MADRID.- Otro caso de corrupción dejó al gobierno de Pedro Sánchez en la cornisa. El presidente español pidió esta tarde “perdón a la ciudadanía” luego de que se hiciera público un informe de la Guardia Civil que detectó escuchas telefónicas que involucran al diputado socialista y secretario de organización del Partido Socialista Obrero de España (PSOE), Santos Cerdán, como parte un esquema de corrupción en el llamado “caso Ábalos”.
Cerdán, un hombre de extrema confianza del presidente español, renunció esta mañana a sus cargos luego de una reunión con Sánchez quien, horas más tarde, convocó a una conferencia de prensa en la sede del PSOE. “Quiero pedirle perdón a toda la ciudadanía”, fueron sus primeras palabras. Su talante era más serio que de costumbre y, por momentos, el presidente español miraba al suelo durante su intervención pública.
“Conocí a Santos Cerdán en 2014 y, desde ese momento, hemos trabajado codo a codo durante 11 años. Hasta esta misma mañana yo estaba convencido de su integridad. Es una enorme decepción personal”, aseguró. El presidente socialista habló de los “indicios” que aparecen reflejados en un informe realizado por la Guardia Civil que expone a Cerdán dialogando con los involucrados del caso Ábalos sobre el presunto pago de sobornos a cambio de entregar contratos de obras públicas.
Las conversaciones que involucran a Cerdán son explícitas: hablan de “gestionar” 620.000 euros en sobornos. La Guardia Civil concluyó en su informe, que ya está en manos de la Audiencia Nacional de Madrid, que el número tres del PSOE “gestionó contraprestaciones económicas” para exfuncionarios que habrían sido pagadas por la empresa Acciona al exministro de Transportes José Luis Ábalos y su asesor, Koldo García. “Si bien, a criterio de Koldo, aún quedarían 450.000 euros pendientes de abono”, dice el documento que publicaron los principales diarios españoles.
Sánchez aseguró durante la conferencia de prensa que no adelantará las elecciones, que están previstas para 2027. Pero la posibilidad de que la oposición convoque a una moción de censura, el mecanismo que tiene el Congreso español para remover al presidente, tomó más forma en las últimas semanas. Al caso Ábalos se le sumó también la irrupción pública de la militante socialista Leyre Díez, que fue grabada ofreciendo presuntos favores judiciales a cambio de información comprometedora sobre jueces, fiscales y agentes de las fuerzas de seguridad vinculados a casos de corrupción.
Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), calificó la situación actual como de “extraordinaria gravedad” y agregó que “un ministro europeo no duraría ni diez minutos en su cargo después de conocer lo que se ha conocido”. Consultado sobre la posibilidad de impulsar una moción de censura, Núñez Feijóo dijo: “No vamos ni a precipitarnos”.
Por su parte Santiago Abascal, diputado de VOX y tercera fuerza en el Congreso, ya adelantó que exigirá al PP una moción de censura y aclaró que “cada día hay un motivo más” para intentar remover a Sánchez. El partido de ultraderecha, además, convocó a una marcha este viernes por la noche hacia la sede del PSOE en Madrid.
Aunque el presidente socialista está acostumbrado a sobreponerse a distintas crisis que afrontó durante su largo gobierno, la sensación de agotamiento se extiende incluso entre sus aliados. El expresidente socialista Felipe González dijo el miércoles que Sánchez debía adelantar las elecciones, aunque ató esa decisión a un requerimiento de Emiliano García-Page, uno de los pocos dirigentes del PSOE que levanta la voz contra Sánchez dentro del partido. Adelantar las elecciones para proteger el capital del PSOE es una posición que se extendió en las últimas semanas dentro de la fuerza política.
Sus aliados de Sumar, un partido de izquierda, habían reclamado públicamente la renuncia de Cerdán apenas se hizo público el informe de la Guardia Civil. También Podemos, con menor representación parlamentaria, fue crítico de los últimos hechos de corrupción que involucran al PSOE.
Sánchez, sin embargo, fue contundente en la conferencia de prensa: “No habrá convocatoria electoral hasta 2027. No va de mí, ni del PSOE. Va de un proyecto político que está haciendo cosas buenas por el país”.
Después de hacer una autocrítica por haber confiado en Cerdán, el presidente español cargó contra el Partido Popular: “Este gobierno está sufriendo asedios por parte de la oposición sobre multitud de cuestiones que nada tienen que ver con la realidad. Cuando encuentra indicios que pueden ser sustantivos de causas judiciales, el PSOE actúa. La realidad es que hay organizaciones políticas que hacen y reaccionan, y hay otras que amparan y ocultan”.
Sánchez hacía referencia al caso de financiamiento irregular del Partido Popular, un escándalo de corrupción que le permitió llegar al gobierno español a través de una moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018. Sánchez conoce los mecanismos y es experto en gestionar crisis, pero, otra vez, está acorralado.
La entrada Pedro Sánchez, acorralado: un nuevo caso de corrupción golpea a su partido y lo deja en la cornisa se publicó primero en DIARIO DIGITAL MORENO MEDIOS.