JERUSALEM.- Después de dos días de relativa calma -con alertas de algunos lanzamientos de drones y misiles sin consecuencias-, Israel se despertó este jueves con una nueva andanada de misiles balísticos iraníes que impactaron en forma directa en un hospital del sur del país y, una vez más, en localidades de las afueras de Tel Aviv.
El primer ataque a un hospital -ocurrido en el séptimo día de guerra y cuando se espera que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, principal aliado, decida si se suma a la ofensiva-, causó indignación y una nueva reacción del premier israelí, Benjamín Netanyahu, que prometió “hacerle pagar el precio” a “los tiranos terroristas de Irán”.
Imágenes de destrucción, ventanales rotos, pánico y columnas de humo negro que llegaban desde el hospital Soroka de Beersheva y desde Ramat Gan y Holon -suburbios de Tel Aviv-, volvieron a sumir a la población en el terror. Y demostraron que, más allá de que muchos se habían ilusionado con que después de seis días de intensos ataques de la fuerza aérea israelí contra objetivos nucleares y militares, Irán ya no contaba con real capacidad ofensiva, en verdad, no es así.
Después de una noche relativamente “tranquila”, ya que había habido una alarma pasada la medianoche por drones y misiles que fueron interceptados por la Cúpula de Hierro, a las 7 de la mañana nuevamente sonaron en todo el país las sirenas de alerta que advertían que había que bajar de inmediato a los refugios por una inminente nueva andanada de misiles balísticos. Fuertes explosiones se oyeron en Jerusalén y, poco después, la noticia fue que -por primera vez y en el séptimo día del “ataque preventivo” lanzado el viernes 13 por la madrugada por Netanyahu-, recibió un impacto directo un hospital.
Se trata del hospital Soroka, de la ciudad de Beersheva, en el sur de Israel, uno de los más grandes del país y tristemente célebre por haber sido el que comenzó a atender los miles de heridos por el brutal asalto perpetrado por el grupo terrorista Hamas el del 7 de octubre de 2023. El hospital Soroka está justamente muy cerca de la franja de Gaza y de toda la zona de los kibutz atacados ese sábado negro.
Mientras las imágenes de los canales de tv israelíes y redes sociales mostraban vidrios rotos, escombros y gritos de personal sanitarios y pacientes, y centro médico informó que el hospital fue alcanzado en varios puntos y que actualmente atiende a varios heridos leves en urgencias. También informó que el antiguo edificio quirúrgico, que justo había sido evacuado milagrosamente, sufrió daños considerables. Y que los pacientes estaban siendo evacuados a otros nosocomios. Medios iraníes dijeron que el objetivo había sido una base de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y de la Inteligencia israelí cercana al hospital.
En medio de gran alarma, ambulancias que iban y veían, rescatistas con cascos y camillas, también eran impactantes las imágenes provenientes del suburbio de Holon, al sur de Tel Aviv, y de Ramat Gan, al este, donde se levantaban columnas de humo negro y, de nuevo, se veían imágenes de destrucción de diversos edificios. En Holon, el impacto fue en uno de cuatro pisos, mientras que en Ramat Gan se veía un moderno rascacielos y y al menos otras tres construcciones muy dañadas. Medios locales hablaban de cinco heridos graves, cuatro en Holon y uno en Ramat Gan.
Poco después de las 10.30 locales un vocero del servicio de emergencias informó que, en total, se contaban 3 heridos graves, 2 moderados, 42 con daños causados por esquirlas y explosiones y 18 heridos mientras estaban intentando alcanzar un refugio.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, Sharren Haskel, definió el ataque con misiles balísticos de Irán contra el hospital Soroka de Beersheba de “intencionado” y “criminal”.
“Irán acaba de atacar el Hospital Soroka en Beersheba con un misil balístico. No es una base militar. Es un hospital. Este es el principal centro médico de toda la región israelí del Négev. Deliberado. Criminal. Objetivo civil. El mundo debe alzar la voz”, denunció Sharren Haskel en X.
Al coro de indignación se sumó también el presiente de Israel, Isaac Herzog. “Un bebé en cuidados intensivos. Una madre junto a su cama. Un médico moviéndose rápidamente entre camas. Un anciano residente en una residencia de ancianos. Estos fueron algunos de los objetivos de los ataques con misiles de Irán contra civiles israelíes esta mañana”, escribió en su cuenta de X, subiendo también una foto.
“El Hospital Soroka, ubicado en Beer Sheva, es uno de los mejores de Israel; atiende a toda la región del Negev, atendiendo a israelíes de todas las religiones y a nuestros vecinos palestinos que acuden especialmente para recibir tratamiento. Su dedicado personal —judíos y árabes— trabaja codo con codo en extraordinaria armonía, unidos por la misión de sanar”, agregó. “Envío fuerza y apoyo a los equipos médicos, a los pacientes y a los residentes de Beersheva y de todas las ciudades atacadas en Israel esta mañana. En momentos como estos, recordamos lo que realmente está en juego y los valores que defendemos”, concluyó.
Según información difundida este jueves por el gobierno israelí, desde el inicio de la operación León Ascendente, en la madrugada del viernes pasado, Irán lanzó hacia Israel más de 400 misiles, cientos de drones y hubo más de 40 lugares impactados. Murieron 24 personas y más de 800 resultaron heridas (11 en estado grave).
Al margen del efecto psicológico -que una vez más, como ocurrió el traumático 7-10, vuelve a hacer caer en la cuenta de que Israel ya no es esa fortaleza invencible capaz de defender a sus ciudadanos, se cuentan daños materiales ingentes.
Siempre según información del gobierno, la Autoridad Tributaria de Israel en menos de una semana recibió 22.932 reclamos (18.890 relacionadas con edificios; 1.827 relacionadas con vehículos; 2.215 relacionadas con otras propiedades). El Comando del Frente Interno hizo saber, además, que más de 5.000 personas fueron evacuadas de sus hogares.