Los detalles y qué falta esclarecer sobre la muerte de la joven brasileña que cayó en un volcán en Indonesia

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Con el cuerpo de Juliana Marins recuperado, los investigadores avanzan en el esclarecimiento de la muerte de la joven brasileña, que cayó más de 300 metros en un volcán en Indonesia y quedó atrapada por más de tres días. El forense Ida Bagus Alit, encargado de la autopsia, reveló más detalles de sus últimos momentos y las lesiones que sufrió.

En una entrevista con la prensa local, Alit indicó que la causa de la muerte fue un traumatismo que derivó en varias fracturas y lesiones en órganos internos y una intensa hemorragia. Sin embargo, se desconoce por el momento cuál de las caídas que sufrió es la que causó la muerte.

Se sabe, según el testimonio del forense, que Marins murió 20 minutos después de un fuerte traumatismo. “Las fracturas óseas revelaron daño en los órganos internos y hemorragia. La causa preliminar de la muerte es un traumatismo cerrado que resultó en fracturas, daño interno y hemorragia. El golpe fatal fue causado por un objeto contundente, quizás por una superficie dura”, sostuvo ante varios medios indonesios, declaraciones que fueron recopiladas por el medio brasileño O Globo.

Foto tomada de video de la Agencia de Rescates de Indonesia (BASARNAS) el 25 de junio del 2025, rescatistas colocan el cuerpo de la turista brasileña Juliana Marins en una ambulancia en la isla de Lombok, Indonesia. (BASARNAS via AP)BASARNAS – BASARNAS

“Estimamos que murió alrededor de 20 minutos después del traumatismo”, dijo, pero luego aclaró: “No se sabe con certeza qué caída causó la muerte de Juliana”. Y es que un drone que captó a la joven publicista de 26 años la muestra con vida y moviendo las manos varias horas después caerse en la grieta del volcán, por lo que pudo haber sufrido otra caída posterior.

“La hemorragia fue significativa y los órganos, como el bazo, no mostraron signos de contracción, lo que indicaría un sangrado lento. Por lo tanto, podemos afirmar que la muerte se produjo en un intervalo muy breve después de las lesiones”, remarcó el forense.

También reveló que la muerte se produjo entre 12 y 24 horas antes de que los rescatistas pudieran finalmente llegar a ella (el miércoles), tarea que se demoró por las condiciones climáticas adversas y la poca accesibilidad de la zona.

En otro tramo de la conferencia, el forense se refirió a la falta de agua. “La [lesión] más grave fue la que afectó su sistema respiratorio. Presentó lesiones en el tórax, principalmente en la espalda, que dañaron los órganos internos. Como todas las lesiones, en las piernas, brazos, espalda y cabeza, se produjeron casi simultáneamente. La región de la espalda fue la más afectada”, sumó.

Los operativos para intentar rescatar a Juliana duraron más de tres días. Cuando pudieron llegar a ella, estaba muerta. La joven brasileña cayó el sábado pasado mientras realizaba una exigente caminata en el volcán Rinjani.

El Monte Rinjani es el segundo volcán más alto de Indonesia, con más de 3700 metros sobre el nivel del mar. Juliana formaba parte de un grupo de seis turistas asistidos por dos guías locales.

Juliana Marins tenía 26 añosRedes sociales

Según el testimonio de su hermana Mariana en diálogo con el medio G1, la joven se sintió agotada durante el segundo día de caminata y pidió detenerse a descansar. Entonces, el resto del grupo continuó y fue en ese lapso de tiempo que sufrió la caída de 300 metros. A partir de ese momento, comenzó una carrera contrarreloj para rescatarla.

Sin embargo, las condiciones climáticas y las características del terreno dificultaron gravemente el operativo. El lunes, los rescatistas se vieron obligados a detener la misión al no poder asegurar correctamente el anclaje en la zona. Finalmente, el martes por la tarde se retomaron las tareas, pero cuando lograron llegar al lugar, Juliana ya no presentaba signos vitales.

La caminata que había iniciado —y que debía durar tres días— es considerada una de las más exigentes del país. Su familia insiste en que hubo negligencia por parte de los guías al dejarla sola en un entorno tan riesgoso.