El Gobierno definió un menú de siete bonos para buscar este miércoles renovar un vencimiento de deuda por $7,3 billones, que enfrentará a fin de esta semana. La cifra se redujo notablemente tras concretar hoy lunes -como viene sucediendo últimamente- un nuevo canje de tenencias con el Banco Central (BCRA), con el objetivo de descomprimir montos.
La operación se hizo horas después de finalizadas las dos reuniones de Gabinete que tuvieron lugar en la Casa Rosada, tras la contundente derrota que el oficialismo sufrió en las elecciones provinciales bonaerenses, comicios que, inéditamente, se nacionalizaron en cuanto a su repercusión.
El menú incluye:
El anuncio fue anticipado, como es costumbre, por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, mediante un posteo en la red social X, en un día en que mostró poca actividad allí, luego de su intensa presencia con mensajes durante la última semana de la campaña.
“Un detalle: la LECAP más corta (49 días) tiene el mayor plazo desde la licitación del 24 de abril pasado”, indicó el analista Federico García Martínez.
El desafío del equipo económico será intentar no convalidar tasas superiores a las pactadas en la última licitación de agosto frente a un vencimiento similar. En esa oportunidad, en el tramo corto a tasa fija, las tasas partieron del 75,6% anual y bajaron al 59,2% a cinco meses vista.
Son rendimientos que, en algunos casos, triplican el promedio de inflación esperada por el mercado, y que están generando que el pasivo heredado, que se venía refinanciando a tasas más sustentables, vuelva a crecer. De hecho, sumó unos $2 billones a los compromisos ya asumidos, producto de los muy altos intereses aceptados.
Claro que resta ver cómo digiere el mercado este traspié electoral (que ya hoy provocó fuertes desvalorizaciones de los bonos), que podría complicar seriamente los planes de reformas del Gobierno. No solo pone en duda la capacidad de lograr consensos políticos en el Congreso, sino que además torna más desafiante cualquier intento de regresar a los mercados internacionales de deuda.
Por lo pronto, hay que señalar que, para los plazos mayores a dos meses, rige un sistema de incentivos muy importante para que los bancos demanden títulos, ya que se trata de instrumentos que pueden incluir para el cómputo de los encajes prudenciales, que estén en el mayor nivel de los últimos 32 años.
De allí que en el mercado esperen que no haya problemas para que el Gobierno logre renovar la deuda ante los vencimientos o incluso, capturar algunos pesos más, “algo que dependerá de los precios que esté dispuesto a pagar”, señalan.
El compromiso a afrontar es —como se mencionó— muy similar al de hace 15 días, tras el intercambio de papeles con el Banco Central. Cabe recordar que, al discontinuarse las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) y traspasarse ese pasivo al Tesoro, el Ministerio de Economía entregó una cantidad equivalente en Lecap con vencimientos a 30, 60 y 90 días, instrumentos con los que el BCRA podía intervenir en el mercado.
Ahora, ante cada vencimiento, se canjea el título que caduca por una canasta de similares, pero con vencimientos más extendidos.
Eso fue lo que se hizo esta mañana, a través de la resolución conjunta 42/2025, enmarcada en el artículo 37 de la Ley 27.701 de Presupuesto 2023, prorrogada para 2025, y en lo dispuesto por el decreto 331/2022 y sus modificatorias, que habilitan operaciones de conversión de deuda utilizando distintos instrumentos.
En concreto, el Tesoro rescató $6,19 billones de la S12S5 (en su momento había entregado $6,21 billones de ese instrumento, por lo que utilizó poco) y emitió a cambio los siguientes instrumentos: