El clan Murdoch cierra la disputa sucesoria del imperio mediático con un acuerdo de miles de millones de dólares

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NUEVA YORK.- La interminable disputa sucesoria dentro de la familia Murdoch, una de las sagas empresariales y políticas más seguidas de las últimas décadas, alcanzó finalmente un desenlace multimillonario. Lachlan Murdoch, hijo predilecto del magnate Rupert Murdoch, firmó un acuerdo valuado en 3300 millones de dólares que le asegura el control del imperio mediático familiar durante las próximas décadas y, sobre todo, tras la muerte de su padre.

Según reveló The New York Times, la operación no solo pone punto final a una batalla hereditaria que se extendió por más de veinte años, sino que además consolida la línea editorial conservadora que caracteriza a medios como Fox News, The New York Post y The Wall Street Journal.

El magnate de los medios Rupert Murdoch había anunciado su renuncia como líder de la empresa matriz de Fox News y de sus holdings de medios News Corp., y su hijo Lachlan ocupó su lugarKevin S. Vineys – AP

El acuerdo, anunciado oficialmente este lunes, despeja cualquier incertidumbre respecto del futuro de la empresa y evita que los hermanos de Lachlan —Prudence, Elisabeth y James Murdoch— puedan disputar la conducción del conglomerado en el mediano plazo. Los tres, que históricamente se mostraron más moderados y críticos frente a la línea ideológica de Fox, recibirán 1100 millones de dólares cada uno a cambio de ceder sus acciones en el fideicomiso familiar. Con esta maniobra, Lachlan queda como único heredero al frente de la estructura, acompañado únicamente por sus hermanas menores, Grace y Chloe, quienes integrarán el nuevo fideicomiso que reemplazará al vigente hasta ahora.

La resolución llega tras un año de enfrentamientos judiciales, negociaciones secretas y un sinfín de tensiones internas. Rupert Murdoch, de 94 años, intentó junto a Lachlan modificar unilateralmente el fideicomiso irrevocable de la familia —bautizado en su momento como “Proyecto Armonía Familiar”— con el objetivo de impedir que Prudence, Elizabeth y James pudieran formar un bloque de poder que limitara la autoridad de Lachlan. Sin embargo, la maniobra fue frenada por los tribunales, que consideraron que se trataba de una estrategia para consolidar de forma ilegítima el control del hijo favorito del patriarca. La derrota judicial derivó en un proceso de apelaciones, hasta que ambas partes optaron por regresar a la mesa de negociaciones.

El edificio de News Corporation se encuentra en el centro de Manhattan, que alberga tanto al Wall Street Journal como a Dow Jones & Co.SPENCER PLATT – GETTY IMAGES NORTH AMERICA

El nuevo acuerdo no implica cambios inmediatos en la conducción de los medios, ya que Lachlan lleva varios años al mando del conglomerado. Pero sí representa un blindaje a largo plazo: el nuevo fideicomiso expirará recién en 2050, lo que asegura que Lachlan mantenga el control del imperio por al menos un cuarto de siglo más. Con ello, Rupert Murdoch logra lo que siempre buscó: garantizar la continuidad de lo que definió como un “protector de la voz conservadora en el mundo angloparlante”, en manos de su heredero designado.

La operación es compleja y combina préstamos, sociedades holding y venta de acciones. Según trascendió, el valor acordado para las participaciones de los hermanos representa aproximadamente el 80% de la cotización bursátil registrada al cierre de la última semana, una cifra bastante superior a la que Lachlan había ofrecido en rondas previas de negociación. Para Prudence, Elizabeth y James, que acumulan ya una fortuna considerable tras sucesivas herencias, el acuerdo supone no solo un refuerzo millonario a su patrimonio, sino también la posibilidad de desvincularse de un emporio mediático con el que mantienen serias diferencias políticas y personales.

La batalla por la sucesión tiene raíces profundas. Se remonta al divorcio de Rupert Murdoch de su segunda esposa, Anna Mann, cuando el magnate aceptó otorgar a sus cuatro hijos mayores un control equitativo sobre el imperio tras su muerte. Ese compromiso, convertido en un fideicomiso irrevocable, limitó la capacidad de Murdoch para designar a un sucesor único y sembró las bases de un conflicto que fue creciendo al compás de la polarización política en Estados Unidos y el giro cada vez más conservador de Fox News.

Rupert Murdoch, en el centro, y su esposa Elena Zhukova Murdoch llegan al Tribunal del Segundo Distrito Judicial en Reno, Nevada, el lunes 16 de septiembre de 2024Andy Barron – FR171960 AP

El clímax se alcanzó el año pasado, cuando Rupert y Lachlan intentaron imponer modificaciones al fideicomiso, pese a que estaba diseñado para mantenerse inalterable hasta 2030. Si el patriarca fallecía antes de esa fecha, los tres hermanos mayores habrían podido unirse para bloquear a Lachlan, y una vez llegado el vencimiento, tenían la libertad de vender sus acciones, poniendo en riesgo la continuidad del control familiar. El enfrentamiento derivó en un juicio de seis días en un tribunal de Reno, Nevada, que expuso décadas de resentimientos, acusaciones cruzadas y revelaciones íntimas de la familia.

El fallo del comisionado de sucesiones Edmund Gorman fue devastador para Rupert y Lachlan: calificó su intento de modificar el fideicomiso como “una farsa cuidadosamente urdida” y acusó de abuso de discreción a los representantes personales del magnate, entre ellos el ex fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr. La decisión abrió la puerta a que Prudence, Elizabeth y James tuvieran una posición de fuerza inédita en las negociaciones, que terminó traduciéndose en el acuerdo anunciado esta semana.

La resolución también refleja la creciente presión que Rupert y Lachlan enfrentaban tras la derrota judicial. Según documentos filtrados y testimonios obtenidos por The New York Times, la familia atravesó nueve meses de un torbellino legal con más de 50 abogados involucrados, escritos confidenciales y negociaciones en hoteles privados. En paralelo, declaraciones públicas de James Murdoch —incluidas acusaciones de misoginia contra su padre y críticas abiertas a la línea editorial de Fox— alimentaban la tensión y dañaban aún más la cohesión familiar.

Lachlan Murdoch, en el centro, y su esposa Sarah llegan al Tribunal del Segundo Distrito Judicial en Reni, Nev. el lunes 16 de septiembre de 2024Andy Barron – FR171960 AP

Finalmente, en marzo de este año, ambas partes reanudaron conversaciones serias en el Harvard Club de Nueva York, con la mediación de asesores financieros y legales. El resultado fue un compromiso que, en cierto sentido, permite a cada parte cantar victoria: Rupert y Lachlan aseguran la continuidad del liderazgo conservador bajo la figura del hijo elegido, mientras que Prudence, Liz y James obtienen una compensación millonaria y la libertad de desvincularse de un imperio con el que no se identifican.

Aunque el desenlace supone el cierre de un capítulo de alta tensión en la familia Murdoch, sus implicancias van mucho más allá de lo doméstico. Se trata de la confirmación de que Fox News y el resto del conglomerado seguirán jugando un papel clave en la política estadounidense e internacional bajo un liderazgo inamovible, en un contexto de polarización creciente.

Agencia ANSA y diario The New York Times