La Mercedes-Benz Vito tiene una historia de una década en nuestro país. En ese tiempo, pasó por varias etapas: cuando se lanzó en 2015 se fabricaba en la planta de Virrey del Pino. Tras ser discontinuada en el país (la marca decidió apostar fuerte fue por el Sprinter), comenzó a llegar desde España. Y algunos años después, y debido a las trabas a las importaciones, se siguió ofreciendo a cuentagotas, pero sin perder su presencia aquí.
Ahora, y de la mano de Prestige Auto (compañía que tomó la representación de la firma alemana en la Argentina), esta Van parece haber regresado al mercado con fuerza, algo que es bienvenido ya que no es muy abundante la oferta de este tipo de modelos en nuestro medio. Y la que fue presentado hace pocas semanas es el restyling de la tercera generación, que se comercializa en dos variantes: Furgón Mixto y Tourer, con capacidad para 10 pasajeros, que evaluamos.
Comparado con la generación anterior, esta Vito luce más elegante y moderna; y también más grande (las medidas son más amplias que antes: 5,37 m de largo, 1,928 m de ancho sin espejos, 1,917 m de alto y 3,43 m entre ejes).
Muestra un nuevo diseño pensado para resaltar ciertos atributos. Por ejemplo, adelante la parrilla fue reformulada y exhibe unas franjas cromadas alrededor de la clásica estrella el paragolpes en color carrocería acoge las tomas de aire laterales y los faros con proyectores son más delgados y con las DRL arriba (toda la iluminación es en LED). Lateralmente ostenta un perfil más atlético, estilizado y completamente vidriado. En la parte trasera, aparece el nuevo conjunto óptico con tres guías de luz verticales y el paragolpes también en el mismo color.
Los dos portones laterales permiten un ingreso muy cómodo (son de accionamiento eléctrico) y el trasero es enorme y facilita la carga de cualquier material que se quiera llevar (hay que considerar que con todas las plazas ocupadas el baúl queda con una capacidad limitada).
El interior sorprende gratamente. Al subirse se nota un replanteo total de la disposición de los mandos además de agregados tecnológicos que transmiten mucha modernidad y que remiten a otros modelos de la estrella. Por ejemplo, el torpedo está dominado por una pantalla táctil de 10,25” para la central multimedia (compatible con Android Auto y Apple CarPlay) que se complementa muy bien con el nuevo tablero mixto (ofrece velocímetro y tacómetro analógicos y, en medio, una computadora de viaje digital de 5,5”) y con el volante (recubierto en cuero) de nueva generación con controles táctiles de buena sensibilidad y detección capacitiva de manos libres (en el aro hay un sensor que detecta si las manos están agarrándolo y, de determinar alguna situación anómala, activa una señal sonora y visual de atención).
Y también el modelo estrena la interfaz de asistencia MBUX con la función “Hola Mercedes” y que permite interactuar con el Vito y darle órdenes o hacerle preguntas sobre diversas funciones de infoentretenimiento (cambiar emisoras de radio, responder sobre datos del tiempo, encender, apagar o regular la climatización, etcétera). Además, ahora trae funciones adicionales como mostrar el espacio libre detrás de la cola o preparar el auto para el lavado.
También hay una actualización en el equipamiento de serie. Ahí destacan la cámara de retroceso con visión 360° y los sensores de estacionamiento (fundamentales para acomodarlo en espacios reducidos o maniobras marcha atrás); los espejos laterales calefaccionados y con plegado eléctrico; el aire acondicionado semiautomático Tempmatic con un nuevo panel de control y salidas en todas las hileras; el cargador inalámbrico de celulares; el asistente de luz de conducción con sensor de lluvia, y más.
El espacio y la modularidad siempre fueron dos puntos fuertes del Vito y eso permanece inalterable, gracia a que los asientos se pueden desplazar y mover en varias posiciones como para poder adaptarla a las necesidades de los usuarios; también ofrece múltiples espacios de guarda y otras funcionalidades (como posavasos, etc.). Las butacas son muy cómodas (con soporte lumbar de 4 posiciones) y todas cuentan con cinturones. Asimismo, la posición de manejo es muy buena (por el volante regulable en altura y profundidad) y ofrece una visión fantástica hacia adelante.
En seguridad la batería es igualmente completa, con ocho airbags, controles de estabilidad y tracción, asistente de arranque en pendiente, frenos a discos en las cuatro ruedas con ABS y EBD, anclajes Isofix, monitor de punto ciego, sensor de presión de neumáticos, asistente de viento lateral, alerta de cansancio del conductor, control de velocidad crucero adaptativo, frenado activo con función de tráfico cruzado y frenado de emergencia con detección de vehículos se acerquen de frente (cuando se aproximan en sentido contrario hasta 70 km/h). Y suma dos elementos importantes: uno es el sistema Pre-Safe (puede detectar situaciones de conducción críticas con antelación, advertirlas e iniciar medidas de protección preventivas, como pretensado reversible de los cintos del conductor y acompañante y cierre de las ventanillas). El otro es el asistente activo de distancia Distronic basado en radares, que, entre otras funciones, mantiene automáticamente el margen de seguridad respecto al móvil precedente y puede facilitar la tarea del conductor, por ejemplo, al conducir por autopista o en retenciones; uno de sus objetivos es aliviar las situaciones de conducción monótonas.
Hay una evolución también en la mecánica: ahora viene con un bloque diésel de 4 cilindros en línea, 16 válvulas y 1.6 L de cilindrada con turbocompresor de doble entrada, intercooler e Inyección directa controlada electrónicamente, que genera 190 CV a 4200 rpm y 44,9 kgm de torque (440 Nm) entre 1350 y 2400 rpm, y que se acopla a una transmisión automática 9G Tronic de 9 relaciones; la tracción es trasera. O sea, ya no cuenta con el motor de 2 L, 211 CV a 5500 rpm y 35,5 kgm desde 1500 rpm ni tampoco la caja de 7 cambios.
¿Fue beneficioso este salto? Parecería ser que sí. Porque el hecho de poseer más par a menos vueltas parece compensar la disminución en la potencia, que también aparece bastante más abajo en el cuenta vueltas.
Así es que se siente muy equilibrado para las distintas condiciones: en el tránsito el impulsor se siente suave y eficiente, entregando la polenta de manera suave y progresiva, mientras que en autopista trabaja realmente súper relajado (a 130 km/h está en las 1750 rpm) pero sin por eso escatimar la respuesta ante las exigencias del pedal. De igual modo, la caja es excelente y lo acompaña perfectamente, mostrando un paso de marchas rápido y preciso.
Y las prestaciones son más que buena: acelera de 0 a 100 km/h en 10 segundos, recupera de 80 a 120 km/h en 7,8 segundos y la velocidad máxima declarada por el fabricante es de 203 km/h. Los consumos son correctos, con promedios de 8,1 L/100 km en uso mixto.
El confort de marcha es destacable: cómodo, mullido y bastante silencioso (aunque con los ruidos lógicos de este tipo de vehículos).
El comportamiento dinámico es igualmente notable, y se lo siente firme y agarrado en velocidad, y ágil y dócil para moverse en el tránsito gracias a las muy buenas suspensiones, la directa y precisa dirección y las varias asistencias.
El precio sugerido al público es de US$80.000.
La entrada Un nuevo Mercedes-Benz se renueva y pisa fuerte en el mercado argentino se publicó primero en DIARIO DIGITAL MORENO MEDIOS.