PUERTO ESPAÑA.- Trinidad y Tobago anunció que evaluará el uso de la “fuerza letal” contra cualquier embarcación no identificada que ingrese a sus aguas desde Venezuela y aconsejó a los migrantes venezolanos que residen en su territorio que regresen a su país.
Los dos países, separados por apenas 10 kilómetros de Mar Caribe, han mantenido históricas relaciones cordiales e incluso comparten proyectos de gas en el yacimiento marítimo Campo Dragón en el golfo de Paria. Pero las relaciones se tensaron esta semana tras el alineamiento del gobierno trinitario con las políticas de Estados Unidos para aislar al chavismo.
Kamla Persad-Bissessar, primera ministra trinitense, lanzó su amenaza el jueves al rechazar las declaraciones sobre la detención de un connacional en Venezuela por un supuesto plan “terrorista” contra el gobierno de Nicolás Maduro.
“Buscaré asesoramiento” para que la “Guardia Costera use la fuerza letal contra cualquier embarcación no identificada que ingrese (…) desde Venezuela”, declaró la mandataria, que asumió el cargo en abril, durante una conferencia de prensa.
La reacción se produjo luego de que, el día anterior, el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, anunciara la detención de un ciudadano de Trinidad y Tobago, a quien vinculó con un grupo de “terroristas” que presuntamente planeaban ingresar al país con fines desestabilizadores.
“No solo son colombianos los que están entrando por Trinidad, también están entrando mercenarios de Trinidad, está detenido, a buen resguardo, respetándole sus derechos humanos y son parte de un grupo de terroristas que querían entrar a Venezuela”, afirmó Cabello, sin ofrecer mayores detalles.
El día anterior, Maduro había denunciado la incursión de este grupo, que supuestamente portaba “un lote de armas largas”.
No obstante, Persad-Bissessar aseguró que las autoridades trinitenses no han encontrado “evidencia que respalde los comentarios” y calificó las declaraciones de Cabello como una “amenaza”.
El nuevo conflicto con Trinidad y Tobago se suma a la disputa que ya tiene el chavismo con otro país vecino, Guyana, por el territorio del Esequibo, una portentosa reserva de petróleo, gas y minerales.
Trinidad y Tobago, conocido por su carnaval y sus playas, es un país insular de 5128 kilómetros cuadrados y 1,4 millones de habitantes, que tiene unos 60.000 migrantes venezolanos.
Trinidad y Tobago comenzó a recibir migrantes de ese país a partir de 2013 debido a la grave crisis económica en Venezuela, que vio su PBI contraerse un 80% en diez años.
Según las Naciones Unidas, alrededor de siete de los 30 millones de habitantes han abandonado Venezuela.
La dirigente trinitense también dijo que el gobierno revisará su enfoque hacia los migrantes venezolanos que actualmente residen en su país. Refiriéndose a la delincuencia, señaló que los delitos que involucran a nacionales de Venezuela “siguen aumentando”.
“Les aconsejo a los migrantes venezolanos que están aquí que, por favor, comiencen a regresar a su país”, añadió.
Trinidad y Tobago salió a mediados de abril del estado de emergencia declarado en diciembre de 2024 por la violencia pandillera.
Según datos oficiales, en 2024 se registraron más de 600 homicidios, muchos de ellos vinculados a bandas criminales. Esta cifra es superior a la de 2023.
Según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos de marzo, la tasa de homicidios de 37 por cada 100.000 habitantes convirtió a Trinidad y Tobago en el sexto país más peligroso del mundo en 2023.
Pese a que los dos países comparten la explotación del yacimiento marítimo Campo Dragón, un decreto de Estados Unidos amenaza las operaciones.
La administración del presidente Donald Trump busca asfixiar económicamente a Venezuela después de las denuncias de fraude de la oposición en las elecciones presidenciales de 2024 en las que fue proclamado reelecto Maduro y por ello anunció sanciones para los países o multinacionales que operen con Venezuela.
Washington revocó en abril el permiso que permitía a Trinidad y Tobago desarrollar yacimientos de gas con Venezuela. Al mismo tiempo anunció sanciones para multinacionales que operen en territorio venezolano.
Persad-Bissessar no hizo mención directa sobre los proyectos con Venezuela, pero resaltó su alineamiento con Estados Unidos. “Ninguna retórica del gobierno de Maduro puede crear división entre este gobierno y el de Estados Unidos. Apoyamos firmemente al gobierno de Estados Unidos en asuntos relacionados con Venezuela”, dijo.
Agencias AFP y ANSA