Cómo, cuándo y cuánto presta Estados Unidos: el camino que puede seguir la Argentina

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Estados Unidos está “listo para hacer lo que sea necesario” para apoyar a la Argentina. Así lo explicitó el secretario del Tesoro de ese país, Scott Bessent, y lo ratificó el presidente Donald Trump, en un encuentro que mantuvo hoy con el presidente Javier Milei.

Las negociaciones avanzan en torno a algún mecanismo de ayuda financiera que la principal potencia del mundo podría otorgar a la Argentina. Se trata del nuevo mecanismo al que apuesta el Gobierno para intentar sumar dólares prestados y mostrarle al mercado financiero que cuenta con divisas para cumplir con los próximos vencimientos de deuda, especialmente en enero y julio de 2026.

Lo que informó el gobierno estadounidense es que la administración de Trump está dispuesta a concretar algún mecanismo de asistencia financiera a través del Fondo de Estabilización (Exchange Stabilization Fund, según su nombre en inglés). Se trata de un activo de reserva administrado por el Tesoro de ese país, a partir del cual gestiona y concreta apoyos financieros y monetarios a otros países.

El Gobierno argentino espera un apoyo financiero del ESF estadounidenseShutterstock

Actualmente, ese fondo cuenta con euros, yenes, bonos del Tesoro estadounidense a un día y Derechos Especiales de Giro (la moneda creada por el FMI) entre sus activos. En total, suma US$219.460 millones.

Ese instrumento fue creado en 1934 e inicialmente funcionó comprando y vendiendo monedas extranjeras. Desde 1936, también empezó a concretar préstamos y operaciones financieras con gobiernos y bancos centrales de otros países, en una función que se intensificó tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y los acuerdos de Bretton Woods, que también incluyeron la creación del FMI y el Banco Mundial (anteriormente el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento).

Desde 1936, el ESF concretó 12 operaciones de préstamos con diferentes gobiernos argentinos, aunque no todos se materializaron. El último se efectuó en marzo de 1995, sobre el final de la primera presidencia de Carlos Menem. En medio de una situación de tensión económica generada tras el ‘Efecto Tequila’ y la crisis financiera en México, el fondo sumó US$250 millones a un paquete de US$1000 millones que recibió la Argentina.

Declaración conjunta del presidente Javier Milei y el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, en Casa Rosada, en abril.Presidencia

Ese desembolso se concretó en mayo de 1995 y fue devuelto, según informa el ESF en sus registros, a comienzos de diciembre de ese año. Para repagarlo, se usaron a su vez fondos del BID y el BIRF (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, una de las unidades que integran el Banco Mundial).

En ese contexto, el gobierno estadounidense también concretó varias operaciones financieras para asistir al gobierno mexicano. Entre ellas, hubo un préstamo de US$20.000 millones, que al día de hoy fue el crédito más voluminoso en la historia del ESF. Ese préstamo se repagó finalmente en 1997 e incluyó la particularidad de que contemplaba como garantía a las exportaciones de crudo gestionadas por Pemex, la petrolera estatal mexicana.

El primer préstamo del ESF a un gobierno argentino fue en 1959, durante la presidencia de Arturo Frondizi. Inicialmente, se trataba de un crédito de US$50 millones por el plazo de un año. Finalmente, el país utilizó US$25 millones de ese esquema, que se extendió por dos años y cinco meses.

Los registros marcan, sin embargo, que ese préstamo fue repagado en junio de 1962, ya durante la presidencia de facto de José María Guido, aunque ese gobierno renovó el préstamo. Esos US$50 millones fueron devueltos en junio de 1963.

En mayo de 1967, hubo un acuerdo por un crédito de US$75 millones, inicialmente a un año de plazo, pero luego no se usó.

Carlos Menem recibió en 1995 el último préstamo del ESF hasta la actualidadArchivo La Nación

Fue durante la década del 80 cuando se concentró la mayoría de las operaciones financieras entre la Argentina y el ESF estadounidense, en su mayoría en acuerdo con el FMI y otros organismos multilaterales.

En 1984, hubo un préstamo de US$500 millones, que se repagó con fondos del FMI. El crédito se concretó en diciembre de ese año y se devolvió semanas después, en enero de 1985.

Pero en junio de 1985 hubo otro acuerdo: el ESF aportó US$150 millones en el marco de un paquete de US$483 millones que recibió el gobierno del entonces presidente Raúl Alfonsín.

Luego, en 1987, hubo dos nuevas operaciones. En mayo, el ESF aportó US$225 millones de un crédito total de US$500 que llegó a la Argentina en marzo y se devolvió en julio.

Tres meses después, se concretó una operación similar, con US$200 millones del ESF en el marco de un giro de US$675 millones, que se devolvió en diciembre de 1987.

Luego hubo otras dos intervenciones, en 1988. En febrero, el ESF desembolsó US$550 millones, que se repagaron en mayo. Cinco meses después, ese fondo sumó US$265 millones de un paquete de asistencia financiera de US$500 millones, que incluyó dinero del BIRF, que finalmente se canceló en febrero de 1989.