El vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo esta mañana que “todavía no hay ninguna determinación” sobre las retenciones ante el vencimiento, el 30 del actual, del fin de la rebaja temporal y el pedido del campo para que continúe ese beneficio. El ministro de Economía, Luis Caputo, ya anunció públicamente que los derechos de exportación reducidos seguirán para el trigo y la cebada.
En la conferencia de prensa de hoy, Adorni fue consultado respecto de que la dirigencia rural tiene expectativas de que no se vuelva al esquema vigente en enero pasado. “¿Hay posibilidad cierta de que eso ocurra?”, fue la pregunta que le hicieron. El funcionario del gobierno de Javier Milei apuntó: “Respecto de las retenciones, el esquema nunca se modificó en realidad, lo que se hizo fue una modificación transitoria, excepto para las economías regionales [se eliminaron derechos de exportación que quedaban]. Todavía no hay ninguna determinación, en caso de que la haya la vamos a comunicar, pero todavía no hay ninguna definición al respecto”.
En el transcurso de esta tarde, fuentes de la Casa Rosada dijeron ante una consulta de LA NACION: “Van a volver a subir todo a como estaba antes, excepto las de la fina [trigo y cebada]”. Recordaron que el presidente Javier Milei y Caputo ya se habían pronunciado también sobre el tema.
En enero pasado, tras un reclamo del agro en medio de la sequía, el gobierno nacional redujo los derechos de exportación del 33 al 26% para el grano de soja, del 12 al 9,5% para el trigo, la cebada, el maíz y el sorgo, y del 7 al 5,5% para el caso del girasol. Caputo ya anticipó que el trigo y la cebada seguirán con el 9,5% hasta el 31 de marzo de 2026 y, en esa línea, se espera un decreto que prorrogue esa alícuota. Cuando se refirió a la continuidad de los DEX para el trigo y la cebada, el ministro señaló: “Cabe aclarar que esta medida no se aplicará a la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y todos sus subproductos, cuyo derecho de exportación volverá a los valores de enero”.
En este marco, la frase de Adorni de que “todavía no hay ninguna definición al respecto” abrió una cierta puerta para que, quizá, el Gobierno tenga en cuenta el pedido de continuidad formulado por el campo. Hace unos días, por ejemplo, LA NACION reveló una solicitud para que sigan las retenciones reducidas para el maíz.
Para destacar, en los últimos días fue creciente la presión del agro en contra de las retenciones. El Distrito 4 de la Sociedad Rural Argentina (SRA), con asiento en Córdoba, lo expresó de manera contundente en un documento: “El gobierno nacional deja trascender que el decreto que transitoriamente redujo las retenciones expirará el próximo 30 de junio, poniendo fin al exiguo y mediocre alivio fiscal que rigió durante estos meses. Mientras tanto, el agro sigue esperando decisiones de fondo que, de una vez por todas, atiendan los graves problemas de competitividad. Problemas cuya raíz principal son los Derechos de Exportación (DEX)”.
El documento, firmado por los directores del Distrito 4 de la SRA, Guillermo Vitelli y Sebastián Laborde, pidió “en un plazo inmediato eliminar por completo los DEX”. Y le metió presión al gobierno nacional. “En 2023, el consenso era unánime: las retenciones son un robo. Hoy, lo que también queda claro es que fue el propio gobierno nacional el que no cumplió su compromiso asumido ante la sociedad y ante el sector productivo, bajo el argumento de cargarnos con la responsabilidad de sostener las variables macroeconómicas del plan. Un argumento que no resulta válido, ya que dichas variables no se vieron afectadas entre enero y la actualidad”.
Desde el 27 de enero pasado, cuando se instrumentó la medida, se acumularon ventas al exterior de granos y subproductos por más de US$15.000 millones. Esto, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se distribuyó así: unos US$9700 millones de soja, más de 3000 millones de dólares de maíz y 950 millones de dólares de trigo. Sumando otros productos del agro se llega a más de 15.000 millones de dólares.
