Los salarios registrados se movieron en junio al ritmo de la inflación, ya que crecieron 1,6%, el mismo aumento que tuvieron los precios en ese mes. En el acumulado del año, en tanto, se incrementaron 14,6%, apenas por debajo del 15,1% que arrojó el IPC para ese período.
El dato fue publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que también indicó que en la variación interanual los sueldos de los trabajadores formales le ganaron a la inflación, ya que aumentaron 46%, frente una suba de precios de 39,4%.
Como ya sucedió en mayo, el índice general de salarios tuvo un alza aún mayor en junio (3%), pero hay que tener en cuenta que en ese promedio se incluye a los trabajadores que están en la informalidad, cuyos ingresos tuvieron un alza de 8,9%, según un dato que, por la metodología utilizada, tiene cinco meses de rezago.
En su informe, el Indec sintetizó: “En junio de 2025, el índice de salarios se incrementó 3% mensual y 60,7% interanual. El indicador acumula una suba de 20,7% con respecto a diciembre de 2024. El crecimiento mensual se debe a subas de 1,7% en el sector privado registrado, 1,3% en el sector público y 8,9% en el sector privado no registrado“.
La economista Florencia Iragui, de la consultora LCG, comentó que, pese a que en su totalidad los salarios subieron en línea con la inflación en junio, continuó la disparidad que caracteriza al índice desde hace varios meses. “Mientras los asalariados privados prácticamente empardaron a la inflación, ganándole un 0,1%, los asalariados públicos perdieron un 0,3% real mensual”, analizó.
Ahora bien, no todos los asalariados públicos se encontraron en esta situación: la diferencia entre públicos nacionales y provinciales se acentúa cada vez más. “Los públicos nacionales crecieron un 1,1% mensual, es decir, que perdieron 0,5% contra la inflación, mientras que los provinciales prácticamente la igualaron variando un 1,5% mensual”, señaló Iragui.
Si bien para la especialista los protagonistas volvieron a ser los asalariados informales con una variación positiva real del 7,2% mensual, recordó lo ya mencionado sobre su rezago de cinco meses y, además, enfatizó que “se trata de un sector que fue muy golpeado en los momentos de mayor inflación debido a menores derechos laborales”.
Si se pone la lupa solo en los salarios del sector privado formal, se puede ver que crecieron 1,7% nominal, lo que, debido a la baja inflación de junio, implicó un crecimiento de 0,1% en términos reales. El economista Mateo Borenstein, de la consultora Empiria, opinó que, tuvieron una desaceleración respecto de mayo, puesto que en ese mes la suba real fue de 0,5%.
Para julio, Borenstein estimó que, dada la aceleración inflacionaria –pasó de 1,6% a 1,9%–, es probable que los salarios reales caigan en el margen. “Los salarios públicos cayeron 0,3% en términos reales”, agregó.
Al analizar la variación interanual de los salarios registrados, se puede ver que tanto los privados como los públicos tuvieron avances por encima de la inflación. En este sentido, el economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), precisó: “Si se considera la variación interanual real de los salarios, se aprecia una suba del sector público (5,7%) y suba del sector privado registrado (4,3%)”.
Además, Argañaraz analizó lo ocurrido en el primer semestre del año, donde se ve que aún no se ha recuperado el poder adquisitivo de 2023. “Si se considera la variación real parcial de los salarios en los primeros seis meses de 2025, se aprecia una suba del sector público del 6,7% (caída de 18,6% respecto de 2023) y una del sector privado registrado del 10,0% (caída de 2,3% respecto de 2023)”, detalló el especialista.
Según Argañaraz, de mantenerse estos niveles reales durante el resto del año, los salarios privados registrados anuales podrían finalizar 2025 con un crecimiento real del 4,9% y los públicos con uno del 4,1%.
En cuanto a la variación interanual, el economista Patricio Canalis, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), destacó que la suba general de 61% muestra ventaja ante una inflación que en igual período fue de 39%; pero señaló que hay que tener en cuenta que no todos se movieron igual. “Dentro del IPC, los servicios (luz, gas, educación privada, medicina prepaga y alquileres) aumentaron 64%, superando tanto a la inflación como a los salarios”, remarcó.
Por eso, continuó Canalis, el impacto no es igual para todos. “Una familia con empleo formal y alto consumo de servicios —como suele ocurrir en ciudad de Buenos Aires o en sectores de ingresos medios y altos— puede sentir que su poder adquisitivo no mejora, e incluso se deteriora, a pesar del promedio general favorable“, concluyó el economista.
El economista Julián Orue, de la fundación Libertad y Progreso, extrajo otras dos conclusiones de los datos publicados por el Indec este miércoles: “Primero, que el fuerte incremento del salario en el sector privado no registrado –aun considerando su rezago y estimación basada en la última EPH– anticipa una mejora en los indicadores de pobreza. Segundo, que el mayor ajuste de salarios se está haciendo en el sector público. En particular en la administración nacional, que desde noviembre de 2023 acumula un ajuste del 32%“.