LA PAZ.- Rodrigo Paz Pereira se convirtió el domingo a la noche en la gran revelación de las elecciones presidenciales de Bolivia. El senador centrista pasó de acumular menos del 10% de intención de voto en las encuestas a ubicarse en el primer lugar en esta primera vuelta electoral y buscará seguir el camino de su padre e instaurarse en el Palacio Quemado junto al Partido Demócrata Cristiano (PDC).
Su relación con la política viene construyéndose desde su niñez. Nacido en Santiago de Compostela, España, Paz es hijo de la española Carmen Pereira y del expresidente boliviano Jaime Paz Zamora (1989-1993). Los primeros años de su vida los pasó en distintos países, ya que sus padres fueron forzados al exilio en la época de las dictaduras militares en Bolivia de 1964 a 1982.
“Yo tenía tres años cuando salí exiliado de Bolivia. He vivido en más de 10 países, he conocido más de 10 colegios, he visto la muerte de cerca”, contó el senador en un video publicado en sus redes sociales.
Su padre fue el único sobreviviente de un catastrófico accidente aéreo ocurrido en 1980 durante la dictadura de Luis García Meza que le dejó quemaduras en su cuerpo y su rostro. “He visto a mis padres entrar a la cárcel, ser torturados. Cuando tenía 13 años estaba en un taxi y escuché en la radio que se había caído el avión donde iba mi padre y decían que todos habían muerto. Él sobrevivió y siguió luchando junto a mi madre y junto a muchos otros hombres y mujeres para que Bolivia pudiera construir su democracia”, relató Paz.
Paz, de 57 años, es economista y licenciado en Relaciones Internacionales, y realizó una maestría en Gestión Política en la American University, en Estados Unidos. Siguiendo su linaje político, Paz inició su carrera en 2002 cuando llegó al Congreso por el departamento de Tarija. Entre 2010 y 2020 regresó a la ciudad para convertirse en concejal y luego en alcalde, puesto que ganó con un 55% de los votos.
Actualmente es senador nacional por la alianza Comunidad Ciudadana de centroderecha y se postuló a la presidencia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), alineado con la socialdemocracia europea.
El legislador hizo una campaña modesta, recorriendo a pie mercados y ferias públicas. La atención estuvo más puesta en su candidato a vicepresidente, el expolicía Edman Lara, quien ganó notoriedad en las redes sociales por sus denuncias sobre la corrupción en esa fuerza, de la que fue desvinculado el año pasado tras denuncias de supuestas “faltas graves”.
Cuando inició el proceso electoral no fue incluido en los debates entre los principales candidatos, por lo que sus partidarios llevaron una pancarta en la que daban a conocer que Paz también era postulante a la presidencia.
Sin embargo, Paz fue creciendo en las preferencias del electorado con su promesa de “barrer la corrupción” y evitar recurrir al Fondo Monetario Internacional para sacar a Bolivia de la peor crisis económica de las últimas cuatro décadas.
“No voy a pedir plata al Fondo Monetario Internacional. En Bolivia si no roban, alcanza”, dijo recientemente a la radio Erbol y acusó al gobierno del presidente Luis Arce de rendirse ante la escasez de combustibles.
Las encuestas lo mantenían en las últimas semanas en la sombra, aunque en las últimas había experimentado un leve crecimiento que lo ubicaba en el tercer lugar con menos del 10% de intención de voto.
“Bolivia necesita estabilidad, necesita gobernabilidad, pero necesita acabar con el ´Estado tranca´para que el Estado trabaje para nosotros y nosotros para el Estado, acabar con la injusticia, la corrupción», dijo Paz este domingo tras sufragar en la sureña Tarija.
Entre sus propuestas, Paz, quien se comprometió a dialogar “con todos los sectores”, plantea una “agenda 50/50”, que incluye redistribuir el poder, reformar la justicia y desconcentrar el Estado. Entre otros aspectos, y coincidente con el programa de Gobierno de su opositor en el balotaje de octubre, Jorge Tuto Quiroga, plantea el cierre o congelamiento de empresas públicas deficitarias.
Con esta estrategia de gobierno, Paz buscar la redistribución fiscal en un 50% del presupuesto del estado para el nivel central y el otro 50% para los gobiernos subnacionales y las universidades.
“Bolivia no es de propietarios, no es de poderosos, no es de políticos. La Bolivia es tuya, la que tú decides, la que tú necesitas”, dijo el candidato durante una publicidad de campaña difundida en redes sociales. “Hay que darle la oportunidad de que Bolivia sea de los bolivianos y no de unos cuantos”.
Paz Pereira, que se declara como “apasionado por mi tierra, el fútbol, la comida nacional y la familia”, además, propone lo que ha denominado como “capitalismo popular” o “platita [dinero] para todos”, un programa que consiste en dar créditos accesibles a jóvenes emprendedores además de facilidades tributarias para impulsar la economía formal con el apoyo del empresariado privado y eliminar las barreras de importación a productos que Bolivia no fabrique.
“Vienen tiempos mejores. Bajar aranceles, bajar impuestos, harto crédito, platita para todos”, afirmó en un mitin en junio. “Capitalismo para todos, no para unos cuantos”.
“Es un batacazo… un Rodrigazo. Había un voto popular descontento que no quería al partido gobernante, el Movimiento Al Socialismo, y Rodrigo ha sabido canalizar ese voto”, dijo el analista Carlos Saavedra.
Agencia AP y diario El País