El mercado interno de gas quedó chico para la producción de Vaca Muerta. Por eso, YPF negocia la construcción de terminales costa afuera (offshore) que permitan transformar el gas de su estado natural a líquido y exportarlo a Europa y Asia. La semana pasada, el presidente y CEO de la petrolera, Horacio Marín, se reunió con dos potenciales constructores de estos enormes buques de licuefacción, que cuestan alrededor de US$3000 millones.
Las negociaciones avanzan con intensidad. El mercado de gas natural licuado (GNL) se expandió con fuerza en los últimos años, pero no hay tantos jugadores internacionales y hoy apenas existen ocho buques de licuefacción en operación en todo el mundo. Esta tecnología enfría el gas a –162 grados, reduce 600 veces su volumen y lo convierte en estado líquido.
En un principio, YPF había evaluado instalar una planta en tierra, en Río Negro, pero el proyecto derivó en la alternativa de montar terminales offshore, que ayudan a mitigar el riesgo argentino.
La petrolera firmó acuerdos con Shell y la italiana Eni para explorar esta inversión. Al mismo tiempo, negocia con los fabricantes: la china Wison New Energies y la coreana Samsung.
Wison es una cara conocida en la Argentina. Su primer buque construido fue la Tango FLNG, que estuvo emplazada en Bahía Blanca en 2019, cuando YPF la alquiló a la belga Exmar –dueña de esa barcaza– para realizar las primeras pruebas de exportaciones de GNL.
El momento no fue el ideal y el proyecto resultó un desastre para YPF. Aunque había un contrato a 10 años, en 2020 la pandemia desplomó los precios internacionales, e YPF rescindió el contrato y pagó una indemnización de US$150 millones. Dos años después, los valores del GNL se dispararon por la invasión rusa a Ucrania, pero la barcaza ya había partido.
Fundada en 1997, Wison acaba de entregar el mes pasado su segundo buque, el Nguya FLNG, a Eni. Con capacidad para 2,4 millones de toneladas anuales (MTPA), equivalentes a 11,5 millones de m³/día, la petrolera italiana lo instalará en la República del Congo.
La construcción demoró 33 meses y costó US$2000 millones. Sus dimensiones son 376 metros de eslora, 60 de manga y 35 de calado.
En paralelo, Wison avanza con un tercer proyecto: un buque de 1,2 MTPA para el grupo indonesio Genting. La Tango FLNG tiene apenas 0,5 MTPA, y actualmente la alquila Eni para su producción en Congo.
YPF, en cambio, pretende un salto mayor. Negocia una terminal de 6 MTPA, el doble de capacidad que la recién entregada. La obra insumiría 46 meses de plazo y sería la más grande del mundo, ya que no existe un barco de esa escala. Para lograrlo, la unidad no tendría motor y debería ser remolcada permanentemente. Solo el traslado desde China a Río Negro llevaría seis meses.
En diálogo con medios argentinos, el gerente comercial de Wison, Xiaogang Liu, explicó que hace tiempo la compañía está invirtiendo en investigación y desarrollo para fabricar terminales offshore de licuefacción de gran escala. La solución sería que algunos tratamientos necesarios del gas en el proceso se realicen en tierra, para liberar espacio dentro del buque.
En el barco, solo habría módulos de licuefacción. El directivo contó que están trabajando con la empresa estadounidense Chart, que tiene la tecnología patentada para maximizar la producción de GNL. “Para proyectos de gran escala, pensamos que YPF podría convertirse en nuestro primer cliente”, dijo, en la feria internacional Gastech, realizada la semana pasada en Milán.
El ejecutivo agregó que el proyecto podría financiarse con créditos de bancos de desarrollo chinos. “Como contratista de YPF, estamos tratando de ayudar a nuestros clientes a financiarse, porque tenemos una relación con nuestras bancas en China, y queremos promover este modo de financiamiento corporativo”, dijo.
“Las conversaciones con YPF llevan tiempo. La barcaza Tango estuvo en la Argentina en 2019 y desde entonces mantenemos el vínculo. En 2024 recibimos una solicitud formal y este año presentamos nuestra propuesta. Esperamos iniciar el proyecto en 2026”, agregó Xiaogang Liu.
En paralelo, YPF también dialoga con Samsung, que ya entregó tres buques de licuefacción: a Petronas (2,1 MTPA en Malasia), Shell (3,6 MTPA en Australia) y Eni (3,4 MTPA en Mozambique). Actualmente, construye dos más para Pembina Pipeline (Canadá) y nuevamente para Petronas.
Según el último informe de Shell, la demanda mundial de GNL crecerá 60% hacia 2040, impulsada por el desarrollo económico en Asia, la reducción de emisiones industriales y de transporte, y el impacto de la inteligencia artificial.
YPF lidera Argentina LNG, un plan de gran escala que prevé la construcción de varias unidades flotantes de licuefacción (FLNG) con capacidad de 6 MTPA cada una. Por un lado, YPF avanza con Shell en la posibilidad de sumar un barco (antes se creía que podían ser dos), mientras que con Eni se evalúa la construcción de dos más. Para fines de octubre podría haber novedades al respecto, se entusiasman en la petrolera con control estatal.
Si los tres proyectos en análisis prosperan, la Argentina sumaría 18 MTPA adicionales, equivalentes a 81 millones de m³/d, el 54% de la producción local actual.
El ingreso formal del país al negocio del GNL, sin embargo, ya está previsto para 2027, cuando llegue el primero de los dos buques de licuefacción que alquiló Southern Energy (SESA), una empresa de la cual son accionistas Pan American Energy (30%), YPF (25%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y la noruega Golar LNG (10%) –dueña de las terminales–.
El primer barco, el Hilli Episeyo, arribará en 2027 con capacidad de producir 2,45 MTPA de GNL. El segundo, el MKII, llegará en 2028, con capacidad de 3,5 MTPA. En tres años, la Argentina podrá exportar casi 6 MTPA; es decir, 27 millones dem³/d de gas.
La entrada Cómo son los barcos con los que YPF podría vender gas a Europa y Asia se publicó primero en DIARIO DIGITAL MORENO MEDIOS.