Francia y Reino Unido sellan una alianza nuclear inédita para defender a Europa frente a amenazas “extremas”

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PARIS – El Reino Unido y Francia acordaron este jueves por primera vez coordinar el uso de sus armas nucleares para defender a Europa contra amenazas “extremas”. El acuerdo fue firmado al término de tres días de visita de Estado del presidente francés, Emmanuel Macron, a Londres, donde fue recibido por el rey Carlos III y por el primer ministro británico, Keir Starmer. Ese pacto significa una evolución importante de la doctrina nuclear de ambas potencias, en el contexto del deterioro de la seguridad europea.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, llegan al Cuartel General del Mando Estratégico del Reino UnidoLUDOVIC MARIN – POOL

En ese texto, ambos países se comprometen a colaborar “más estrechamente que nunca” en materia de disuasión nuclear. La declaración conjunta llama a una mayor cooperación entre las dos únicas potencias nucleares europeas de la OTAN, preservando la independencia de sus arsenales, pero contemplando su uso concertado en caso de crisis.

“No existe ninguna amenaza extrema para Europa que no suscite una reacción de ambas naciones”, se puede leer en el documento.

“Desde la guerra en Europa hasta los nuevos riesgos nucleares pasando por los ciberataques diarios, las amenazas a las que nos enfrentamos se multiplican”, comentó el primer ministro británico en un comunicado.

“Como socios cercanos y aliados dentro de la OTAN, Reino Unido y Francia tienen una larga historia de cooperación en materia de defensa. Los acuerdos concluidos hoy elevan nuestra asociación a un nivel superior”, añadió.

Según el Ministerio de Defensa británico, cualquier ataque contra los intereses vitales de uno u otro país podría ser contrarrestado por la fuerza combinada de las armas nucleares. Starmer calificó este acuerdo de “paso histórico”.

El ministro británico de Defensa, John Healey, también envió un mensaje claro a los enemigos potenciales: “Juntos somos más fuertes”.

El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, participan en una videoconferencia con líderes de la OTAN LUDOVIC MARIN – POOL

Ambos países crearán un grupo de supervisión nuclear, llamado “Nuclear Supervisory Group”, para coordinar la cooperación entre los dos países en términos de políticas, capacidades y operaciones. Será copresidido por el palacio del Elíseo y la Oficina del gabinete británico.

Casi tres años y medio después del inicio de la guerra en Ucrania y cuando Rusia amenaza en forma constante a Europa, París y Londres van a adaptar y endurecer su discurso disuasorio. Sus fuerzas nucleares “son independientes, pero pueden ser coordinadas”, anunciaron las dos capitales.

En materia de disuasión nuclear, cada palabra cuenta y ha sido cuidadosamente sopesada para enviar un mensaje a los países europeos, pero también a los adversarios de Occidente. La formulación lleva voluntariamente su parte de ambigüedad que no será levantada, como lo establece todo lo que se refiere a la doctrina nuclear.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, saludan a miembros del ejércitoLUDOVIC MARIN – POOL

Este acuerdo se suma a la Declaración de Chequers de 1995, que aseguraba que no existía “ninguna situación en la que los intereses vitales de uno de los dos países, Francia y Reino Unido, pudieran estar amenazados sin que los intereses vitales del otro también lo estén”. En 1974, en la cumbre de la OTAN en Ottawa, los dos países también afirmaron que las dos disuasiones independientes contribuían a la seguridad de la Alianza Atlántica.

No obstante, este acuerdo representa un giro significativo.

“Se habla de una ‘coordinación’, lo que va mucho más allá de lo que existía hasta ahora, es decir, simples mecanismos de seguridad para evitar que ocurra un incidente similar al de 2009, cuando hubo una casi colisión entre dos submarinos. Se trata de pasar de una coordinación de seguridad a una coordinación operativa, e incluso a una planificación con un ejercicio conjunto de la disuasión”, explica Bruno Tertrais, vicepresidente de la Fundación para la Investigación Estratégica.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, escuchan a un oficial militar de la OTANLUDOVIC MARIN – POOL

En ambos países, muchos se preguntan —no sin inquietud— si el uso del término “coordinación” no significa, en el fondo, algún tipo de “intercambio” de armas nucleares entre los dos países. Tertrais precisa: “No. La noción de intercambio solo es aplicable con países no nucleares. Es un debate diferente al que concierne la eventualidad de que algún día aviones europeos porten misiles franceses”.