En un comunicado, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) rechazó la continuidad de las retenciones. Indicó: “Manifestamos nuestra preocupación ante la continuidad y el impacto negativo que tendrá restablecer los Derechos de Exportación (retenciones) aplicados a los granos, en un contexto productivo extremadamente adverso”. Reconoció los “avances del actual Gobierno en el ordenamiento de una economía que venía profundamente distorsionada”. E insistió: “Solicitamos al Poder Ejecutivo una revisión urgente de la política de retenciones aplicadas a los granos, con el objetivo de trazar un camino de desarrollo sostenible para el agro argentino”.
También se pronunció la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). Señaló que volver a las alícuotas anteriores sería una medida “regresiva y desacertada, continuando con el estancamiento en la producción de los últimos años, y agrava la situación de un sector agobiado por la presión impositiva que ha demostrado ser un pilar del desarrollo económico, de generación de empleo, divisas y arraigo territorial en todo el país”.
“El sector agropecuario arrastra una sostenida pérdida de competitividad como consecuencia del aumento de los costos internos, la elevada carga tributaria, la falta de infraestructura y el alto costo del acceso al crédito productivo expulsando cada vez mas productores del sistema desde hace décadas”, agregó.
Carbap continuó: “Sabemos que este gobierno no fue el que las implementó, pero también recordamos que el presidente Javier Milei calificó públicamente a los derechos de exportación como ‘un robo’, definición que compartimos plenamente y que alimentó la esperanza de una eliminación definitiva de estos tributos distorsivos».
Por su parte, Coninagro Córdoba expresó: “Coninagro Córdoba, en representación de las cooperativas agropecuarias y productores asociados, expresa su profunda preocupación ante el inminente vencimiento de la resolución que fijaba la baja temporal de retenciones. La finalización de esta medida el 30 de junio representa un nuevo y severo golpe al corazón productivo del país. La metáfora es clara: no se puede salvar un barco destruyendo sus botes salvavidas. La política de derechos de exportación ha demostrado ser una herramienta distorsiva e inequitativa, perjudicial para quienes producen. No pedimos privilegios, sino reglas justas. Es inaceptable que se penalice con impuestos a quienes generan divisas genuinas y se grave el esfuerzo del campo argentino».
Añadió: “La situación es crítica, especialmente para más del 70% de la superficie sembrada en tierras alquiladas. La estructura de costos actual, sumada al atraso cambiario y la presión impositiva, hace que la producción no sea rentable. El resultado es la desaparición de productores, lo que socava el desarrollo federal y la generación de divisas”.
Coninagro a nivel nacional remarcó: “Entendemos que la finalización de la rebaja en los DEX (Derechos de Exportación) genera suma preocupación y desigualdad en todo el campo, teniendo presente que la medida fue tomada en el medio de procesos productivos y que muchos de ellos se encuentran inconclusos al 30 de junio próximo”.
También señaló: “Quienes formamos parte del campo, solo deseamos tener la libertad y rentabilidad necesaria para llevar adelante nuestros procesos productivos tendientes al desarrollo tecnológico actual. Para eso solo necesitamos la certeza de poder tener reglas lo suficientemente claras y duraderas, para lograr la previsibilidad que requerimos como productores agropecuarios”.
En tanto, en un reporte, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) alertó hoy sobre el peso de los impuestos en el campo. Dijo que más del 63% de lo que le queda al productor es para pagar los distintos tributos.
“Para producir es necesario pagar diferentes costos: las semillas, los fertilizantes, los salarios, fletes, seguros, etc. Una vez que se cosecha, se vende el cultivo. La plata que queda después de pagar los costos se divide en 3: el valor de quienes alquilan la tierra para producir (26,6%), la ganancia (9,8%) y los impuestos que se pagan (63,6%). Esto último medimos en el Índice FADA, cuánto es el peso de los impuestos para quienes trabajan la tierra”, dijo Nicolle Pisani Claro, economista Jefe FADA.
Este indicador aumentó versus marzo. “Aún con el efecto de la baja temporal de Derechos de Exportación (DEX), la caída en los precios fue tal que genera un menor valor de la producción de los granos y, con ello, un mayor peso de los impuestos”, señaló Antonella Semadeni, economista de la entidad.