El consejo para Milei, según el club de países más ricos del mundo

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Además de la motosierra en el gasto público, con recortes de gastos y licuación en algunas partidas (jubilaciones, salarios públicos, entre otros), el Gobierno tiene a la desregulación como pilar de su programa. El Estado es una organización criminal, suele repetir el presidente, quien eligió a Federico Sturzenegger como el ministro a cargo de esta tarea, con facultades delegadas en el marco de la Ley Bases.

En ese escenario, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), un club internacional que integran los países más ricos del mundo, propone una mirada que balancea la necesidad de “simplificar” y “agilizar” trámites con la vigencia de regulación pública en diferentes actividades y sectores para alcanzar “objetivos de política pública”.

Manuel Gerardo Flores Romero, economista de la OCDE

La lógica de la regulación tiene que ser analizar qué beneficios trae, y si esos beneficios superan a los costos”, dice el economista Manuel Gerardo Flores Romero, coordinador del Programa de Política Regulatoria de OCDE en Latinoamérica, al explicar la visión que plantea sobre el diseño de normas, trámites y gestiones en los diferentes niveles del Estado esta organización, a la que espera ingresar el país.

La regulación son las reglas de juego que establece un gobierno en la forma en que van a interactuar ciudadanos, empresas y el propio gobierno, entre sí. Desde la perspectiva de la OCDE y sus 38 miembros, debería existir porque persigue objetivos de política pública válidos, y esos son la protección al ambiente, el consumidor o el trabajador”, detalla el economista, que se doctoró en la Universidad de Warwick (Inglaterra) y tiene su oficina en Ciudad de México.

En su enfoque, esos objetivos que persiguen las regulaciones deben ser balanceados con un análisis de los “costos” que acarrean y la evaluación de que los “beneficios” resultantes sean mayores. Ese escenario, indica, no suele ser atendido por los funcionarios públicos. “La tentación de los Gobiernos a sobrerregular es muy amplia. Muchas veces se generan incentivos para regular porque entre más regulación, más grande es la estructura del estado, más empleados, más presupuesto y todo lo que eso conlleva”, analiza.

El logo de la OCDEAchim Wagner – Shutterstock

Lo que la OCDE tiene como recomendación es monitorear normas. La regulación supone resolver, cuando los beneficios son mayores a los costos. Los países miembros tienen estos sistemas donde evitan que el stock de regulación vaya creciendo año a año”, dice el especialista, al describir al exceso regulatorio como una “pileta de agua turbia” que entorpece el funcionamiento de diferentes actividades.

Ese enfoque, dice Flores Romero, es el que debe aplicarse desde cuestiones macro hasta situaciones micro, como los requisitos para la apertura de un comercio o un restaurante. “Pensemos en un local gastronómico y una licencia sanitaria que supervise cómo se manejan alimentos de manera correcta para no generar un problema de salud. Eso tiene un objetivo claro, pero no significa que pueda reducirse la carga administrativa. Si se le pide a un restaurante que el chef tenga que tomar un curso de dos semanas para un manejo de determinada cosa, no es adecuado, porque esa persona no va a poder trabajar, le eleva los costos. Si hablamos de una empresa donde carnean pollos, ahí se tienen que tener regulaciones más estrictas”, dice el economista, y sintetiza: “Ese es el ejemplo que sigue la OCDE: la regulación debe ser proporcional dependiendo del riesgo”.

La eficiencia y la reducción de costos administrativos y burocráticos es otra de las premisas que debe perseguir el diseño de la regulación, dice Flores Romero, quien lideró desde la OCDE el diseño de la ‘Ventanilla única de trámites’ junto al gobierno porteño. Se trata de una iniciativa que permite a las empresas completar todos los trámites y pasos para habilitaciones, de forma digital y concentrada en una única plataforma.

“Antes los trámites eran todos de manera física, y debían completarse en cada dependencia, que están físicamente en diferentes lugares. Esa lógica debe pasar al mundo digital, donde el ciudadano quiere tener todo organizado en un lugar. Y eso es lo que la OCDE recomienda, sea para una pareja cuando nace su bebé, o una familia que quiere conocer los apoyos que brinda el gobierno, o un estudiante que busca becas”, concluye el analista.