Luego de varias ruedas por encima de los $1200, el dólar minorista sorprende por un movimiento a la baja. Y si bien se mueve en valores lejanos al piso de la banda de flotación, algo que hace un tiempo pronosticaba el equipo económico, la cotización oficial volvió a valores que tenía a mediados de mayo.
Varios factores coyunturales se combinan detrás de esta caída en la cotización de la divisa estadounidense, que retrocedió alrededor de $40 en la última semana (3,3%): al cierre de hoy, el promedio minorista que difunde el BCRA lo ubica en $1161, mientras que en el Banco Nación llegó a $1160.
La tendencia también se replica en el resto de las cotizaciones. El dólar MEP cae 2% en el día y se vende a $1166,30, mientras que el CCL (contado con liquidación) muestra un valor similar ($1165,35) y una baja mayor (3,3%).
El calendario aparece como un elemento clave para la dinámica cambiaria. La semana tiene operaciones acotadas, por los feriados del lunes y el viernes en el país y el de mañana en Estados Unidos por el Día de la Liberación (Juneteenth), en conmemoración por la emancipación de esclavos afroamericanos.
Pero ese escenario de menos ruedas hábiles se da a pocas jornadas de que se concrete el fin de la baja temporal de retenciones a la agroexportación, que deriva en una concentración de las liquidaciones de divisas para evitar la suba (a partir de julio).
“En once ruedas de junio ya se liquidó 33,8% más que en las primeras once ruedas de mayo”, detalla Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, sobre un factor que, anticipa, se revertirá a partir de julio si el Gobierno mantiene su plan y concreta la suba de retenciones. “La baja del tipo de cambio nominal no es una tendencia que proyectemos hacia adelante”, define.
Por otro lado, la baja temporal del dólar en las últimas ruedas también se podría asociar con la proximidad del pago de aguinaldo, que implica mayor demanda de pesos por parte de las empresas. En un escenario de política monetaria contractiva impulsada por el Tesoro y el BCRA, esa mayor necesidad de liquidez por parte de las empresas estuvo acompañada con una suba en las tasas de interés, que se dio junto a la baja del dólar aun con la baja de la inflación que confirmó el Indec.
“El premio hoy por estar en pesos subió. Tuviste una licitación donde el Tesoro envió un mensaje contractivo, igual que el BCRA con algunas de las medidas que anticipó la semana pasada para acumular reservas. Eso puede explicar la suba de tasas en pesos, que se transmite rápido a las implícitas de los futuros. Y esa combinación, con un pico en la demanda de pesos antes del pago de aguinaldos, son factores importantes para explicar la baja del tipo de cambio”, dice Gabriel Caamaño, de Outlier, quien también pone el foco en la intervención del BCRA en el mercado de futuros.
Con mayor oferta en el mercado oficial, también hay una baja en el segmento informal. Luego de operar por encima de $1200, el dólar blue también retrocede $10 y se vende a $1190 en cuevas y arbolitos de Buenos Aires.
De todas maneras, las proyecciones en el mercado no marcan una profundización de la baja del dólar, en un escenario donde se revierten factores (demanda pre pago de aguinaldos, mayor oferta del agro) que propiciaron ese movimiento en las últimas ruedas.
“Ya en julio se empiezan a pagar salarios y aguinaldos, y ahí la demanda se da vuelta. Las personas van a estar líquidas en pesos, y ahí sí pueden acceder al mercado oficial, mientras que las empresas están más restringidas”, anticipa Caamaño. A su vez, el séptimo mes incluye las vacaciones de invierno.
“Puede haber un pico en la demanda privada de dólares potencial, con baja en la demanda de pesos de empresas. Si eso no se revierte, podemos ir a un nuevo equilibrio con menos tasa en pesos y cotización nominal del dólar un poco más alta”, concluye el analista.