Una tormenta solar severa se dirige hacia la Tierra y genera preocupación global, con posibilidades de interrupciones en las comunicaciones y la aparición de auroras boreales y australes en lugares inusuales. El evento, advertido por la Agencia Espacial Europea, alcanzaría su punto máximo entre el martes y el miércoles, aunque se espera que continúe afectando al planeta con menor intensidad.
La intensa actividad solar podría provocar auroras en latitudes inusuales, entre ellos, Nueva Zelanda, Australia, México, Chile y Estados Unidos. A su vez, afectaría las redes de comunicación, provocaría fallos en satélites y generaría sobrecargas en las redes eléctricas. La empresa espacial Blue Origin podría posponer el lanzamiento de su cohete New Glenn debido a los riesgos asociados con este evento.
La Agencia Espacial Europea anticipa que las condiciones geomagnéticas perturbadas persistirán y estima que el impacto de la tormenta geomagnética es severo y podría afectar a satélites, redes eléctricas y sistemas de navegación, pero asegura que no representa un riesgo biológico directo para las personas en la Tierra.
Durante una tormenta solar, el Sol experimenta una secuencia de eventos. Primero, una llamarada solar libera energía equivalente a mil millones de bombas atómicas. Luego, un torrente de ondas electromagnéticas viaja a la velocidad de la luz y llega a la Tierra en ocho minutos, lo que podría interrumpir las transmisiones de radio de onda corta y causar errores en los sistemas de navegación.
Poco después, partículas energéticas solares de alta velocidad, como protones, electrones y partículas alfa, llegan a la Tierra. Esta radiación podría dañar a los astronautas y a las naves espaciales. También podría producir una cascada de partículas secundarias en la atmósfera, lo que podría causar errores en los componentes electrónicos.
Según la Agencia Espacial Europea, una llamarada suele estar acompañada de una eyección de masa coronal (EMC), una gran erupción de gas ionizado de la atmósfera exterior del Sol. “Una EMC crea ráfagas y ondas de choque en el viento solar que, si se dirigen hacia la Tierra, pueden tardar entre 18 horas y varios días en llegar”, detallaron. Cuando una EMC llega a la Tierra, tensa su campo magnético y causa una tormenta geomagnética.
Las auroras se producen por enormes eyecciones de masa coronal que desencadenan tormentas geomagnéticas cuando alcanzan la Tierra.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos informó que la tormenta solar alcanzaría el nivel 4 de 5 y que la llegada de otra CME podría significar la repetición de las auroras. Los cielos de México podrían iluminarse con tenues resplandores rosados y verdes.
Se aconseja a los entusiastas buscar cielos más oscuros lejos de las luces de la ciudad y se recomienda utilizar una cámara o un teléfono inteligente, que podría revelar las luces en fotos de larga exposición si no son visibles a simple vista.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.