Como cada 27 de diciembre, 25 de Mayo celebra otro año de vida, un departamento clave en la provincia de San Juan por su cultura y por la historia de su pasado.
En 1881, durante la gobernación de Anacleto Gil, es oficialmente fundado como 25 de Mayo, antes de ese momento todo lo que hoy es conocido como 25 de Mayo formaba parte de Caucete. Recién 35 años después, nace su villa cabecera Santa Rosa, fundada en 1916. Este hecho permitió que comience el desarrollo urbano de comunidad que mantiene las tradiciones y hábitos de antaño.
El 1917 comienza el desarrollo urbano, con el trazado de la plaza principal y la disposición de terrenos para la construcción de edificios públicos y división de localidades. De esta manera, con sus seis distritos, Villa Cabecera Santa Rosa, Las Casuarina, Tupelí, Villa el Tango, Encón y La Chimbera, este departamento es fundamental en la diversificación económica de la región.
En cuanto a la industria sobresale la del vino, con numerosas bodegas que elaboran los vinos comunes o denominados de mesa, que abastecen a la provincia y algunos puntos del país. También se destaca la producción olivícola, con la elaboración de una de los mejores aceites de oliva de la provincia y del país.
Hasta el día de hoy, en la zona de El Encón se encuentran rastros de las míticas lagunas de Guanacache, un oasis natural con agua, animales y vegetación, que supo ser hogar de la cultura huarpe. Las lagunas no solo sirvieron para la subsistencia, sino que también dejaron una huella en la identidad histórica de la región.
El clima del departamento se caracteriza por ser árido, con altas temperaturas en verano, escasas precipitaciones y una gran amplitud térmica diaria. En cuanto a su actividad agrícola, el 55% está ocupado por vides y el 37% por plantaciones de olivos. Sus localidades son conocidas por la calidad de su producción vitivinícola y olivícola.
25 de Mayo produce el 90% del pistacho del país, posicionando a San Juan como el principal exportador de este fruto seco en Argentina. En el último tiempo, las exportaciones de pistacho consolidaron al departamento como un actor clave en el desarrollo de esta industria emergente.
La principal actividad económica es la agricultura, con superficies cultivadas por la vid y el resto por plantaciones de olivo. Por otra parte, el melón, sandía, pera, membrillo, damasco y durazno, semillas y pasturas son otros de los cultivos que se realizan en el departamento, constituyendo el restante del porcentaje. También se efectúan explotaciones forestales; se destaca la ganadería, siendo la caprina y bovina la más importante en la zona.
En cuanto a la industria sobresale la del vino, con numerosas bodegas que elaboran los vinos comunes o denominados de mesa, que abastecen a la provincia y algunos puntos del país. También se destaca la producción olivícola, con la elaboración de una de los mejores aceites de oliva de la provincia y del país.
En los parajes rurales, predomina la actividad agraria, pero también la producción artesanal como medio de expresión y subsistencia.