Este miércoles 10 de diciembre, con la entrega de certificados a 47 personas que egresaron de sus tratamientos por consumos problemáticos, se completó un total de 97 altas terapéuticas durante el 2025. La cifra equivale a un aumento del 169, 4% de estos egresos respecto del 2024, cuando 36 jóvenes y adultos alcanzaron este logro fundamental para sus vidas. Pero a su vez demuestra la efectividad y el compromiso asumido a través del Plan Estratégico Provincial para el Abordaje de los Consumos Problemáticos 2023-2027, el que es gestionado desde el Ministerio de Familia y Desarrollo Humano, a través de la Dirección de Prevención y Asistencia de los Consumos Problemáticos, más la participación activa de los distintos programas de todos los ministerios y áreas del Gobierno de San Juan.
En el mismo acto, otras 21 personas, entre varones y mujeres, algunas en tratamiento aún, otras con sus altas terapéuticas, recibieron sus certificaciones por haber aprobado cursos de capacitación en peluquería, barbería, herrería y soldadura. En la oportunidad se les entregó herramientas de trabajo para que inicien sus propios emprendimientos que les permitan “encaminarse a un presente y un futuro con sueños cumplidos”, tal como dijeron las autoridades en la oportunidad.
Acompañaron a los jóvenes y adultos que transitaron sus tratamientos terapéuticos, sus familias y amigos, equipos técnicos de los centros de atención y casas convivenciales, además del ministro de Familia y Desarrollo Humano, Carlos Platero; el subsecretario de Desarrollo Social, Miguel Blanquier; la directora de Prevención y Asistencia de los Consumos Problemáticos, Daniela Merlo; y la directora de Juventudes, Tania Villaviencio.
En sus palabras de despedida, Merlo, destacó que quienes egresan son personas de todos los departamentos de la provincia y que muchos de ellos, hicieron algunos de las 32 capacitaciones en oficios que estuvieron a disposición, como parte fundamental de los procesos terapéuticos. Mientras que el ministro Carlos Platero, valoró el acompañamiento de los profesionales, los equipos técnicos, las familias y fundamentalmente “el coraje de quiénes equivocaron el camino, pero asumieron el compromiso y se animaron a rehabilitarse. No es fácil, es duro e implica mucho esfuerzo que hoy da sus frutos para que puedan comenzar una vida nueva, salir adelante y concretar sus sueños”.