Con el apoyo de Trump, Netanyahu ahora busca aprovechar la guerra con Irán para esquivar sus causas de corrupción

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WASHINGTON.- Tras la llamada “guerra de los 12 días” con Irán, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió este jueves un aplazamiento de las audiencias del juicio que tiene pendiente por corrupción y citó como motivo “los acontecimientos en la región y en el mundo”.

El pedido tuvo lugar apenas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitara a Israel que indulte a Netanyahu o cancele su juicio por corrupción.

“El juicio de Bibi Netanyahu debería ser CANCELADO, INMEDIATAMENTE, o se debería indultar a un gran héroe, que ha hecho tanto por el Estado [de Israel]”, escribió Trump en Truth Social el miércoles, y añadió que se había enterado de que Netanyahu debía comparecer ante el tribunal el lunes.

En un mensaje en la red social X, Netanyahu agradeció a Trump “su apoyo sincero” y declaró que está “conmovido”.

Netanyahu fue acusado en 2019 en Israel por cargos de soborno, fraude y abuso de confianza, todos cargos que niega. El juicio comenzó en 2020 e incluye tres causas penales.

El proceso judicial contra el dirigente israelí comenzó en mayo de 2020 por varias acusaciones de irregularidades. Se ha retrasado en múltiples ocasiones debido a que Netanyahu ha solicitado aplazamientos por la guerra en Gaza y el conflicto en Líbano.

“Pedimos respetuosamente al tribunal que ordene la anulación de las audiencias en las que el primer ministro debe testificar en las próximas dos semanas”, escribió el abogado de Netanyahu en una solicitud enviada al tribunal.

Según la solicitud, el primer ministro debe “dedicar todo su tiempo y energía a gestionar asuntos nacionales, diplomáticos y de seguridad de la máxima importancia”.

Benjamin y Sara Netanyahu

En un primer caso, Netanyahu y su esposa, Sara, están acusados de aceptar de multimillonarios más de 260.000 dólares en artículos de lujo, como cigarros, joyas y champagne, a cambio de favores políticos.

Otros dos casos alegan que el primer ministro intentó negociar una cobertura más favorable en dos medios de comunicación israelíes. El más grave de ellos, conocido como Caso 4000, alega que el primer ministro utilizó su cargo para beneficiar al accionista mayoritario del gigante de las telecomunicaciones Bezeq a cambio de una cobertura favorable en un popular sitio web de noticias. Netanyahu ha negado cualquier irregularidad.

Trump ensalzó a Netanyahu como un “guerrero”, pero también dijo en su mensaje: “Fue Estados Unidos de América quien salvó a Israel y ahora va a ser Estados Unidos de América quien salve a Bibi Netanyahu”.

Eso parecía ser una referencia a la participación y el apoyo de Estados Unidos a los ataques israelíes contra el programa nuclear iraní. Pero no estaba claro si Trump quería decir que Estados Unidos podía hacer algo para ayudar a Netanyahu en su batalla legal.

El presidente republicano describió el caso contra el líder israelí como una “caza de brujas”, un término que Trump ha aplicado con frecuencia a los intentos de Estados Unidos de procesarle y el mismo término que Netanyahu ha utilizado para describir su propio juicio de larga duración.

Las cálidas palabras contrastaron con la rara reprimenda que emitió el martes sobre los ataques de Israel a Irán tras el alto el fuego.

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, dijo que Trump debería mantenerse al margen del asunto. “Con el debido respeto y gratitud al presidente de Estados Unidos, se supone que no debe intervenir en un proceso legal de un Estado independiente”, dijo Lapid.

“Espero y supongo que esta es una recompensa que él [Trump] le está dando [a Netanyahu] está planeando presionarlo sobre Gaza y obligarlo a un acuerdo de rehenes que ponga fin a la guerra”, dijo Lapid al sitio web de noticias israelí Ynet.

Agencias AFP, DPA y Reuters