Luego que Javier Milei blanqueara que Santiago Caputo es el integrante de su gabinete con mayor influencia en lo político, relegando incluso a Guillermo Francos, el jefe de Gabinete salió a sacar pecho sobre su rol en la coordinación de los ministros y en “la firma” de los actos de Gobierno a diferencia del asesor todoterreno que, por su estatus formal, “no resuelve temas”.
Las declaraciones del mandatario pusieron blanco sobre negro sobre la marcada influencia en el quehacer diario de la Casa Rosada del también consultor e integrante del “triángulo de hierro” junto con Karina Milei.
En las oficinas que tiene el asesor presidencial en el salón Martin Fierro suelen peregrinar distintos ministros, como su tío “Toto” Caputo o Patricia Bullrich; esta última coincidió con el secretario de Transporte, Franco Mogetta, cuando se coordinó la logística de la previa a una de las marchas en favor de los jubilados en las que participaron grupos de izquierda y agrupaciones sociales.
El jueves pasado, Milei había afirmado que el consultor es el integrante de su mesa chica con mayor influencia en lo político, relegando al propio Francos. “Hay una segunda instancia de control político, que es Santiago Caputo. Y el que mete el gancho final soy yo”, aseguró el mandatario en A24 en momentos en que estaba hablando de la función del jefe de gabinete al que, si bien elogió, lo definió como “un ministro que reparte el juego, que distribuye el juego. Entonces, los ministros están muy libres”.
Pero Francos buscó este lunes bajarle el tono a las declaraciones del jefe de Estado respecto al poder del Caputo en su gobierno. “El jefe de Gabinete soy yo y me hago responsable de los actos que yo firmo. Entiendo que Santiago Caputo es un asesor y no tiene firma ejecutiva, no resuelve temas”, expresó en diálogo con radio Splendid.
Como contó Clarín, desde el punto de vista formal, Caputo tiene un vínculo con el Estado como monotributista por lo que no puede ser investigado ni por la Oficina Anticorrupción (OA) ni la Unidad de Información Financiera (UIF). No es sujeto políticamente expuesto.
El asesor presidencial trabaja bajo un contrato 1109 anudado con la Secretaría General de la Presidencia, que ofrece “servicios personales destinados a desarrollar estudios o programas especiales”, por el que está nominado como “consultor nivel II”. A la postre, percibe mensualmente “3750 unidades retributivas” que, al día de hoy, ascenderían a unos 2 millones de pesos.
“No creo que haya sido esa la intención del Presidente, en el momento de expresarlo lo dijo de esa manera como ha hablado siempre del ‘triángulo de hierro’, expresiones que no agregan nada”, sostuvo Francos al ser consultado si el mandatario había restado su influencia en la gestión. Al respecto, abundó que “nunca (Milei) me ha cuestionado los temas que le he llevado en consideración. No es una expresión que me moleste para nada“.
En septiembre pasado habían emergido versiones sobre una supuesta interna entre el jefe de Gabinete y Caputo y para despejar cualquier suspicacia ambos dirigentes y Karina Milei pasaron juntos para una foto, abrazados, en la oficina de la poderosa funcionaria. Sí en los últimos meses emergió una tensión, por ahora subterránea, entre la presidenta de LLA y el consultor por el interés del grupo de tuiteros, afincados en “Las Fuerzas del Cielo”, de tallar en el armado electoral de Provincia.
Como sea, Francos decidió minimizar el impacto de las declaraciones del mandatario. En la planta baja de la Casa Rosada, donde tiene su sede la secretaría de Interior y oficina el propio alto funcionario, le quitaron trascendencia a lo dicho este lunes por Francos al asegurar que “fue una declaración sin contexto que subieron en los títulos de los diario” al tiempo que aseguraron que el jefe de gabinete y el asesor “se llevan muy bien”.
El año pasado Caputo solía visitar con frecuencia las oficinas de Interior mayormente para reunirse con el vicejefe de gabinete de Interior, Lisandro Catalán.