Las empresas de EE.UU. en la Argentina pidieron que el país avance hacia reformas estructurales -mencionó la tributaria y la laboral- para mejorar la competitividad, libre acceso al mercado de cambios para girar dividendos, y acuerdos políticos para evitar el “efecto péndulo”
Lo hizo en un informe en el que analizó los cambios comerciales introducidos por Donald Trump el 2 de abril, cuando lanzó aranceles para decenas de países y Estados Unidos generó un tembladeral en el comercio global. En ese marco, sugirió políticas a implementar por la Argentina, hoy muy cercano a los EE.UU., y también potencialidades.
Trump anunció un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones a EE.UU. en vez del 2,5% aplicado hasta finales de 2024. También estableció tarifas más altas para 60 países con recargos adicionales (de entre el 11 % y el 50 %) aplicables según criterios como el balance comercial, la existencia de barreras no arancelarias y otros factores vinculados a la política económica y de seguridad nacional.
A partir de ahí, se generó una suerte de “guerra de aranceles”, en la cual algunos países decidieron tomar represalias, pero también negociar una baja de sus propios aranceles para mejorar la situación.
El informe de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham) “examina cómo las medidas arancelarias impulsadas por el gobierno de Estados Unidos están transformando el comercio global” y plantea las condiciones, según las empresas que la componen, que el país debe reunir para convertirse en “un actor relevante ante un nuevo escenario comercial internacional”.
En ese camino, la AmCham, afirma que la Argentina tiene un “desafío estructural” para construir un “entorno competitivo que permita captar inversiones productivas, con reglas claras y marcos regulatorios alineados a estándares internacionales”.
Para ello, según la entidad, es necesario avanzar sobre cinco pilares fundamentales: estabilidad macro, institucionalidad, seguridad jurídica, acceso fluido al mercado de capitales y reducción del riesgo país.
Las políticas que deberían implementarse, según Amcham, son:
En el actual contexto de mayor incertidumbre global, caracterizado por el endurecimiento de políticas arancelarias y una menor relevancia de los marcos multilaterales tradicionales, la Argentina podría verse beneficiada ante nuevas oportunidades en el comercio internacional, según Amcham. Para la entidad, el potencial exportador del país se concentra en cuatro sectores:
El analista en materia de comercio internacional, Marcelo Elizondo, opinó que si la Argentina llega a un acuerdo arancelario con Estados Unidos (hoy paga el 10%), hay una buena oportunidad para el país. Pero hay requisitos, que son las reformas internas. “El mundo no se va a desglobalizar, pero los países serán más selectivos para elegir a sus socios comerciales”, apunta. “Las reformas regulatorias, como la laboral o la impositiva, son críticas. También creo que es muy importante la institucionalidad que menciona el informe”.
“Yo agregaría que es clave la política exterior, que hoy está muy ligada a lo geopolítico. Habría que consolidar más acuerdos, por ejemplo, con la Unión Europea, y que el Mercosur también avance con Canadá y con la India para alentar no solo el comercio, sino también las inversiones”, recomendó. Agregó que en este momento hay 174 acuerdos de integración regional, y se siguen firmando.
Cambios y desafíos en el comercio
Hasta ahora, EE.UU. solo alcanzó un principio de acuerdo con el Reino Unido y Vietnam, mientras que al menos 26 países están en proceso de negociaciones para evitar la entrada en vigor de los nuevos aranceles. “La postura proteccionista por parte del gobierno norteamericano no distingue entre aliados estratégicos y competidores, generando así tensiones con países como Japón y Corea del Sur, que enfrentarán un arancel del 25%, y con la EU, cuyos productos podrían ser gravados con un 30% a partir del 1° de agosto», dijo Amcham.
China cobrará 10% y Estados Unidos 30%, al menos hasta mediados de agosto. Con respecto de Brasil, se espera la entrada en vigor de un arancel del 50% a partir del 1° de agosto, fundamentado por el gobierno estadounidense en decisiones judiciales y políticas adoptadas por gobierno de Lula. Otros productos que estarán grabados por aranceles serán: el acero y el aluminio, con un recargo del 50%, la industria automotriz (25%) y, a partir del 1 de agosto, el cobre (50%).