Tras las ofensivas de Israel a Irán, el precio del petróleo se disparó, y alcanzó los niveles más altos en los últimos dos meses. La suba se da en el marco de la preocupación por una escalada de las tensiones en Medio Oriente, la cual podría interrumpir el suministro.
Durante la madrugada del viernes, la suba del Brent, la cotización internacional que se toma de referencia en la Argentina, rondó cerca del 8%, y el barril de crudo se mantuvo en torno a los US$75, un escenario impensado el mes pasado, cuando la cotización casi perfora los US$60.
“La posición de Irán puede incidir directamente en el precio de petróleo a nivel mundial a raíz de estar en el lado norte del estrecho de Ormuz, en la salida del golfo Pérsico, lo que la posiciona para bloquear gran parte de las exportaciones de petróleo de Irak, Kuwait, Arabia Saudita y otros estados más pequeños del golfo Pérsico si decide hacerlo en represalia por el ataque israelí”, informó The New York Times.
“El ataque israelí a Irán ha elevado aún más la prima de riesgo”, dijo Saul Kavonic, analista principal de energía de MST Marquee. “El conflicto tendría que escalar hasta el punto de que Irán tomara represalias contra la infraestructura petrolífera de la región antes de que el suministro de petróleo se viera realmente afectado de forma material”, destacó.
Agregó que, en un escenario extremo, Irán podría detener la llegada al mercado de hasta 20 millones de barriles por día de suministro de petróleo mediante ataques a la infraestructura o limitando el paso por el estrecho de Ormuz. Se trata de alrededor del 20% de la producción diaria mundial.
Gracias a la mayor producción de petróleo de Vaca Muerta, la Argentina produce a nivel total 760.000 barriles día, de los cuales el mercado interno consume 530.000. El resto de los barriles tiene destino de exportación, que se vería beneficiado con un precio del Brent más alto.
En abril, dada la caída del 14% del precio del Brent, el valor total exportado cayó 10%, pese a que el sector energético aumentó 4,5% los volúmenes vendidos al exterior en la comparación interanual.
Por lo tanto, una recuperación de los precios internacionales podría ayudar a mejorar el superávit de la balanza comercial, que actualmente se estima en US$6000 millones este año, apenas superior a los US$5700 millones si el Brent promedia en US$65 el barril.
Los mayores precios internacionales también ayudarán a que las inversiones de las empresas no se desaceleren, ya que por cada cinco dólares por barril que cae la cotización del crudo, las compañías pierden US$1400 millones de flujo de caja por año, según explicó el economista Nicolás Arceo, director de la consultora Economía y Energía.
La contratacara de la suba del Brent es que podría ponerle presión a los precios locales de la nafta y el gasoil. El mes pasado, dada la caída del Brent, YPF decidió bajar 4% los valores del surtidor. Sin embargo, a partir de julio, la petrolera podría volver a subirlos si se mantienen los niveles actuales del valor del barril.