En la vida consorcial, pocas cosas generan tantas discusiones como los límites entre lo que un propietario puede modificar y lo que debe quedar bajo reglas compartidas. Las zonas que son denominadas áreas comunes de un edificio no son propiedad exclusiva, a diferencia de las partes propias.
Ahora, al referirse a una cochera, esta entra dentro de lo que se denomina parte propia de un edificio, porque, si constan de una escritura, son de propiedad del dueño de esa unidad. Pero, a la hora de pensar en alterar de alguna forma esa cochera, la decisión ya no es propia.
Por lo que, para responder a la pregunta sobre si un dueño puede cerrar su espacio con rejas, se llega a la siguiente conclusión:
Según Enrique Abatti, abogado especializado en Derecho Inmobiliario, la respuesta es clara: no se puede, salvo que el reglamento del edificio lo autorice de forma expresa. Si esa facultad no está prevista desde el inicio, el consorcio puede habilitarla mediante una asamblea, pero cumpliendo las mayorías legales o las que establezca el estatuto.
“En este caso, la autorización debe incluir un diseño estandarizado que determine la administración o la misma asamblea, y la ejecución debe estar a cargo de alguien designado por el consorcio. No puede cada uno hacer la reja que se le ocurra para delimitar su espacio guarda coche”, detalla Abatti.
El criterio es similar al de las bauleras: si el constructor entrega espacios abiertos, marcados y numerados, no se pueden cerrar de forma unilateral. La razón es doble: seguridad y estética. Cualquier modificación debe responder a un diseño único y aprobado, para evitar riesgos y mantener la uniformidad del edificio.
En resumen, antes de pensar en colocar una reja, conviene leer el reglamento y, de ser necesario, llevar el tema a la próxima asamblea. Evitarse un conflicto con los vecinos puede ser más barato que instalar la reja.
Cuando se trata de proteger un vehículo, no todos los espacios de guardado son iguales. Aunque muchas veces se usan como sinónimos, una cochera y un garaje no son lo mismo, y conocer sus diferencias puede ayudar a tomar una mejor decisión al momento de construir o comprar una propiedad.
La principal distinción entre una cochera y un garaje está en su estructura. El garaje es una construcción cerrada, con paredes, techo y una puerta que se puede cerrar con llave. Suele estar adosado a la vivienda o como una estructura independiente, y ofrece una protección integral frente a los cambios del tiempo, los robos y el desgaste que genera la exposición prolongada al sol, la lluvia, el viento o el granizo.
La cochera, en cambio, es un espacio más abierto. Puede tener solo techo y algunos pilares o paredes laterales, pero no está completamente cerrada. Este tipo de estructura protege el vehículo del sol y la lluvia, pero no brinda el mismo nivel de seguridad ni de resguardo que un garaje. Sin embargo, también tiene sus ventajas, como el menor costo y la mayor flexibilidad de ubicación y diseño.
Ventajas del garaje
Un garaje representa una inversión más alta, pero ofrece múltiples beneficios:
Ventajas de la cochera
Aunque no ofrece el mismo nivel de protección que un garaje, la cochera también tiene sus beneficios:
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