La excanciller Diana Mondino reapareció en público y dejó una importante definición

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A sala llena, una de las figuras que sorprendió en el XXXIII Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), que se desarrolla en La Rural con la organización de Expoagro, fue la excanciller Diana Mondino. La exfuncionaria del gobierno de Javier Milei fue convocada para disertar sobre el nuevo mapa del agro global, con foco en lo que sucede entre Brasil y la Argentina. Fue crítica con las políticas medioambientales impuestas desde el exterior sin considerar las particularidades locales de cada uno de los países.

La excanciller, quien no admitió preguntas de la prensa a la salida, compartió escenario con Fernando Mattos, exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay, en una charla moderada por Ignacio Garciarena, miembro de Aapresid. Durante la charla hablaron de los aranceles adicionales del 50% a la carne, cobre y otros productos como el café, que fueron impuestos por el presidente Donald Trump a Brasil esta semana. Hablaron también de las consecuencias directas e indirectas que esto genera en los otros países y la necesidad de fortalecer el sistema internacional.

Mondino y Mattos remarcaron la importancia de generar consensos con “dientes”, es decir, acuerdos internacionales que incluyan mecanismos de cumplimiento efectivos. Mondino señaló que muchas veces existe un concepto erróneo sobre los acuerdos políticos o la imposición de aranceles a uno u otro país. “No es un partido de fútbol, que gana o pierde el otro. Tenemos un concepto muy futbolero de ver las cosas”, puntualizó.

Fernando Mattos, exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del UruguayExponenciar

Dijo que «los dirigentes de los países se van, los países y las instituciones quedan, el sector agropecuario queda. Hay ciertas cosas que son estomacales, y que se toman decisiones a favor y en contra y van a durar lo que dure la persona en el lugar. Por eso son importantes los tratados”. También remarcó que es importante que cuando no se cumpla algo, haya consecuencias claras.

Ambos criticaron que muchas organizaciones multilaterales están debilitadas y no logran establecer reglas firmes que obliguen a los países a respetar lo acordado. También señalaron que en muchos foros internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), las negociaciones se traban porque basta con que un país vete una decisión para que el proceso quede paralizado.

Puso como ejemplo la firma del Tratado de Pesca (Fish) y mencionó la “hipocresía” de criticar a otros países por prácticas que también ocurren en el propio país, y cómo la firma de acuerdos transparentes permite corregir esas situaciones.

Mondino también fue crítica con las políticas medioambientales impuestas desde el exterior que, en rigor, no consideran las particularidades de la Argentina. Insistió en que las restricciones ambientales deben ser voluntarias, compartidas y adaptadas a la realidad de cada región: “No podemos ponerle las mismas reglas a todo el país. Indonesia tiene cientos de islas, no le podés imponer la misma normativa a todas las islas porque no sabés si están a favor o en contra”. Ejemplificó con la Mesopotamia argentina, donde se ha forestado completamente, y La Pampa, cuyo nombre remite a sus pastizales naturales.

Diana Mondino puso como ejemplo la firma del Tratado de Pesca (Fish) que hizo durante su gestión Exponenciar

Se refirió también a la arbitrariedad en los criterios de deforestación y remarcó que “en Europa se considera deforestación cuando se afecta un área de 5 o 6 metros”, mientras que en algunos puntos de la Argentina, esa referencia es absurda. “Si no se quitan esas restricciones, al menos que sean voluntarias y se adapten a las realidades productivas locales”, dijo.

Hizo hincapié en la existencia de doble vara en las exigencias internacionales y reclamó coherencia a la hora de actuar: “No puede ser que una misma normativa se interprete de un modo en Europa y de otro en Argentina. Si aceptamos normas de afuera, aceptémoslas completas, pero que no nos vengan con dos criterios distintos”,

Consideró que es necesario educar a los propios “funcionarios y representantes para que entiendan y conozcan” la realidad productiva, las normas de trazabilidad y sean capaces de defender posiciones coherentes en los foros internacionales. “Son cosas que encarecen y complican innecesariamente. Tenemos que lograr criterios quitando restricciones, si no se quitan, que sean compatibles con las normas nuestras”, afirmó.