RIACHUELO, Corrientes.- A pleno, la Sociedad Rural de Corrientes vibra. Las juras, los pasillos cargados de encuentros y los corrales llenos de animales de élite dan marco a Las Nacionales Edición Santander, un evento organizado por Expoagro junto a las asociaciones de criadores de Braford, Brangus y Brahman. También compite la equina Criollos. La muestra no solo exhibe lo mejor de la genética de estas razas, sino que también permite reflejar el momento que atraviesa la ganadería del norte. Aunque llegaron productores de todo el país hay una fuerte presencia del NEA.
Ese pulso hoy refleja entusiasmo y expectativas de recuperación. El repunte de los valores de la invernada, la firmeza en la demanda y la mejora del clima en gran parte de la región empujan el ánimo de los productores. En los pasillos se habla de precios que al fin acompañan, de vientres buscados y de rodeos cada vez más destacados. La ganadería norteña transita un momento positivo. Pero también hay temas que preocupan: las dificultades para aumentar la productividad por vaca, los altos costos en dólares, la falta de financiamiento a largo plazo y problemas sanitarios como la garrapata, que siguen ahí, marcando límites.
“La ganadería en el norte ha crecido y no hay dudas de eso, especialmente en lo que respecta a genética. Eso se viene viendo año tras año. Ahora, en cuanto a producción, venimos con un poco de atraso, pero seguramente en los próximos años eso mejore. Con el valor del ternero en US$4,5 o US$5 creo que es un muy buen momento para el criador”, dice Maximiliano Mantilla, productor correntino y directivo del Distrito Nueve de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que comprende la región.
El productor recordó que hace unos meses un vientre costaba entre US$500 y US$600, y hoy ese mismo animal se paga entre US$800 y US$1000. “Eso hace que la ganadería fluya y tenga más empuje”, comenta.
Advierte que, aunque la producción muestra un buen momento, con vacas en buena condición y un ternero que se paga bien, los costos que enfrentan siguen elevados en dólares. Subrayó que la carga impositiva también pesa sobre el productor. “El 50% del costo se lo lleva entre IVA, que va del 15 al 20%; Ganancias, que está entre el 17 y el 21%; y otras cargas”, explica. Y agrega: “No hay que olvidarse de que en el norte de Corrientes, el norte y sur de Entre Ríos, Chaco y Misiones, si bien las problemáticas son distintas, hoy tenemos que ser mucho más eficientes que hace algunos años. Eso no hay ninguna duda”.
Remarca que producir en esa zona es más costoso, entre otras razones, por una mayor presión de parasitosis. “Además tenemos montes, aguadas, bañados. Trabajamos en campos mucho más marginales que los que puede tener la provincia de Buenos Aires. Eso implica que tengamos que poner muchas más cosas para poder competir con el resto de las producciones”, indica.
Por otro lado señala que esa misma condición también les impide incrementar su productividad. “El potencial que estamos viendo acá, tanto en la genética como en la calidad del rodeo, es enorme: el rodeo de vacas es espectacular. El problema que tenemos es que no podemos levantar el índice de producción de ternero por vaca”, sostiene.
Según señaló, esa dificultad se explica también por una larga lista de factores ambientales que afectan la productividad. “Acá influye el tipo de suelo, el tipo de campo —bañado o no—, la humedad propia de la zona, los mosquitos, los tábanos, la garrapata, entre otros. Todos son parásitos que complican el bienestar del animal, de la vaca. Y eso también afecta al ternero. La cría tiene que atravesar todas esas dificultades desde el inicio», precisa.
En este contexto destaca que los productores de la región apuestan a mejorar sus niveles de productividad. “Hoy tenemos los campos mecanizados, con pasturas, raigrás y verdeos que antes no teníamos. Usamos sorgo forrajero para alimentar la hacienda. Hoy no existe no darle de comer a un ternero: buscamos llevarlo a 200 y pico de kilos cuando antes lo vendíamos con 140 o 150 kilos”, explica.
Esa inversión implica un mayor esfuerzo económico, pero también marca un cambio profundo en la manera de producir. “Todo eso hace que el ganadero de esta zona invierta mucho más en la producción. Eso conlleva mayores costos, pero creo que con este valor de la hacienda, que es bueno, si se mantiene en el tiempo, vamos a poder crecer en cantidad de madres y en kilos de carne por ternero, que es lo importante”, afirma.
Plantea que una de las principales limitaciones estructurales para acompañar ese crecimiento es también el acceso al financiamiento. “Ahí es donde falta una pata más. La posibilidad de crecer en vientres nos va a dar un crédito razonable a largo plazo, porque la ganadería es más de largo plazo que la agricultura”, señala. Según Mantilla, hoy las tasas de interés no están en niveles compatibles con el negocio ganadero. “Estamos hablando de una tasa del 30 al 40%, y eso para la ganadería no es viable”, alerta.
Jorge Sedelli, de la cabaña Los Guasunchos, también habla de un escenario positivo en el norte: “La ganadería del norte está pasando por un momento muy atractivo en términos de precios. Los valores del ternero, cerca de $4000, son históricos. Nunca se habían visto. Además, la demanda está firme y hay mucho interés por la hacienda”.
Agrega: “Los terneros se colocan. En todos los remates, de cualquier casa consignataria, los precios son firmes y sostenidos. Y aun habiendo arrancado ya bien entrada la temporada de destete, los valores no bajaron, incluso siguieron subiendo, lo cual es un síntoma de fortaleza del mercado”.
Sedelli considera que este escenario puede impulsar un aumento del stock: “El hombre de campo siempre quiere tener más vacas. Si no las tiene, es porque hay factores que se lo impiden. Hoy hay intención de aumentar vientres porque el negocio es atractivo, sobre todo por la relación de precios del ternero de destete”. Alerta que los costos en dólares acompañaron el valor en alza de la hacienda y están muy altos.
Miguel Guenaga, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, también se muestra optimista. “La actividad ganadera en la provincia está en un momento muy bueno, tanto climática como productivamente. Luego de la sequía y los incendios, ahora tenemos mejores condiciones. Cayó mucha lluvia para esta época y, aunque se viene un invierno intenso, el estado de la hacienda es bueno”.
Guenaga destaca que ya se hicieron remates con buena venta de invernada y vientres, con precios razonables y un fuerte uso de tarjetas agropecuarias que ayudan a financiar las compras: “Estamos en una etapa positiva que mejora la rentabilidad de la actividad”. Indica que el gran desafío es mantener esta mejora: “Hay un ánimo renovado, pero eso tiene que sostenerse con políticas claras. Si no hay respaldo, se puede frenar. Por eso hay que aprovechar este momento para seguir creciendo”.
La preocupación por la garrapata ha sido uno de los temas más comentados durante la muestra. “Corrientes pasó de ser una zona de erradicación a una zona de control. Eso significa que el manejo del parásito quedó en manos del productor. Ya no hay una lucha sanitaria provincial ni nacional. Esto está afectando especialmente al centro-sur de la provincia, donde la hacienda no tenía inmunidad frente al síndrome de tristeza. Las pérdidas son importantes, tanto en rodeo de cría como en recría e invernada”, apunta. La cuestión incluso fue planteada al secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, durante su visita al predio el lunes pasado.