Las fuerzas de disuasión francesa y británica se parecen sin ser idénticas. Cada país dispone de cuatro submarinos nucleares lanzadores de misiles. Y Gran Bretaña se prepara para reconstruir el componente aéreo que había abandonado a finales de los años 1990. En términos de rendimiento, no están muy alejadas. Pero los incidentes que han involucrado a los submarinos británicos muestran que la inversión de Londres en su disuasión sigue siendo inferior a la de París. Además, la disuasión británica, aunque es operacionalmente independiente, sigue muy ligada a la de Estados Unidos.

Reunión en una base militar en el Cuartel General de Northwood, LondresLUDOVIC MARIN – POOL

En todo caso, la incertidumbre en las relaciones de Europa con Washington han reforzado esta asociación.

“Es indudablemente la conjunción de dos factores: el aumento de la amenaza rusa para Europa y las crecientes dudas sobre la continuidad de la protección nuclear de Washington para los europeos. Por lo tanto, esta respuesta era lógica”, agrega Tertrais.

Frente a la amenaza rusa y la hipótesis de un alejamiento estadounidense, Francia y el Reino Unido buscan asumir un nuevo liderazgo. Los dos países han iniciado una reflexión sobre sus fuerzas de disuasión respectivas. París, que dispone de una fuerza soberana, es decir, fuera de la OTAN, respaldada por dos componentes, aérea y oceánica, insiste en la dimensión europea de sus intereses vitales, en continuidad con el discurso de Macron en 2020. El Reino Unido, que había optado por una sola componente oceánica, ha anunciado que quiere dotarse de una nueva componente aérea capaz de portar el armamento nuclear estadounidense en el marco de la OTAN.

Conferencia de prensa en el marco de la visita militar conjunta al centro del Mando Marítimo Aliado (MARCOM), Londres, Reino Unido, el 10 de julio de 2025Leon Neal – PA Wire

Según los especialistas, este acercamiento entre París y Londres constituye un nuevo paso hacia un “paraguas nuclear europeo”. Pero no es la reproducción idéntica de lo que actualmente hacen los estadounidenses para los europeos. Hasta que se demuestre lo contrario, el paraguas nuclear estadounidense aún existe. Londres y París no intentarán reemplazarlo mientras esté ahí. Pero las preocupaciones alemanas en ese terreno y la nueva disposición de Berlín para discutir este tema son parte de las razones por las que hoy se puede avanzar entre franceses y británicos. Este anuncio será bien recibido en Alemania. No es una respuesta directa a Berlín, pero forma parte de las iniciativas que también tienen como objetivo tranquilizar al resto de los socios europeos no nucleares, que se preocupan con razón por la permanencia a largo plazo del paraguas estadounidense.

En un contexto más amplio, en ese pilar europeo de defensa que quieren construir Londres y París, la disuasión nuclear no puede ser el único ámbito de cooperación. En una lógica de “apoyo” de las capacidades y para evitar el “todo o nada” nuclear, los europeos también son conscientes de que deben también desarrollar capacidades convencionales. Por eso, París y Londres han decidido hacer evolucionar la Fuerza Conjunta Expedicionaria (CJEF) creada en 2010 para misiones lejos del teatro europeo en una Fuerza Conjunta (CJF), capaz de actuar en Europa.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, es recibido por el primer ministro británico, Keir Starmer, a su llegada a Downing StreetDAN KITWOOD – POOL

Concretamente, las fuerzas movilizables pasarán del nivel de una brigada al nivel de un cuerpo de ejército, de unos pocos miles de soldados a varias decenas de miles. La CJF proporcionará estructuras de mando que faltan a los europeos fuera de la OTAN. Podrá servir de marco para la llamada “coalición de voluntarios”, creada por Macron y Starmer, en caso de que esta deba proporcionar garantías de seguridad a Ucrania, una vez concluido un acuerdo de paz. Para contrarrestar la guerra híbrida practicada por Rusia contra Occidente, ambos países aumentarán su cooperación para la detección y atribución de ataques cibernéticos o informacionales y coordinarán sus sanciones en caso necesario.

Pero, para ser tomados en serio por Rusia, los europeos deberán ir más allá de las palabras. Los dos ejércitos, a pesar de su experiencia, están al límite o constreñidos por cuestiones presupuestarias. Para hacer frente a los desafíos, Francia y el Reino Unido prometen reforzar sus cooperaciones industriales. El proyecto del futuro misil de crucero y de un misil anti-navío debería acelerarse. París y Londres también prometen trabajar en un futuro misil de “superioridad aérea”. Los dos ejércitos lanzarán una asociación en materia de armas de energía dirigida, los láseres. Mientras tanto, París y Londres anuncian también la fabricación de nuevos misiles Scalp y Storm Shadow, que han demostrado su eficacia en Ucrania.

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