La princesa heredera de Europa que estudia en Harvard y tendría que cambiarse de universidad por la medida de Trump

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CAMBRIDGE, Massachusetts.- La prohibición del presidente Donald Trump a los estudiantes extranjeros de inscribirse o continuar en Harvard causó conmoción entre el inmenso alumnado internacional de la universidad, entre ellos la princesa de una familia real europea y una cantidad de jóvenes chinos que se vieron especialmente señalados por la medida.

El gobierno de Trump ya había congelado una partida de 2200 millones de dólares en subvenciones y 60 millones de dólares en contratos oficiales, y deportado a un investigador de la Facultad de Medicina de esa universidad. Ahora le toca a los extranjeros.

Una de las afectadas será la princesa Isabel, de 23 años y futura reina de Bélgica, que acaba de completar su primer año en Harvard. “La princesa Isabel acaba de completar su primer año. El impacto de la decisión se aclarará en los próximos días o semanas. Actualmente estamos investigando la situación”, declaró la vocera del Palacio Real belga, Lore Vandoorne.

“Estamos analizando esto en este momento y dejaremos que la situación se calme. Aún pueden pasar muchas cosas en los próximos días y semanas”, añadió el director de comunicación del Palacio, Xavier Baert.

La Biblioteca Harry Elkins Widener en el campus de HarvardJOSEPH PREZIOSO – AFP

Isabel estudia Políticas Públicas en Harvard, un programa de maestría de dos años que, según el sitio web de la universidad, amplía las perspectivas de los estudiantes y perfecciona sus habilidades para una “carrera exitosa en el servicio público”.

La princesa es la heredera del trono belga, siendo la mayor de los cuatro hijos del rey Felipe y la reina Matilde. Antes de asistir a Harvard, se licenció en Historia y Política en la Universidad de Oxford, Inglaterra.

Harvard calificó la acción del gobierno de “ilegal” y dijo estar “plenamente comprometida” con la educación de los estudiantes extranjeros, de los cuales los ciudadanos chinos forman el grupo más numeroso, y quienes además se sienten especialmente discriminados por la furia de Trump. Entre otras acusaciones, la orden de Trump afirma -sin mostrar pruebas- que la universidad se coordinaba con el Partido Comunista de China.

El número de estudiantes internacionales chinos en Estados Unidos ha caído a alrededor de 277.000 en 2024 desde un máximo de alrededor de 370.000 en 2019, impulsado en parte por la creciente tensión entre las dos economías más grandes del mundo y un mayor escrutinio del gobierno estadounidense de algunos estudiantes chinos.

A medida que las relaciones entre China y Estados Unidos se ha tensado en los últimos años, las familias chinas han enviado cada vez más a sus hijos a estudiar a universidades de otros países de habla inglesa, como Australia y Singapur.

Los ciudadanos chinos representaron una quinta parte de la admisión de estudiantes extranjeros de Harvard en 2024, según datos de la universidad.

Muchos estudiantes chinos estaban cancelando vuelos a casa este viernes y buscando asesoramiento legal sobre su permanencia en Estados Unidos. “Creo que la comunidad china se siente definitivamente como una entidad más señalada en comparación con otros grupos”, dijo Zhang, un joven de 24 años que estudia el doctorado en Física.

“Algunos amigos me aconsejaron que intentara no quedarme en mi alojamiento actual si las cosas recrudecen, porque creen que es posible que un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas pueda sacarte de tu departamento”, dijo Zhang, que no dio su nombre de pila por razones de seguridad.

El campus de HarvardJOSEPH PREZIOSO – AFP

Zhang afirma que muchos de los estudiantes chinos de Harvard están preocupados por la situación de sus visados y sus perspectivas de prácticas, aunque otros creen que es probable que la escuela gane cualquier la legal.

“Nuestros profesores nos han enviado un correo electrónico que está trabajando activamente en una respuesta en las próximas 72 horas y pretende negociar con el gobierno”, dijo Teresa, una estudiante china de posgrado en la Kennedy School de Harvard. Teresa subió una publicación en la plataforma Xiaohongshu, similar a Instagram, titulada “Refugiada de Harvard”.

La Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong anunció este viernes que ofrecería “ofertas incondicionales, procedimientos de admisión simplificados y apoyo académico para facilitar una transición fluida” a los estudiantes afectados en Estados Unidos.

Estudiantes, docentes y miembros de la comunidad de la Universidad de Harvard durante una protesta (Archivo)AP

Pippa Ebel, consultora educativa independiente en la ciudad sureña de Guangzhou, afirmó que si bien la orden de Trump no cerró por completo las puertas a la educación superior estadounidense, “probablemente represente un empujón final hacia otros destinos”.

“No será un cambio radical, sino un recrudecimiento de las preocupaciones existentes de los padres chinos”, declaró Ebel, autora de un informe sobre estudiantes chinos para el centro de estudios británico HEPI.

Los estudiantes de otras nacionalidades también debieron recalcular su estadía en Harvard y en Estados Unidos, impactados por la medida draconiana y oscurantista del presidente del país que eligieron para perfeccionarse y brillar como profesionales.

“Hay muchísimos estudiantes de todo el mundo que vinieron a Harvard para convertirlo en un lugar mejor y transformar Estados Unidos y sus países de origen para mejor”, dijo Karl Molden, un estudiante de Viena que acaba de terminar su segundo año. “Ahora todo corre el riesgo de desmoronarse, lo cual me rompe el corazón”.

“Esto destruirá la universidad tal como la conocemos”, declaró Kirsten Weld, profesora de Historia latinoamericana y presidenta de la sección de Harvard de la Asociación Americana de Profesores Universitarios. “Harvard está ubicada físicamente en Estados Unidos, pero sus estudiantes y profesores provienen de todo el mundo. Eso es fundamental para el trabajo y la misión de la institución. No se puede quitar eso y que al final la institución quede vacía”.

Ya son varias las medidas Donald Trump contra la universidad en las últimas semanas Canva

Sarah Davis, estudiante australiana de segundo año de la Kennedy School, que se graduará la próxima semana, dijo que no estaba completamente segura de recibir su maestría en Administración Pública si su visa de estudiante se invalida. Incluso si recibe su título, dijo Davis, es poco probable que pueda permanecer en Estados Unidos para el trabajo de posgrado que ha aceptado. Su empleo depende del patrocinio continuo de Harvard bajo un programa que permite a las universidades patrocinar las visas de estudiantes internacionales hasta tres años después de graduados.

“Es increíblemente decepcionante que te quiten algo por lo que has trabajado tanto en un instante”, dijo Davis, “y terminar en el limbo”.

Alfred Williamson, un estudiante galés que acaba de terminar su primer año, comentó que él y muchos de sus amigos internacionales ya habían empezado a pensar en transferirse a otras universidades. “Le escribí a un amigo en el Reino Unido preguntándole si podíamos hablar sobre la posibilidad de transferirnos a Oxford o Cambridge”, dijo. Y añadió: “La gente se lo está tomando muy en serio. Todos están enloquecidos, nadie sabe qué hacer”.

Agencia Reuters y The New York Times