El economista Emmanuel Álvarez Agis, director de la consultora PxQ, advirtió que el gobierno de Javier Milei enfrenta una encrucijada entre las presiones de la economía, que reclama un tipo de cambio algo más alto, y las de la política, que exige llegar a octubre con una inflación mensual del 1%.
El exviceministro de Economía durante la gestión de Axel Kicillof celebró la desaparición de la brecha cambiaria, pero señaló una contradicción: aunque el Banco Central (BCRA) había afirmado que no intervendría dentro de la banda cambiaria, los datos oficiales muestran que el 7 de mayo vendió US$1900 millones en el mercado de futuros, apenas un mes después de aquella promesa.
“El dólar tiene un techo en el centro de la banda. Hay una política de flotación administrada que no usa la herramienta de venta de reservas para intervenir, pero usa el mercado de futuros y sobre todo la tasa de interés. La manera de convencer al mercado de que no compre dólares es doble, en el mercado presente hay un premio en la tasa de interés, y en el mercado futuro hay un dólar planchado, sobre todo en la posición de diciembre. Con esto, el Gobierno te dice que si compras dólares hoy, perdés”, explicó.
Esta decisión de mantener estable el tipo de cambio le permitió al Gobierno tener una inflación baja en mayo de 1,5%. Sin embargo, señaló que la contracara de eso es que la tasa de interés está alta en términos reales.
“¿Por qué hay tanta demanda de créditos si está caro? Muchas hipótesis. La principal es que el consumidor argentino hace una cuenta mental que no es la correcta desde el punto de vista económico, ya que tuvo una tasa de interés negativa durante décadas. Por esta razón empezamos a ver que crece la morosidad. Un crédito a tasa del 34% nominal anual es alta, ya que si anualizamos la inflación de 1,5% mensual da 22%”, dijo.
Luego realizó una comparación de la demanda actual de dólares de los ahorristas con años anteriores, cuando los argentinos también compraron más de US$1000 millones para atesoramiento en el primer cuatrimestre del año. Ocurrió en 2013 y en 2018, y en ambos casos, al año siguiente, ocurrió una devaluación que corrigió el nivel del tipo de cambio.
“El Gobierno argumenta que esta vez es distinto porque hay un horizonte con Vaca Muerta, litio, cobre y oro; superávit fiscal, baja inflación, una economía abierta y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que hará crecer a estos sectores y generará un ingreso importante de divisas. Es un argumento atendible”, sostuvo el economista en el congreso Somos Pymes, realizado en La Rural.
Pero se preguntó: ¿a qué ritmo llegarán esos dólares? Según sus proyecciones, las exportaciones crecerán de US$84.186 millones este año a US$112.194 millones en 2030. Las importaciones, por su parte, subirán de US$63.802 millones a US$77.848 millones.
A esas cifras habría que sumar el ingreso de capitales por inversiones y financiamiento externo, pero también restar la demanda de divisas para atesoramiento, viajes, pago de deuda y contratación de servicios del exterior.
“El actual esquema a este dólar engendra un problema. Me estoy desayunando la cena. Estamos yendo hoy a Miami con la plata que va a traer Galuccio [fundador de la petrolera Vista] dentro de tres años. En la Argentina, la corrección en general es como el juego de la Oca, es volver al casillero inicial”, dijo Álvarez Agis.
Aunque consideró que una devaluación no tendría un traslado a precios tan alto como en el pasado, sí reconoció que tendría un impacto. “Va a generar ruido y recesión. En Brasil, una devaluación hizo subir la inflación solo un mes, y luego bajó. Pero Brasil tiene una política monetaria consistente desde hace tres décadas. Nosotros, en cambio, todavía debatimos si el programa firmado con el FMI hace tres meses es consistente”, apuntó.
Según Álvarez Agis, el Gobierno está impulsando el consumo para llegar mejor posicionado a las elecciones. “Es entendible que quieran validarse en la elección de medio término, es importante sobre todo para un outsider y de cara a los inversores internacionales. Pero las últimas dos administraciones que gobernaron el país perdieron la reelección por apurar la economía para ganar la elección de medio término. Esto incluso le pasó a Mauricio Macri”, recordó.
En esa línea, planteó que La Libertad Avanza está en una encrucijada: “Los economistas le dicen que deje deslizar el dólar un poco más arriba, pero el asesor de campaña insiste en que ganarán si la inflación llega al 1% mensual en octubre”.
Para cerrar, Álvarez Agis reflexionó: “Hay dos tipos de populismos en el mundo: uno reparte pesos y el otro reparte dólares. Ninguno de los dos está bien. Los dos son eficientes para ganar las elecciones, pero muy ineficientes para desarrollar el país”.
Y concluyó: “El tipo de cambio se va a corregir poselecciones. La corrección va a depender de cuánto tiremos de la cuerda hasta las elecciones y la capacidad del Gobierno para convencer de que esta vez es distinto”.
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