TEGUCIGALPA.– El empresario de derecha Nasry Asfura, apoyado por el mandatario norteamericano, Donald Trump, consolidó su ventaja en el lento escrutinio de las elecciones presidenciales de Honduras, aunque continúa en un empate técnico con el presentador de televisión Salvador Nasralla.
Asfura, el líder de 67 años del Partido Nacional (PN), había tomado la delantera el domingo cuando se celebraron los comicios generales, pero el martes, tras problemas en el sistema informático de conteo de votos, fue superado por Nasralla, del Partido Liberal (PL), para nuevo volver a liderar desde el miércoles.
Ahora, con el 86,76% de los votos contabilizados, Asfura está al frente con un 40,24% frente al 39,41% de Nasralla, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). La diferencia es de algo más de 20.000 votos.
Sin embargo, el estrecho margen podría cambiar fácilmente, ya que alrededor del 17% de los votos presentan “inconsistencias” y serán revisadas, según comunicó la autoridad electoral del país.
Nasralla dijo que la injerencia de último minuto del presidente norteamericano –quién se pronunció en favor de Asfura y lo criticó a él directamente– había perjudicado sus posibilidades de ganar, y denunció un supuesto fraude electoral en su contra.
El mandatario norteamericano definió al candidato del PL, de 72 años, como un “casi comunista”, ya que ocupó un alto cargo en el actual gobierno de izquierda de la presidenta Xiomara Castro. Sin embargo, el comunicador, que abandonó su cargo el año pasado, se declara admirador de los presidentes de la Argentina, Javier Milei, y de El Salvador, Nayib Bukele.
“A mí me perjudicó porque yo iba ganando por bastante más diferencia”, dijo Nasralla en una entrevista a Reuters la tarde del jueves, además de criticar el indulto de Trump en vísperas de las elecciones al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, que cumplía una condena de 45 años de cárcel por narcotráfico en Estados Unidos. Hernández, del Partido Nacional, quedó libre el lunes.
El partido de Asfura forjó una estrecha alianza con Washington bajo el mandato de Hernández, quien gobernó de 2014 a 2022 y fue arrestado poco después de dejar el cargo.
El CNE interrumpió la difusión de datos la madrugada del lunes, lo que provocó que el presidente norteamericano amenazara con “consecuencias graves” para Honduras si decidían “cambiar los resultados”.
El conteo se reactivó al día siguiente, pero volvió a interrumpirse el miércoles durante tres horas por mantenimiento del sistema.
La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, explicó que están ingresando al sistema las actas que no pudieron ser transmitidas el día de la elección. Luego, juntas especiales incluirán aquellas que presenten inconsistencias.
El subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, pidió este jueves que se garantice el conteo de votos al señalar que la democracia “está en juego”. “Los ojos del mundo, incluidos los nuestros, están puestos en Honduras”, advirtió el funcionario en una publicación en X.
A raíz de las interrupciones en el conteo, Nasralla ha acusado a sus rivales de conspirar para intentar robar los comicios.
El candidato dijo que sus sospechas se fortalecieron sobre las 3 hora local (6 en la Argentina) del jueves, cuando su equipo informó que la página web de las elecciones se había caído repentinamente. Cuando volvió a estar en línea, “habían invertido todos” y su estrecha ventaja había desaparecido, dijo el candidato.
“Eso indica que hay algún algoritmo que no debe haber cambiado”, añadió Nasralla, aunque reconoció que no tiene pruebas de que se hayan cometido irregularidades.
Por su parte, Marlon Ochoa, representante de la izquierda gobernante en el CNE, también denunció un supuesto “fraude” en el conteo de votos fraguado por las consejeras Hall, del PL, y Cossette López, del PN, con “apoyo público de Washington”.
“Estamos ante un golpe que pretende violentar y usurpar la soberanía popular”, dijo Ochoa.
Las acusaciones de fraude electoral en el país no son algo nuevo, después de que en las reñidas elecciones presidenciales de 2017 surgieran acusaciones generalizadas de conteos de votos manipulados e irregularidades.
Los funcionarios electorales de Honduras instaron esta semana a la calma mientras trabajan para resolver complicaciones con su sistema de conteo rápido, problemas técnicos que afectan a un portal en internet diseñado para mostrar los resultados en tiempo real y mantenimiento del sistema sin previo aviso.
La Organización de Estados Americanos (OEA) no ha documentado hasta ahora ninguna manipulación en las elecciones y otros expertos atribuyen los retrasos en el recuento de votos a la incompetencia, no al fraude.
«Todos participaron en la construcción de un sistema electoral bastante débil y roto y esto es un subproducto de todas esas luchas internas que duraron semanas y meses», dijo Eric Olson, asesor político de la Fundación Internacional de Seattle y experto en política hondureña. “Este proceso no es genial, pero ocurre todo el tiempo en el caso de Honduras”, añadió.
Por ahora, el escrutinio a cuentagotas mantiene en vilo a la empobrecida nación centroamericana, golpeada por la violencia del narcotráfico y las pandillas, además de la corrupción.
Agencias AFP y Reuters