Más allá de los intereses divergentes y muchas veces enfrentados, la cautela es la sensación compartida por los diferentes jugadores del rubro de la electrónica frente al avance del régimen que permitirá a los consumidores comprar directamente productos ensamblados en Tierra del Fuego.
Al menos por ahora, la reglamentación que el último lunes dio a conocer la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) abrió más interrogantes que certezas entre los distintos eslabones de la cadena: fabricantes, distribuidores y cadenas de retail.
El nuevo sistema busca facilitar el acceso a bienes más económicos -en una lista que va desde televisores hasta lavarropas, pasando por notebooks, microondas y consolas de juegos, entre otros- para el público final, al eliminar intermediarios y aprovechar beneficios fiscales asociados a la producción en la isla. Al mismo tiempo, apunta a compensar a las empresas fueguinas por la baja de aranceles a productos tecnológicos importados que se anunció hace unos meses.
Desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), que nuclea a las principales firmas instaladas en la isla, celebraron la medida, aunque advirtieron que su implementación llevará tiempo. “Las compañías están analizando la resolución y trabajando en su puesta en marcha. Será crucial entender los costos operativos del sistema: logística, distribución, almacenamiento, cargos de servicio. En cualquier caso, saludamos esta decisión que implica que más argentinos puedan acceder a bienes de calidad, fabricados con la última tecnología y a menores precios”, destacaron.
Del lado de las cadenas de retail, en cambio, reclaman condiciones equitativas y reglas de juego parejas frente a la aparición de un eventual nuevo competidor. “Necesitamos unos días para terminar de entender el impacto de esta medida. Si nosotros vendemos incluyendo IVA e impuestos internos, y entendiendo que Tierra del Fuego no los tiene, por supuesto que afectará el equilibrio actual. Pero necesitamos más claridad para evaluarlo bien”, señalaron desde una de las principales cadenas del rubro.
Más allá de los apoyos y los reclamos, está claro que hasta el momento el régimen no pasó de un anuncio y que todavía habrá que esperar para que efectivamente un comprador de Buenos Aires u otra ciudad del país puede acceder en forma directa a un televisor o un equipo de aire acondicionado ensamblado en una planta de Tierra del Fuego.
“La verdad que implementar un sistema de entrega de productos no es tan fácil y representa un desafío muy importante, especialmente en materia de logística. Y todavía no tenemos hechos todos los números para saber no solo a qué precio vamos a poder vender al público, sino también si se trata de un número que valga la pena para salir a competir contra los que hoy son nuestros principales clientes, es decir las cadenas de retail”, explicaron en una empresa con base en Tierra del Fuego.
En mayo de este año, el Gobierno anunció también la eliminación de los aranceles de importación para celulares, en dos etapas: del 16% al 8% (vigente desde mayo) y su eliminación total a partir del 15 de enero de 2026.
En forma paralela, se informó una reducción de los impuestos internos que pagan celulares, televisores y aires acondicionados importados, de 19% a 9,5%, y la eliminación de esos impuestos internos que pagaban los productos de Tierra del Fuego, y que era del 9,5%.
A esa reducción impositiva habrá que sumar, ahora, el no pago del IVA para los productos que se compren a través de las tiendas online específicas que participen en este plan de venta directa.