El Papa llama a una jornada de ayuno por la paz y un grupo de rabinos se suma con un inesperado reclamo

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ROMA.- Evidentemente preocupado por un mundo convulsionado, el papa León XIV llamó este miércoles a los católicos a una jornada de ayuno y oración por la paz en el mundo y especialmente “en Ucrania y en Tierra Santa”.

“El próximo viernes 22 de agosto celebraremos la memoria de la Santísima Virgen María, Reina del Cielo. María es la Madre de los creyentes aquí en la tierra y también es invocada como Reina de la Paz. Mientras nuestra tierra continúa herida por las guerras en Tierra Santa, Ucrania y muchas otras regiones del mundo, invito a todos los fieles a dedicar el 22 de agosto a ayuno y oración, implorando al Señor que nos conceda paz y justicia, y que enjugue las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso”, dijo el Pontífice. “Que María, Reina de la Paz, interceda para que las personas encuentren el camino hacia la paz”, añadió, en un llamamiento que pronunció al final de la tradicional audiencia general de los miércoles, que nuevamente, debido a la ola de calor, tuvo lugar bajo techo, en el Aula Pablo VI.

Su predecesor, el papa Francisco, en septiembre de 2013 también convocó a un día de ayuno y oración por la paz en el mundo y para evitar una intervención militar norteamericana en Siria.

El Pontífice, de origen estadounidense pero también con nacionalidad peruana, insiste en la urgencia de la paz desde que se presentó al mundo tras su elección, el 8 de mayo pasado. Ya ha realizado llamamientos por Ucrania y se ha referido a Gaza, aunque a diferencia de Francisco no lo hace de manera sistemática cada domingo y miércoles.

Al igual que su predecesor, está plenamente informado y sigue con atención y preocupación estos y otros conflictos que ensangrientan al mundo. Ya se ha reunido en dos ocasiones con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky; habló por teléfono con el mandatario ruso, Vladimir Putin, y también con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, así como con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, tras el ataque del mes pasado a la única iglesia católica de Gaza.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, y el papa León XIV saludan a periodistas durante su reunión en Castel Gandolfo, Italia, el 9 de julio de 2025.Gregorio Borgia – AP

Anoche, al dejar Castelgandolfo tras unos días de descanso, León XIV respondió a las preguntas de los periodistas sobre las recientes tratativas en Alaska y en la Casa Blanca para frenar la guerra en Ucrania. Dijo tener “esperanza” y subrayó que “hay que trabajar mucho y rezar mucho para encontrar el camino”.

Consultado acerca de si había hablado con algunos de los líderes mundiales implicados en las negociaciones —entre ellos Donald Trump, presidente del país donde nació hace casi 70 años y que cumplirá el 14 de septiembre próximo—, el Pontífice asintió: “cada tanto hablo con alguno de ellos… continuamente, hay que seguir adelante”.

El domingo pasado, tras la oración mariana del Ángelus, también se refirió a las conversaciones en curso: “recemos para que lleguen a buen puerto los esfuerzos para hacer cesar las guerras y promover la paz; de modo que, en las tratativas, ocupe siempre el primer lugar el bien común de los pueblos”.

En la audiencia general de este miércoles, que congregó a miles de fieles de distintos países —muchos de ellos siguiendo la catequesis también a través de las pantallas gigantes instaladas en la Basílica de San Pedro—, el Papa centró su reflexión en la importancia del perdón. Recordó cómo Jesús, en la víspera de su muerte, ofreció de comer en la última Cena incluso a quien lo había traicionado. “El perdón que nos enseña Jesús no espera el arrepentimiento del que ofende, sino que se ofrece primero, como don gratuito, aun antes de ser recibido. No es olvido ni debilidad, sino la capacidad de dejar libres a los demás. De ese modo, el perdón se revela en todo su poder y muestra el rostro concreto de la esperanza. Perdonar no significa negar el mal, sino impedir que las tinieblas a las que conduce se sigan extendiendo, y regresar a la luz del bien. El perdón libera y devuelve la paz”, explicó.

Paracaídas lanzan suministros en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, el miércoles 20 de agosto de 2025.Abdel Kareem Hana – AP

La crisis humanitaria en Gaza también generó una reacción dentro del judaísmo, con una carta de 80 rabinos modernos internacionales, titulada “Un llamado a la claridad moral, la responsabilidad y una respuesta judía ortodoxa a la crisis humanitaria en Gaza”, está ganando cada vez más adhesiones, según informó la agencia ANSA.

El texto denuncia la hambruna en Gaza y la violencia extremista de colonos israelíes. Entre los firmantes figura el rabino David Rosen, director internacional de asuntos religiosos del Comité Judío Americano durante más de tres décadas, ex rabino jefe de Irlanda y con una reconocida trayectoria en el diálogo interreligioso con el Vaticano. Rosen, además, envió una copia de la carta a la oficina vaticana encargada de las relaciones con el judaísmo.

“La declaración —señala una nota publicada en el sitio web de Rosen— insta al Estado de Israel a abordar la hambruna generalizada en Gaza y a denunciar la violencia extremista de los colonos”.

La iniciativa fue encabezada por el rabino Yosef Blau, expresidente de los Sionistas Religiosos de América y asesor espiritual (mashgiach ruchani) de larga trayectoria en el Seminario Teológico Rabino Isaac Elchanan (Riets) de la Universidad Yeshiva. Al explicar su motivación, Blau subrayó: “Mi apoyo a Israel y al sionismo se deriva de mi compromiso con el judaísmo. Una lealtad acrítica contradice la introspección fundamental del judaísmo. Cuando la religión se utiliza para justificar el culto al poder, distorsiona la moralidad fundamental”.

Los firmantes recalcaron su profunda conexión con Israel y describieron a los judíos ortodoxos como “entre los más devotos partidarios de Israel”. Sin embargo, advirtieron que “los pecados y crímenes de Hamas no eximen al gobierno de Israel de su obligación de hacer todo lo necesario para evitar una hambruna masiva en Gaza”, según recogió también la Agencia Telegráfica Judía.

Otros firmantes incluyen al rabino Pinchas Giller, así como a los rabinos principales de Polonia, Dinamarca y Noruega, junto con destacados líderes religiosos de las principales congregaciones ortodoxas de Los Ángeles y Washington.