Chernobyl pierde capacidad de contención tras ataque ruso y el OIEA advierte sobre reparaciones urgentes

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KIEV.– El escudo protector que cubre el reactor nuclear de la planta de Chernobyl, en Ucrania, ya no puede cumplir de forma plena su función principal de contención tras el ataque con drones rusos registrado a comienzos de este año, según determinó una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

La estructura, conocida como Nuevo Confinamiento Seguro, fue diseñada para evitar la liberación de radiación procedente del reactor que explotó en 1986 y constituye la pieza central del sistema de protección instalado tras la catástrofe nuclear. Sin embargo, los inspectores constataron que, debido al daño sufrido, la cubierta perdió parte de sus “funciones de seguridad primarias”, incluida la capacidad de confinamiento.

El recipiente de contención dañado en el Nuevo Confinamiento Seguro (NSC), que protege los restos del reactor 4 de la antigua central nuclear de Chernobyl para contener la radiación, tras un ataque con drones el 14 de febrero en ChernobylHANDOUT – UKRAINIAN EMERGENCY SERVICE

Ucrania había denunciado en febrero que Rusia atacó deliberadamente instalaciones en el área de exclusión de Chernobyl, algo que Moscú rechazó. No obstante, imágenes satelitales e inspecciones posteriores confirmaron el impacto y el incendio que afectó al revestimiento externo de la estructura. Aunque no se registraron daños irreversibles en las bases de soporte ni en los sistemas internos de monitoreo, el impacto fue suficiente para comprometer el funcionamiento integral del escudo.

Pese al nivel de alerta que generó el informe del OIEA, expertos internacionales buscan bajar el tono del dramatismo. El especialista ambiental británico Jim Smith, de la Universidad de Portsmouth, advirtió en declaraciones a la BBC que la situación “no es motivo de pánico”. Según explicó, el riesgo más significativo en Chernobyl sigue asociado al polvo radiactivo alojado dentro del viejo sarcófago de hormigón construido por la Unión Soviética tras la explosión. Ese material, subrayó, permanece confinado bajo varias capas de protección y no existe evidencia de que pueda dispersarse en el corto plazo.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anunció el 7 de diciembre de 2025 que sus equipos habían estado en Ucrania desde principios de diciembre para evaluar la seguridad nuclear y habían descubierto que el arco de Chernobyl había perdido sus «funciones de seguridad primarias» tras el bombardeo de febrero de 2025HANDOUT – UKRAINIAN EMERGENCY SERVICE

La explosión del reactor número 4, ocurrida en abril de 1986, liberó grandes cantidades de material radiactivo a la atmósfera, provocando una emergencia sanitaria que afectó a millones de personas en Europa y obligó a la evacuación permanente de miles de habitantes en Ucrania y Bielorrusia. Como respuesta de urgencia, se levantó el llamado “sarcófago”, concebido para durar apenas tres décadas. Ese límite llevó a la posterior construcción del Nuevo Confinamiento Seguro, una estructura colosal de 110 metros de altura y 256 metros de ancho que fue ensamblada en dos bloques y luego deslizada sobre el reactor.

La obra, que demandó nueve años de trabajo y una compleja ingeniería internacional, costó 2200 millones de euros. Fue financiada por la Unión Europea, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y 45 países, que buscaron garantizar un encapsulamiento seguro del reactor durante un siglo. El ataque con drones, sin embargo, puso en duda la previsión de esa vida útil y renovó temores sobre la vulnerabilidad de instalaciones consideradas críticas para la seguridad nuclear global.

Grossi explicó que estas infraestructuras resultan indispensables para la refrigeración de los reactores y el mantenimiento de los sistemas de seguridadJOE KLAMAR – AFP

Durante su visita reciente a Ucrania, el director general del OIEA, Rafael Grossi, advirtió que las reparaciones deben realizarse con urgencia para evitar un mayor deterioro. “La restauración oportuna e integral sigue siendo esencial para garantizar la seguridad nuclear a largo plazo”, señaló. Además de evaluar Chernobyl, el organismo inspeccionó subestaciones eléctricas vinculadas al funcionamiento de plantas atómicas en todo el país.

“También son necesarios para distribuir la electricidad que producen a los hogares y a la industria”, agregó el diplomático argentino, que desde la semana pasada se encuentra en plena carrera para ser elegido el año próximo secretario general de la ONU. En esa disputa también se encuentra la ex presidenta Michelle Bachelet.

El monitoreo del OIEA se realiza en un contexto marcado por ataques rusos recurrentes a la red energética ucraniana, lo que incrementa la preocupación internacional por la estabilidad de las instalaciones críticas.

Agencias Reuters y ANSA