“La Argentina está llevando a cabo uno de los programas de estabilización más ambiciosos en la historia reciente de los mercados emergentes”. Con esa frase, comienza un informe publicado hoy por el Instituto de Finanzas Internacionales, que destacó además el orden fiscal, la salida del cepo para personas, la baja de la inflación y la recuperación que muestra la economía real en los últimos meses.
Ese mismo documento, titulado “La Argentina: una apuesta por la credibilidad en marcha” y elaborado por los economistas Marcello Estevão y Martín Castellano, también se mencionan los desafíos hacia el futuro que enfrenta el país y que mantiene la “cautela” todavía entre los inversores que siguen de cerca el devenir de la Argentina.
En una guerra de opiniones, según el bando elegido, luego de que la oposición resaltara la semana pasada un informe del JPMorgan -el banco de inversión más importante de los EE.UU.-, y su recomendación de salir de los bonos en pesos como estrategia de mediano plazo y suscribir posiciones en títulos en dólares, hombres cercanos al mundo libertario recogieron hoy este informe del IIF (por sus siglas en inglés), que mantiene un foco positivo sobre el plan de estabilización de Javier Milei.
“La Argentina está llevando a cabo uno de los programas de estabilización más ambiciosos en la historia reciente de los mercados emergentes. Durante el viaje de inversores del IIF a la Argentina y el Foro Económico Argentino en Buenos Aires a mediados de 2025, mantuvimos encuentros con altos responsables de políticas públicas, inversores globales y líderes empresariales locales en un momento clave. Las reuniones ofrecieron una mirada detallada a la estrategia de estabilización del Gobierno, sus logros iniciales y los riesgos que aún persisten”, comenzaron los autores del documento.
Sobre esto último, remarcaron la estrategia de acumulación de reservas internacionales, la necesidad de encarar reformas estructurales luego de una desafiante elección de medio término y la institucionalización del equilibrio fiscal para lograr inversiones sustentables en el tiempo.
“El retorno rápido a la disciplina fiscal es el eje central del programa”, indicaron los economistas y recalcaron que se logró un superávit primario desde el inicio, con una reducción del gasto público real en casi un 30%. La inflación anual cayó al 40% desde más del 270% un año atrás, con tasas mensuales que descendieron a cerca del 2%, “impulsadas por una política monetaria más estricta dentro de un régimen de tipo de cambio que se mueve y con intervención limitada”.
El documento dice que “aún se mantienen restricciones cambiarias para las empresas”, pero que los individuos ya cuentan con acceso al mercado. Esto -indicaron los expertos- “permitió la unificación del tipo de cambio, un hito importante hacia la normalización”.
“La combinación de políticas es coherente y enfocada, evitando promesas excesivas y poniendo el énfasis en una ejecución consistente. Los diferenciales de los bonos soberanos se han reducido, reflejando un aumento de la credibilidad y la confianza de los inversores, todo ello sin desencadenar una disrupción social o financiera”, explicó.
“Las conversaciones con el sector privado revelaron un optimismo cauteloso”, sostuvieron los especialistas, que se juntaron con los banqueros, quienes destacaron el crecimiento del crédito: pasó del 4% al 10% del producto bruto interno (PBI). “Los bancos están comenzando a alejarse de los títulos públicos y a orientarse hacia los préstamos al sector privado, impulsados en parte por una renovada demanda de créditos hipotecarios. Aunque la penetración hipotecaria sigue siendo muy inferior a la de otros países de la región, el mercado de crédito a largo plazo está comenzando a reactivarse. Varios banqueros destacaron la necesidad de desarrollar un mercado de securitización para ampliar el financiamiento de viviendas y ayudar a reducir el déficit habitacional”.
“La economía real también está mostrando señales de recuperación, especialmente en los sectores transables”, señalaron. Los economistas se reunieron con representantes de los sectores agrícola, minero y energético. “Señalaron una mejora en las condiciones de inversión impulsada por la estabilización macroeconómica, la desregulación y un entorno de políticas más predecible. La eliminación de impuestos y trabas burocráticas-combinada con un tipo de cambio flotante- está permitiendo a las empresas planificar una expansión a largo plazo”, recogieron los dos autores del informe del IIF.
Sin embargo, en el sector privado recalcaron que la Argentina todavía necesita nueva inversión en infraestructura, especialmente en gasoductos, puertos y transporte. “También advirtieron que la agenda de reformas sigue siendo vulnerable a la incertidumbre política, incluida la próxima elección de medio término en octubre, aunque se espera un buen desempeño del Gobierno. Con un consenso legislativo limitado y elecciones por delante, son posibles demoras en los cambios estructurales”, advirtieron los especialistas del IIF.
Las empresas consideraron que las reformas laborales y tributarias fueron consideradas “esenciales” para mejorar la productividad y atraer inversiones. Lo mismo ocurre con el mantenimiento o con una “institucionalización de la disciplina fiscal mediante mecanismos legales o constitucionales” fue señalaron como importante. “Fue una sugerencia recurrente para garantizar la sostenibilidad a largo plazo”, dijeron.
“El sentimiento de los inversores ha cambiado en una dirección positiva. Muchos reconocieron que habían subestimado la velocidad y la magnitud del ajuste. Los funcionarios del Gobierno transmitieron una sensación de competencia técnica y un fuerte compromiso con las reformas. No obstante, los inversores globales se mantienen cautelosos. Las reservas externas son limitadas, el sistema financiero sigue siendo pequeño y el historial de inestabilidad de la Argentina pesa sobre las expectativas”, alertaron, pese al cambio de clima.
“El acceso del soberano a los mercados de capital continúa siendo limitado, aunque ya se observan señales de normalización. Varias empresas han logrado emitir deuda en el exterior con éxito, y los diferenciales de los bonos soberanos se han reducido. El apoyo de los organismos multilaterales cumple un rol fundamental, pero una mayor acumulación de reservas y una política económica creíble son clave para mitigar la volatilidad”, señalaron los economistas del IIF.
Sobre el cierre, el informe dice que “en términos generales, la Argentina superó las expectativas en la fase inicial de su giro económico”. Recalca que lograr una consolidación fiscal anticipada, controlar la inflación y simplificar el régimen cambiario en pocos meses “es un logro notable”. Luego recalca: “Sostener este progreso requerirá profundizar las reformas, asegurar respaldo institucional y movilizar inversión privada”.
“Hoy, la Argentina ofrece a los inversores una combinación poco común de promesa e incertidumbre. Los próximos meses serán decisivos para demostrar si esta estabilización representa una ruptura duradera con el pasado… o simplemente otro capítulo en su historia cíclica», cerró.