De un momento a otro, los aranceles de entrada a Estados Unidos suben o bajan de acuerdo a la voluntad de Donald Trump, y estas decisiones arrastran a los empresarios a dar volantazos abruptos a sus planes de negocios, en una Argentina donde no hay demasiado margen de ganancias debido a la alta carga impositiva. Si había algo de especulación con respecto a ventajas para la Argentina producto de un arancel extra de “solo” el 10%, los últimos anuncios cambiaron el panorama.
“Este cambio de reglas es justamente lo que nos critican como país, pero ahora resulta que es la mayor potencia del mundo la que sigue esta mala práctica”, dice un empresario que hace y rehace sus números, en un intento por poner orden donde no lo hay.
Para resumir: se mantiene para la Argentina el arancel base del 10%, pero se rebajan temporariamente a 10% los aranceles por encima de este porcentaje a más de 60 países por 90 días. Es el resultado de negociaciones con 75 naciones que evitaron represalias y buscan acuerdos. En otro capítulo de esta saga, que comenzó el 2 de abril, sigue la escalada entre China y Estados Unidos, algo que el mundo mira como espectador pero con mucha preocupación.
Según el análisis de la situación por parte de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), hay casi un 51% de las exportaciones argentinas a Estados Unidos que están libres de aranceles y excluidas de estos cambios en las reglas del intercambio comercial bilateral. Se trata del petróleo, oro y litio, que constituyen los principales productos libres de aranceles porque justamente tienen un alto interés para Estados Unidos.
El resto de los exportadores argentinos a este país están con los nervios de punta. Por un lado, los sectores de la siderurgia y el aluminio (11% de las ventas a EE.UU), deben tributar el nuevo 25% de arancel. Por el otro, los sectores forestal y farmacéutico (3% de las exportaciones) también podrían verse impactados por la misma medida de protección bajo el paraguas de la “seguridad nacional”.
Además de estos complejos, que tienen medidas extraordinarias, el resto entra dentro del 10% adicional. “Las economías regionales como la vitivinícola, la miel y el azúcar, entre otras, sufren fuertemente este impacto porque son mercados de márgenes muy estrechos y hay que manejarse con mucho cuidado”, advierte Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal). Los que más venden a Estados Unidos son:
Fernando Landa, presidente de la CERA, advierte que en el nuevo escenario se dificulta la competencia con México y Canadá, países con los cuales Estados Unidos tiene un Tratado de Libre Comercio llamado T-MEC. Esto afecta mayormente al sector de los limones, de la carne y también al mosto. “Por lo menos durante 90 días la Argentina está en desventaja con respecto a México y Canadá”, asegura.
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