A diferencia de lo que ocurrió con el IPC (Índice de Precios al Consumidor), la inflación minorista que mide el Indec sí registró un impactó del salto del dólar en julio. Bajo esa influencia, los precios mayoristas aumentaron un 2,8% en el mes, cifra que se explica por un incremento de 2,6% en los productos nacionales y del 5,7% en los importados.
Los datos sobre el nivel general del índice de precios internos al por mayor (IPIM) fueron publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su informe Sistema de índices de precios al por mayor (SIPM). Este índice había dado deflación en mayo y un alza de 1,6% en junio –idéntica cifra que la inflación minorista de ese mes–.
La explicación sobre por qué la suba del dólar no se trasladó de igual manera en la inflación minorista se encuentra, según los analistas, en el hecho de que una demanda deprimida y una mayor competencia de los productos importados dificulta la remarcación por parte de las empresas.
Hay que recordar que la canasta de la inflación mayorista tienen una composición diferente a la minorista: el IPIM incluye solo bienes, mientras que el IPC está integrado por un combo de bienes y servicios –además, medidos a nivel consumidor final–.
El economista Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, destacó la “aceleración de la inflación mayorista”. “Por caso, en precios básicos se duplicó pasando de 1,5% a 3%. El salto de 5,7% en los precios de bienes importados fue similar al de abril, y eso da cuenta del impacto de la suba en el precio del dólar oficial que el mes pasado promedió 7%“, comentó.
Para Caprarulo, es relevante que dentro de los productos manufacturados, alimentos y bebidas se desaceleró a 1,1%, la cifra más baja desde junio del 2020. “Esa señal es relevante por el impacto que tiene el rubro en la inflación minorista por su ponderación en el consumo de los hogares”, agregó.
La economista María Castiglioni Cotter, directora de C&T Asesores Económicos, analizó que, si bien tuvieron un aumento en julio, los importados subieron solo 6% en la medición interanual y 11% en el acumulado del año. “Es decir que estos precios, aún con la apertura del cepo, la liberación de los pagos de importaciones y el sobreprecio que venían llevando por encima del tipo de cambio, no tuvieron grandes saltos”, explicó la economista.
Además, la especialista dijo que lo positivo es que la inflación mayorista interanual está a 20,9%, por debajo del IPC (39,6%), y la cifra del acumulado del año dio 12,3%, también menor a la inflación minorista en ese período (17,3%). “El dato de precios mayoristas fue un buen número para la dinámica de la inflación minorista de agosto, que para nuestras estimaciones, viene muy tranquila y podría dar por debajo de la de julio”, opinó.
Respecto de los productos nacionales, Castiglioni Cotter también señaló el bajo aumento de alimentos y bebidas (1,1%), mientras que otros, como químicos, máquinas y aparatos eléctricos, y caucho y plásticos, se encarecieron más, pero se trata de rubros que venían subiendo mucho menos en el año y que incluso en términos interanuales aún presentan incrementos muy bajos.
En tanto, el economista Mateo Borenstein, de la consultora Empiria, destacó que la suba de los precios mayoristas en julio se debió principalmente al encarecimiento de los importados, que se vieron afectados por el alza de 7% promedio del dólar en julio.
Por otro lado, Borenstein dijo que el aumento de 2,6% en los productos nacionales se explica por aumentos en los precios mayoristas de los productos manufacturados, mientras que los precios de la energía traccionaron parcialmente los precios a la baja dado que solamente crecieron 1,7% .