Las exportaciones argentinas de poroto de soja podrían alcanzar este año los 11 millones de toneladas a todos los destinos, un nivel histórico para este producto, según especialistas del mercado. Destacaron, además del tradicional interés de China por el grano, sus compras, aunque pocas por ahora, de harina de la oleaginosa. El gigante asiático le compra al país por unos US$2800 millones.
En junio pasado, Reuters informó sobre el envío a ese mercado de unas 30.000 toneladas de harina de soja por parte de Bunge, un hecho inédito luego de la apertura del mercado para ese subproducto en 2019. Ahora en el mercado dijeron que China concretó compras de entre tres y cinco barcos.
Los datos parten de un análisis de Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, quien señaló que la tensión comercial con Estados Unidos y el objetivo chino de diversificar proveedores impulsan un escenario inédito para la agroindustria nacional.
Vale recordar, no obstante, que en las últimas horas Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, extendió por 90 días la suspensión de aranceles para China, lo que podría reconfigurar el escenario.
Como se mencionó, en las últimas semanas China hizo operativa la importación de harina de soja argentina en una jugada, según los expertos, que buscó reducir su dependencia de EE.UU. y fortalecer vínculos con socios como los Brics.
De la campaña 2024/25 el 45% de la producción argentina de soja ya tiene precio fijado y la cola de buques para cargar soja supera el millón de toneladas, cuando lo habitual para esta fecha es 400.000. Se siente así la demanda china por el grano.
En este marco, Romano señaló que, en paralelo, el trigo argentino transita una campaña con condiciones óptimas, mientras que el maíz avanza lentamente en la trilla.
Ayer, tras un posteo de Trump donde sugirió que Estados Unidos estaría cerca de alcanzar algún tipo de acuerdo para que China compre soja estadounidense, la cotización en Chicago subió en promedio 8 dólares por tonelada, mientras que en el mercado local (A3) no se registraron cambios. La lógica detrás de un eventual acuerdo es que un alza en Chicago reduzca las primas de exportación sudamericanas y, en consecuencia, el precio interno no se modifique de forma significativa.
Para Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro Exportador de Cereales (Ciara-CEC), la ausencia de Estados Unidos en el mercado chino abrió una ventana inédita para la Argentina. “Estamos registrando más embarques de soja que en otros años y, por primera vez en la historia, exportamos harina de soja a China, lo que confirma que busca proveedores para reemplazar a EE.UU.”, señaló.
Actualmente, hay más de 8 millones de toneladas de poroto registradas para exportar, cuando el promedio anual no supera las 5 millones, y 15,2 millones de toneladas de harina de soja con destino global, de acuerdo con los datos de Ciara-CEC. Contó que hacia China, ya partió un barco con harina y otro está por salir.
“Es un comienzo muy positivo: China nunca compró harina de soja a EE.UU., por lo que el potencial es enorme. En poroto, su demanda ronda los 35 millones de toneladas, que en su mayoría cubrirá Brasil”, explicó. El 90% de los embarques argentinos de soja se dirige a China, por un valor estimado de 2800 millones de dólares.