Los días de Matías Tissera, el goleador de Huracán que quedó preso en una cárcel de Córdoba por extorsión y no quiere que lo visite su familia

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La sorpresa fue mayúscula cuando en Migraciones del Aeropuerto Internacional de Ezeiza le dijeron a Matías Tissera que no podía viajar con sus compañeros porque tenía un pedido de captura expedido en la Justicia de Córdoba. El delantero de Huracán vio cómo el resto de los jugadores abordaban el vuelo que los llevaría a Brasil, donde el 2 de abril el Globo le ganó 2-1 a Corinthians por la Copa Sudamericana.

Antes de que eso sucediera, Tissera estuvo en una sala de la Policia de Seguridad Aeroprtuaria (PSA) donde el personal lo contuvo mientras esperaban las instrucciones de la fiscalía para saber el lugar de traslado: desde ese momento estaba a disposición de la Justicia. Esa misma noche salió en una camioneta de la Policia de Córdoba rumbo a la provincia mediterránea para quedar alojado en el penal de Bouwer.

Está acusado de «tentativa de extorsión» y fue denunciado por Florencio Ferrara, dueño de una firma de casas prefabricadas que quebró el año pasado, pero que antes había incumplido un acuerdo comercial con Tissera.

Tiempo atrás el futbolista le había pagado 10 mil dólares a la firma de Ferrrara para la construcción de una casa en un lote de Córdoba, algo que nunca sucedió. Tissera intentó un acercamiento con el empresario, pero su suerte terminó siendo la misma que la de otros cientos de damnificados que pagaron y tampoco tuvieron su casa.

Desde Bulgaria, donde jugaba para el club Ludogorets Razgrad, sintió la impotencia por estar lejos y recurrió a sus contactos. Oriundo de Rojas, contactó a un coterráneo radicado en Córdoba, Luis Atilio Suárez, para pedirle que se encargara del asunto. Esta persona fue detenida por haber emboscado a Ferrara y reclamar el dinero invertido y un extra por el incumplimiento. El detalle es que lo hizo a punta de pistola.

Suárez tiene un prontuario complejo, con diferentes acusaciones ante la Justicia. «No es trigo limpio, no», admiten en el entorno del futbolista, aunque aseguran que la apretada no fue planeada ni sugerida por Tissera.

Si la Justicia considera lo contrario, el futbolista tendrá que cumplir una pena de 3 años y 4 meses de cumplimiento efectivo. En principio el abogado penalista que lo representa, Adolfo Allende Posse, espera emarcar la causa no en el artículo 118 del código penal que prevé esos términos, sino en el Art. 149 bis que plantea términos excarcelables.

En el estudio entienden que si la fiscalía logra acreditar la acusación, en el peor de los casos se puede interpretar como coacción, situada en una escala penal de 2 a 4 años y por lo tanto no son de cumplimiento efectivo.

De todo modos, en el presente concreto, Tissera pasa sus días en el pabellón E del Módulo MD1 del penal de Bouwer, lejos de la población común y comparte el espacio con un sindicalista y un abogado, entre otros detenidos.

«Él está bien en el sentido que está en un lugar medianamente en buenas condiciones. Pero no ve a su esposa ni a su hijo hace 10 días y contando», le explica Allende Posse a Clarín, la única visita de Tissera en el penal ya que el jugador prefiere que su familia no lo visite.

Si bien cuenta con algunos elementos para sostener alguna rutína física, no cuenta con el tiempo necesario para utilizarlo ni lo necesario para mantenerse al nivel que lo requiere un deportista de elite. En Huracán saben que no podrán contar con él por un tiempo.

El martes, la fiscal del Distrito 3 Silvana Fernández escuchará a Tissera, que entre otras cosas contará el vínculo previo con la persona que lo acusa: dirá que lo estafó, que él es la víctima, pero deberá responder por las amanazas que lo tienen en un Penal. El abogado que lo representa considera que la situación de Tissera es excesiva.

«Nosotros reclamamos que es excesivo, el Código dice de privar a una persona de su libertad cuando ‘cuando sea absolutamente indispensable’, porque puede haber peligro de fuga ¿A dónde se va a fugar Tissera?», se pregunta el abogado, que detalla que a comienzos de este año acompañó al futbolista cuando se puso a disposición en la causa.

Allí solicitó el mantenimiento de su libertad y recibió la respuesta positiva de la fiscal, pese a que dos meses después terminó detenido.