La primera convocatoria del Premio Provincial de la Innovación, una iniciativa diseñada para reconocer ideas creativas con impacto tangible en la calidad de vida y el desarrollo productivo, superó lo previsto como objetivo. Con una expectativa inicial de alrededor de 40 aspirantes, la respuesta final fue contundente: 104 proyectos competirán por el galardón.
Con una variedad de áreas, desde inteligencia artificial hasta vitivinicultura, y participantes de todas las edades, la competencia se consolida como un termómetro del talento local. El proceso de evaluación, a cargo de un jurado que incluye referentes del sector privado, ya está en marcha.
Carlos Gallardo, director de Transferencia e Innovación, es el referente a cargo de esta iniciativa, quien destacó que el éxito no se mide solo en cantidad, sino en la calidad y la variedad de las propuestas recibidas.
Con un amplio abanico, conviven ideas pioneras en salud, finanzas y minería con otras dedicadas a energías renovables, materiales sustentables, packaging ecológico y hasta soluciones para sectores tradicionales como la vitivinicultura y la industria alimenticia. El denominador común es la tecnología de vanguardia: software especializado, robótica, inteligencia artificial y el uso de drones aparecen como herramientas centrales para revolucionar las formas de trabajo establecidas.
Sobre el perfil de los participantes, Gallardo destacó la mezcla generacional, con una significativa participación tanto de jóvenes como de personas de mayor experiencia, «hay muchos profesionales del área académica y científica que presentaron sus ideas», agregó el funcionario. Este dato señala un puente fértil entre la investigación y la aplicación, sugiriendo un potencial de transferencia al mercado.
Este premio es la evolución de un trabajo de siembra que la Secretaría de Ciencia y Tecnología viene realizando desde hace dos años mediante diversas líneas de apoyo financiero. El hecho de que cerca del 50% de los participantes ya haya trabajado anteriormente con la cartera es una señal de buenos resultados previos. Son emprendedores que pasaron por etapas de incubación y que hoy, con proyectos más maduros, regresan para competir, demostrando un ciclo virtuoso de apoyo y crecimiento.
Una de las claves para alcanzar esta cantidad de ideas fue la modalidad de postulación, que permitía tanto la inscripción directa como la nominación por terceros. Esta última vía, que representó cerca del 10% de los casos, permitió que proyectos que quizás dudaban de su propio potencial fueran reconocidos e impulsados por su comunidad, enriqueciendo aún más el nivel del concurso.
Con la inscripción formalmente cerrada, comenzó la etapa más compleja: la evaluación. Un comité de seis expertos, que incluye referentes de los sectores privados como la industria, el agro y la minería, tiene la tarea de seleccionar a los mejores.
El criterio se basa en el potencial de impacto en el desarrollo productivo provincial, la aplicabilidad y la escalabilidad de las ideas. En esta oportunidad, la cantidad de participantes ha obligado a implementar una metodología de filtrado por rondas, con posteriores puestas en común para elegir a los finalistas de cada sector.
La gran final será los primeros días de diciembre, cuando se conozcan los ganadores que se alzarán con 3 millones de pesos por el primer premio y 1 millón para los segundos puestos, en cada una de las tres categorías.