MOSCÚ.- Las autoridades rusas anunciaron el miércoles que restringirían “parcialmente” las llamadas a través de las aplicaciones de mensajes Telegram y WhatsApp, la medida más reciente en un esfuerzo por endurecer el control sobre internet.
Roskomnadzor, el organismo del gobierno de Vladimir Putin que regula los medios e internet, emitió un comunicado en el que justificó la medida como necesaria para combatir el crimen y afirmó que “según las agencias de seguridad y numerosos llamados de ciudadanos, las aplicaciones de mensajes extranjeras Telegram y WhatsApp se convirtieron en los principales servicios de voz utilizados para engañar y extorsionar, y para involucrar a ciudadanos rusos en actividades de sabotaje y terrorismo”.
El organismo regulador también alegó que “las repetidas solicitudes para tomar contramedidas fueron ignoradas por los propietarios de las aplicaciones”. Moscú pretende que las aplicaciones de mensajería proporcionen acceso a los datos a solicitud de las fuerzas del orden, no solo para investigaciones de fraude, sino también para investigar actividades que Rusia considera terroristas.
El Ministerio de Desarrollo Digital y Comunicaciones dijo que el acceso a las llamadas a través de WhatsApp y Telegram podría restablecerse si las plataformas “cumplen con la legislación rusa”. Aclaró que las restricciones parciales, anunciadas por Roskomnadzor, se aplicaban solo a las llamadas de audio.
Un vocero de WhatsApp respondió con un comunicado en el que afirmó que la aplicación “desafía los intentos del gobierno de violar el derecho de las personas a una comunicación segura, lo cual es el motivo por el que Rusia está tratando de bloquearla para más de 100 millones de personas rusas”. “Seguiremos haciendo todo lo posible para que la comunicación cifrada de extremo a extremo esté disponible para las personas en todas partes, incluso en Rusia”, agregó.
Por su parte, Telegram indicó que sus moderadores estaban utilizando herramientas de inteligencia artificial (IA) para monitorear las partes públicas de la plataforma para eliminar millones de mensajes maliciosos todos los días. “Telegram combate activamente el uso nocivo de su plataforma, incluidos los llamamientos al sabotaje o la violencia y el fraude”, indicó en un comunicado.
Desde hace mucho tiempo, las autoridades rusas emprendieron un esfuerzo deliberado y multifacético para controlar internet. A lo largo de los años, adoptaron leyes restrictivas y prohibieron sitios web y plataformas que no cumplan con sus normas. Las tecnologías se perfeccionaron para monitorear y manipular el tráfico en línea.
Aunque aún es posible eludir las restricciones mediante servicios de red privada virtual (VPN, por sus siglas en inglés), estos también son bloqueados rutinariamente.
Las autoridades restringieron aún más el acceso a internet este verano con apagones generalizados de conexiones de internet móvil. Insistieron en que la medida era necesaria para frustrar los ataques con drones ucranianos, pero los expertos argumentaron que era otro paso para endurecer el control de internet.
El Ministerio de Desarrollo Digital y Comunicaciones de Rusia dijo este mes que, junto con los proveedores de internet, trabajaba en una “lista blanca” de sitios web y servicios esenciales a los que los usuarios podrían acceder durante los apagones.
En Crimea, que Moscú anexó ilegalmente de manos de Ucrania en 2014, las autoridades designadas por Rusia dijeron el miércoles que los apagones de internet móvil podrían durar indefinidamente.
El mes pasado, el gobierno adoptó una ley que castiga a los usuarios por buscar contenido que consideran ilícito y amenazó con tomar medidas contra WhatsApp, una de las plataformas más populares del país, mientras lanzan una nueva aplicación de mensajería “nacional” que se espera sea fuertemente monitoreada.
A principios de esta semana aparecieron en los medios rusos informes de que las llamadas por WhatsApp y Telegram estaban siendo interrumpidas. Los usuarios se quejaban de que las llamadas no se realizaban o que no podían escucharse entre sí.
Según Mediascope, el servicio de monitoreo de medios rusos, WhatsApp fue en julio la plataforma más popular en Rusia, con más de 96 millones de usuarios mensuales. Telegram, con más de 89 millones de usuarios, quedó en un cercano segundo lugar.
Ambas plataformas han tenido enfrentamientos con las autoridades rusas en el pasado. El Kremlin intentó bloquear Telegram entre 2018 y 2020, pero fracasó. Tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022, el gobierno bloqueó las principales redes sociales como Facebook e Instagram, y declaró ilegal a Meta, su empresa matriz, que también posee WhatsApp, calificándola como extremista.
En julio, el legislador Anton Gorelkin dijo que WhatsApp “debería prepararse para salir del mercado ruso”, y que MAX, una nueva aplicación de mensajería “nacional” desarrollada por la empresa rusa de redes sociales VK, ocuparía su lugar.
MAX, promovida como una solución integral de mensajería, servicios gubernamentales en línea, realización de pagos y más, fue lanzado para pruebas beta, pero no logró atraer a un público amplio. Hasta julio, se habían registrado más de dos millones de personas, informó la agencia de noticias Tass.
En sus términos y condiciones, se establece que la aplicación compartirá datos de usuarios con las autoridades si éstas lo solicitan, y una nueva ley estipula que todos los teléfonos inteligentes que se vendan en Rusia deben tenerla preinstalada. Se instó activamente a las instituciones estatales, funcionarios y empresas a que trasladen sus comunicaciones y blogs a MAX.
Agencias AP, AFP y Reuters
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