Sumar dólares. Esa parece ser la prioridad del paquete de anuncios y cambios regulatorios que implementó el equipo económico en las últimas horas. Luego de reiteradas advertencias de economistas de diferentes perspectivas, incluso algunos muy cercanos al Gobierno –de Martín Rapetti a Ricardo Arriazu, de Domingo Cavallo a Carlos Melconian-, se definieron pautas que, si bien ratifican que el Banco Central no intervendrá directamente en el mercado para comprar dólares, apuntan a sumar divisas de corto plazo.
“Hay un consenso de que el país tiene que acumular reservas y está escrito en el acuerdo con el FMI”, plantea Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra, al definir ese paso como el objetivo central de los anuncios, en los que, además de un nuevo repo con bancos, se confirmaron nuevas licitaciones de bonos del Tesoro en pesos que se suscribirán en dólares.
La meta de acumulación establecida para la primera revisión del acuerdo con el FMI estipulaba sumar más de US$4000 millones netos al 13 de junio. Y el Gobierno aceleró los anuncios para avanzar en la dirección que planteaban los economistas y el mercado financiero: pese a la flexibilización del cepo de mediados de abril, el riesgo país siguió por encima de los 650 puntos.
“El menú [para acumular reservas] es amplio como consecuencia del buen funcionamiento del programa. No minimizamos el tema de la acumulación de reservas, pero los fundamentos económicos que tenemos implican que la inflación a la baja y la acumulación de reservas se van a dar”, opinó Caputo hoy por la mañana, que mencionó distintas vías para la adquisición de divisas.
Por su parte, Sigaut Gravina plantea que este mecanismo suma reservas “prestadas” y que no es equivalente a “comprar dólares en el mercado”. “El problema es que comprando todos los meses US$1000 millones, iba a presionar sobre el mercado oficial y el dólar iba a irse de la mitad hacia arriba de banda. Lo que está claro es que están buscando acumular reservas sin ir al MULC para que el dólar se quede lo más quieto posible para que ayude a la desinflación”, dice el economista, quien alerta por la “sostenibilidad” del esquema y el creciente déficit de cuenta corriente.
“Vos podés llegar a las elecciones con calma cambiaria, pero si dependés del ingreso continuo de capitales financieros, es muy riesgoso”, concluye.
Para Gabriel Caamaño, el esquema anunciado también tiene como prioridad el ingreso de divisas, aunque advierte que su implementación también tendrá impacto sobre el mercado cambiario. Plantea que en la última licitación del Bonte, en mayo, se “expandió” en pesos, dado que se renovó solo el 100% de los vencimientos, pero parte de eso implicó ingreso de dólares al Tesoro.
“Se los habían planteado Cavallo y Arriazu: si no sumaban reservas, estaban mandando una señal de insustentabilidad del proceso. Por eso, tuvieron que redefinir el esquema y buscar la manera de hacerlo ‘con carpa’”, explicó el titular de Outlier, quien remarcó que estas medidas buscan “sumarle oferta al mercado de cambios oficial”.
En ese sentido, agrega Caamaño, se inscribe la decisión de eliminar la medida, establecida hace apenas dos meses, que establecía un plazo mínimo de permanencia de seis meses para fondos que ingresaran del exterior. “Antes ese riesgo estaba mitigado por la medida macroprudencial que decidieron flexibilizarla. El riesgo es que ese ingreso de fondos se pueda revertir. En el fondo, están intentando que siga saliendo lo mismo que venían intentando, que no les salía, eligiendo correr más riesgos”, completa el economista.
Sebastián Menescaldi, director asociado en Eco Go, coincide con los motivos detrás del esquema anunciado, pero destaca como “un punto a favor” que ese ingreso de divisas se da mediante la colocación de “deuda en pesos”.
“No es la mejor manera de acumular reservas, porque en definitiva es deuda. No es sustentable a lo largo del tiempo. Mejor sería lograrlo mediante la cuenta corriente o con IED [inversión extranjera directa]”, concluye el analista, quien afirma que la eliminación de la medida macroprudencial fue “por necesidad”.
“Las otras medidas se anunciaron hace dos meses. No pueden decir que estaba todo planeado. La estabilidad no importa y buscan conseguir dólares al costo que sea”, afirma.