Las petroleras comenzaron a trasladar la suba global del crudo a los surtidores

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El impacto que la guerra entre Israel e Irán tuvo en los precios internacionales del crudo, al encarecerlos más de un 21% en promedio en las últimas semanas, comenzó a derramar su influencia sobre los surtidores argentinos.

La petrolera Puma fue, esta vez, quien hizo punta al disponer -según pudo confirmar LA NACIONya hoy un incremento del 5% en el precio del litro de los combustibles que expende en el país.

Apenas una horas después se comenzaron a sumar el resto de las empresas locales, algo que incluyó a la estatal YPF, según pido comprobarse durante una recorrida callejera, pese a que desde esa petrolera no se cansan de recordar que ya dejaron de trabajar con precios fijos y que están en tránsito hacia un esquema de precios diferenciados según mercado y horarios de demanda, ya sean “pico” o “marginales”.

El conflicto entre Israel e Irán impactó en el precio del crudoAFP/Getty Images

La decisión tomada por YPF al respecto, dado que con una participación del 55% es el mayor jugador del mercado, es clave. Asegura que el aumento, que también están aplicando Shell y Axion, ya se generalizó.

Es que la petrolera controlada por el Estado suele comercializar con los precios más baratos del mercado, los que están entre 6% -o incluso más- por debajo “que los expendidos por sus competidores, Raízen, Axion Energy y Puma”, asegura el medio especializado EconoJournal.

El alza dispuesta por YPF, según los precios exhibidos de venta al público en estaciones de servicio ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires (CABA), fue del 2,5%. Por esta razón el litro de nafta súper, que hasta esta mañana se vendía a $1186, ya se expende a $1215, y el de la nafta premiun pasó de $1405 a $1435.

A su vez en las estaciones de servicio de Axion la nafta súper y premiun ya se ofrece a $1239 y $1497 por litro, y en las que llevan a Shell como marca esos valores quedaron, por ahora, en $1299 y $1548, respectivamente.

Los aumentos ya verificados y los proyectados para ser aplicados en los próximos días abarcan tanto a las naftas como al gasoil y podría suponer un problema para los deseos oficiales -con vista a las elecciones de octubre- de seguir mostrando en los próximos meses una inflación con tendencia firme a la baja, aún cuando se haya intensificado en los últimos días el “apretón monetario”.

Según recogió LA NACION de distintos referentes, en la industria local sostienen que, dado el aumento que han tenido los precios del crudo (el barril de Brendt pasó de US$61,41 a fin de mayo a US$73,9 en las últimas horas), el “atraso” en el precio promedio al que se venden los combustibles aquí ya va del 15% al 19%, según se trate de los menos o más refinados.

“Es un diferencia que ya se comió nuestros márgenes”, explicaron desde una petrolera al ser consultados al respecto.

De allí que el reacomodamiento del 2,5% al 5% ya en curso podría incluso no ser el definitivo en la medida que los precios internacionales del crudo no insinúen próximamente un cambio de tendencia. “Tomando en cuenta los números esa es una posibilidad cierta”, acotaron ante la consulta.

“En términos reales, el precio de las naftas no aumenta desde abril. A diferencia de lo que sucedía hasta principios de año, cuando existía un precio doméstico del crudo descalzado del internacional que se negociaba entre productores y refinadores, hoy el mercado funciona en convergencia con el precio internacional. Tenemos que empezar a achicar el atraso en surtidor», coincidieron en explicar desde una petrolera a EconoJournal.

La referencia alude a que son precios que, según destacan en el sector, no se movieron ni aún con la devaluación que el peso sufrió tras la modificación de esquema. “La única suba fue leve y a principios de este mes por la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL)”, insistieron en destacar.