Alertan que las mayores importaciones no ayudaron a bajar los precios en góndola

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Todo subió. En el primer semestre de 2025, las importaciones de carne de cerdo aumentaron de manera significativa, pero también subió el precio en pesos de lo que se importó y, lejos de generar un alivio para el consumidor, el valor al público se incrementó aún más. Así lo advierten desde el sector porcino, donde sostienen que el mayor ingreso de productos del exterior no contuvo los precios, sino que, por el contrario, habría contribuido a que subieran. A esto se suma un impacto negativo sobre la rentabilidad de los productores locales, una mayor presión sobre el mercado interno y una salida adicional de divisas.

También señalan que los productos importados representan un volumen que podría ser abastecido por la producción local si se generaran las condiciones adecuadas.

Según un informe elaborado por el consultor Juan Luis Uccelli, entre enero y mayo se importaron 24.303 toneladas de carne de cerdo, frente a 3939 toneladas en el mismo período de 2024. Esa cifra también supera el total de todo el año pasado, que fue de 19.351 toneladas. “Se importó más carne en cinco meses que en todo el año pasado, y no hubo ningún beneficio. No hay un beneficio para el consumidor, y sí sacaste 75 millones de dólares que el país no tiene”, expresó.

Además del volumen, Uccelli marcó que también hubo un aumento en el precio en pesos de los productos importados. “A la larga, lo que yo comparo son los precios en pesos en Argentina. Entonces, por eso lo pasé de dólares a pesos: primero el 2 de enero y después lo hice de nuevo el 31 de mayo. Y ahí me da esa diferencia del 19% en el producto importado, no tan grosero como el aumento al público”, explicó.

Según el informe, el valor que más aumentó fue el precio al consumidor: entre enero y mayo, la carne de cerdo en góndola subió 25,2%, por encima de la inflación (13,3%) y del incremento promedio de los salarios (7,4%). En paralelo, el precio del capón —lo que recibe el productor— subió solo 4,1%, la media res mayorista apenas 3,7%, y el costo de producción creció 12,7%. “Por eso pongo que el productor fue el cuarto”, indicó Uccelli.

“Es de locos decir que las importaciones han ayudado. No solo no ayudaron, yo creo que han favorecido a que, en parte, suba. En un momento donde el carnicero tuvo que aumentar porque vendía menos vaca y tenía sus costos fijos —le aumentó la luz, le aumentaron los servicios—, le puso más porcentaje a la carne de cerdo, que estaba más barata. Y ahí se dio el aumento del 25% de la carne de cerdo al público”, señaló.

Uccelli también sostiene que lo lógico habría sido que con ese volumen importado el precio bajara, y no que subiera. “Esa es la cuestión final. Yo creo que, a la larga, el precio al público no habría cambiado si no se hubiese importado, pero sí se le habría pagado mejor al productor. Acá, cuando comparás el precio del capón con el de la carne vacuna, hay una relación; pero con el cerdo, no existe esa correspondencia”, afirmó.

Respecto a los cortes que ingresaron al país, explicó que el principal es la bondiola, que representa entre el 38% y el 40% del total. También se importaron solomillo, matambrito, carne con hueso como costillitas y pechito, y entre el 25% y el 30% corresponde a jamón y paleta destinados a la industria. Algunos de estos cortes, aclaró, no ingresaban en años anteriores.

Uccelli estima que el volumen importado representa un 7% adicional respecto a la producción nacional, y considera que esa cantidad podría haberse generado localmente si se hubieran dado las condiciones necesarias. El sector viene creciendo a una tasa del 6% anual, y, según indica, ese mismo volumen también podría reemplazarse si se aumentara el peso de faena, siempre que existan los incentivos para sostener esa estrategia en el tiempo. “Lo que pasa es que cuando vos de repente en cinco meses registraste ese 7%, se podría haber producido. No en enero, pero sí en cuatro o cinco meses”, sostuvo.

Por último, el informe indica que la faena nacional creció 1,5% en lo que va del año, lo que refleja una mayor oferta local. Sin embargo, se advierte que ese incremento fue desplazado por el ingreso de carne del exterior. “Mientras enviamos más de US$75 millones al exterior, en un país que trata de buscar dólares hasta debajo del colchón, se destruye la rentabilidad de la producción nacional”, concluyó Uccelli.