Un mes después de anunciar que dejaría de pagar su deuda para priorizar la operación, Celulosa Argentina presentó a sus acreedores un plan de pago. La propuesta respeta el monto adeudado e intereses, a la vez que contempla la extensión de plazos.
La compañía fabricante de papel, controlada por Tapebicuá Investment Company -una sociedad que tiene como principales accionistas a Douglas Albrecht, José Urtubey y Juan Collado-acumuló una deuda por US$128 millones, luego de un extenso período de caída en sus ventas y un aumento en sus pasivos. Frente a ello, dos meses atrás, contrató los servicios de VALO Columbus, un asesor financiero especializado en banca de inversión.
“El objetivo es analizar alternativas estratégicas orientadas a reestructurar su perfil de endeudamiento, mejorar su posición de liquidez y evaluar la potencial incorporación de nuevos socios”, explicaron desde la firma en ese entonces.
La propuesta, comunicada ahora a sus inversores mediante un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Valores, tiene como objetivo adecuar la estructura de capital de la sociedad a las posibilidades de sus negocios, extendiendo el perfil de los vencimientos, a fin de fortalecer su situación financiera y de esa manera garantizar la continuidad de sus operaciones. Para la compañía, esta continuidad es indispensable para abastecer el mercado local, satisfaciendo, en el corto plazo, las necesidades de sus clientes habituales y posibilitando, en un plazo mayor, el cumplimiento de sus obligaciones con proveedores y acreedores financieros.
La reestructuración de pasivos financieros planteada respeta el monto adeudado a los acreedores y contempla la subordinación absoluta del cobro de capital e intereses correspondientes a US$21 millones de créditos en favor del accionista mayoritario, incluyendo los US$7,4 millones inyectados recientemente.
Según el comunicado, la fecha de cierre prevista para la refinanciación es el 31 de julio.
Celulosa Argentina llegó a esta instancia luego de meses con balances en rojo. En su último reporte financiero disponible, publicado en abril y relativo al período de nueve meses finalizado el 28 de febrero, la compañía arrojó una pérdida de $38.769,9 millones, frente a una ganancia de $10.348,6 millones reportada en el mismo período del año anterior.
De acuerdo con el reporte, los resultados fueron consecuencia, principalmente, “de la menor ganancia bruta y mayor pérdida debido a una importante caída de demanda en el mercado interno, el aumentos de costos fijos en dólares, la parada de mantenimiento programada de los meses de noviembre y diciembre de 2024, y por el resultado por exposición a los cambios en el poder adquisitivo de la moneda”.
La sociedad precisó que, en el último trimestre, la caída en sus ventas escaló al orden del 52% interanual. En tanto, en el período de nueve meses, el volumen de las ventas en el mercado interno tuvo una caída interanual del 32% en toneladas; y si bien las exportaciones aumentaron en un 104%, ellas tienen una rentabilidad mucho menor a la que históricamente se obtiene en el mercado interno.