufriendo.

El dirigente advirtió que este escenario se da en un momento clave: “A 20 o 25 días del comienzo de la siembra de la gruesa, complica el planteo y va a atrasar todo”. También remarcó la dificultad adicional que generan los caminos rurales: “Si hace diez días estaban complicados, con esto aún más”.

Aun así, señaló algunos factores positivos en el corto plazo: las mayores horas de luz, el alargamiento de los días y la presencia de viento, que ayudan a escurrir parte del agua acumulada, aunque “secar es imposible”. Enfatizó que no hay margen para trabajos estructurales y que lo único que queda es esperar: “En algunos campos se orea un poco más, pero las calles siguen siendo canales. El panorama es complejo”.

Se agravaron las inundaciones en el centro oeste bonaerense
Se agravaron las inundaciones en el centro oeste bonaerense

El presidente de la Sociedad Rural de 25 de Mayo, Darío Sabini, detalló que en apenas un día y medio se acumularon entre 90 y 110 milímetros en un partido que ya estaba con un alto grado de anegamiento. Advirtió que la siembra de girasol y maíz temprano, prevista para el 20 de septiembre, “queda seriamente en riesgo”, y que la ganadería también está comprometida por la falta de superficie para aprovechar los verdeos de invierno y la napa alta que afecta el desarrollo del campo natural.

Según explicó, el acumulado anual en la zona ya se ubica entre 900 y 1100 mm, un nivel que condiciona cualquier planificación. Explicó que la situación de los productores es “complicada en alto grado” en la zona sur del partido, donde se redujo en gran medida la superficie con cultivos de invierno. “También están los caminos complicados por el alto nivel de agua en las cunetas; el ingreso de agua a la zona sur y este del partido es grave”, resaltó.

En Carlos Casares, el dirigente rural Mario Raymundo recordó que entre septiembre de 2024 y agosto de 2025 se registraron 1500 milímetros, frente a una media histórica de 900. En ese contexto, aseguró que la siembra de maíz, que debería comenzar a mediados de septiembre, no podrá realizarse, lo mismo que la de girasol y soja de octubre. Estimó que recién en noviembre podrían empezar a implantarse los cultivos, con la consecuencia inevitable de menores rendimientos por el acortamiento del ciclo.

Hay fuerte preocupación en 9 de Julio por la situación en los campos

Raymundo también describió un fuerte impacto en la lechería. Señaló que un tambo en el sur del partido, con 1000 vacas, se vio obligado a mudarse y otro tuvo que vender vacas. “Las distintas actividades están seriamente comprometidas: la ganadería con falta de pasto, la agricultura con retrasos y los productores con enormes dificultades para moverse dentro del partido”, expresó.

En 9 de julio, el director de la Sociedad Rural local, Nicolás Capriroli, subrayó que la situación se agravó con las últimas lluvias. “El agravante son 100 mm más: en algunos lados 50, en otros 110. Es mucha cantidad de agua. Pensar que durante tres años no teníamos lluvias abundantes y ahora todas son de 50, 60, 100 mm. Estamos en una suma de milímetros de entre 1200 y 1500, depende la zona del partido”.

El dirigente advirtió que esos valores superan largamente el promedio anual de 900 mm, a los que todavía falta sumar las precipitaciones de primavera, que podrían agregar otros 400 o 450 mm. “Sería aún más catastrófico”, alertó.

Según explicó, un informe satelital del INTA del 19 de julio pasado ya mostraba un 40% del partido afectado por anegamientos, aunque en la práctica el impacto sería mucho mayor. “La superficie afectada es prácticamente el doble de eso. No quiero exagerar, pero tal vez el 80% del partido de 9 de Julio está comprometido”, afirmó.

En este escenario, Capriroli detalló que la superficie de trigo se redujo y parte de lo sembrado se perdió por encharcamiento. Los cultivos de invierno que aún resisten, como trigo, cebada o avena, “están en buen estado, pero en un exceso hídrico en el sistema radicular no es favorable”.

De cara a la campaña gruesa, la incertidumbre domina los planteos. “Estamos en plena tarea de preparar los campos para la siembra gruesa, que debería arrancar a partir del 15 de septiembre con los maíces, y luego girasol y soja. Pero con el 80% de la superficie afectada no sabemos cuántas hectáreas vamos a poder sembrar”, señaló. Capriroli agregó que el impacto trasciende lo productivo “Todo esto golpea duro desde lo socioeconómico a la comunidad y a la región”, apuntó.

En este marco, según se informó desde la Sociedad Rural de 9 de Julio, integrantes de esa entidad, INTA 9 de Julio, el Círculo de Ingenieros Agrónomos, la Regional Aapresid 9 de Julio-Carlos Casares y Funuesa se refirieron a la situación en la zona. “Las entidades, tanto Sociedad Rural como técnicas, concordaron que se resiente la producción de todo el partido, se está generando un estrés financiero, preocupación por la economía local y un fuerte reclamo para que tanto Nación como provincia, sin dejar de lado al Municipio intervengan con ayuda de máquinas viales. Advirtieron que la cadena productiva se resentirá”, indicaron.