En las últimas dos décadas, el limón fue una de las estrellas del agro argentino. Con Tucumán a la cabeza, el país se consolidó como uno de los principales exportadores mundiales de esta fruta, con el abastecimiento de jugos, aceites, cáscaras y fruta fresca a mercados como Europa, Rusia y en el último tiempo Estados Unidos. Sin embargo, hace unos cinco años, ese boom se frenó en seco. El exceso de oferta a nivel global —por un fuerte crecimiento de la producción en países como Sudáfrica, España y Turquía— hizo caer los precios de los derivados industriales y golpeó con fuerza el negocio. Como consecuencia, en la Argentina comenzaron a abandonarse o reconvertirse miles de hectáreas.
Este año, el sector espera un leve repunte. La menor oferta desde otros países competidores —por razones climáticas o económicas— generó una mejora en los precios internacionales, especialmente en Europa. Si bien la producción local será más baja, se espera una temporada más equilibrada y con márgenes aceptables para los productores.
“Las exportaciones de [producto] fresco están mejor que el año pasado. Se está mandando, se está recuperando el mercado de la Unión Europea y esto tiene una relación directa con la caída de la producción en España y Turquía”, señaló José Carbonell, presidente de Federcitrus.
Según el dirigente, hay mayor demanda y mejores precios para la fruta fresca enviada a Europa. “Rusia y Estados Unidos están con precios menores, pero razonables, y ya hay cerca de 100.000 toneladas entre lo que llegó, lo que está en tránsito y lo que se encuentra en el puerto para embarcar”, detalló.
No obstante, esta mejora ocurre en un contexto de menor producción nacional, con una caída que, según estimó Carbonell, no será inferior al 10 %. El dirigente atribuyó esta baja a dos factores. Por un lado, entre 12.000 y 15.000 hectáreas fueron abandonadas o reemplazadas por otros cultivos, como consecuencia de los bajos precios registrados en los últimos años. Por otra parte, las heladas ocurridas en julio pasado provocaron daños significativos en varias zonas productivas de Tucumán.
“Vamos a tener gran cantidad para exportar. Hay menos fruta certificada y, además, se sigue buscando fruta de calidad por todos lados. Por ahora la estamos encontrando, pero no sabemos hasta cuándo”, detalló Carbonell.
En este escenario la menor disponibilidad también puede ejercer presión sobre los precios de la fruta destinada a la industria, que ya viene con señales de recuperación. “Al haber menos fruta y más exportación va a haber menos disponibilidad para la industria, lo que puede sostener precios y permitir una rentabilidad esperable para el productor no integrado”, agregó.
Según detalló, los precios de los derivados industriales muestran cierta recuperación: el aceite de limón se ubica entre US$12 y US$14 por kilo en el mercado spot, aunque los contratos pactados lograron valores superiores; el jugo concentrado cotiza entre US$1700 y US$1800 la tonelada, con operaciones limitadas por la falta de stock, y la cáscara seca se encuentra entre US$1300 y US$1400 la tonelada.
“En comparación con años anteriores el aceite y el jugo mejoraron. El aceite estaba 20 % más bajo y el jugo llegó a cotizar por debajo de los US$1000 la tonelada”, recordó Carbonell.
Detalló que la mayor demanda internacional y la mejora en los precios podrían impulsar una mayor exportación de fruta fresca. Este año se estima una producción total de unas 1.650.000 toneladas y, si bien históricamente el 70 % se destina a la industria, el 20% a exportación en fresco y el 10 % al mercado interno, ese esquema podría modificarse y el destino de exportación sea el 90 %. “Hay más demanda y mejores precios para la fruta fresca, así que eso puede reducir la molienda”, agregó.
Destacó que se necesita que la Argentina sea más competitiva. “Competimos con salarios más bajos en Sudáfrica, fletes más cortos desde otros países, cargas impositivas menores y subsidios en Europa. La competitividad es el punto flojo de toda la cadena”, reconoció y subrayó que la solución no pasa solo por el tipo de cambio. “Necesitamos una macroeconomía sólida que nos haga más competitivos a nivel global”.
Roberto Sánchez Loria, presidente de la Asociación de Citrus de Tucumán, coincidió con el repunte que podrá tener el sector este año y destacó que el contexto internacional genera mejores oportunidades para la fruta argentina. “Hay una demanda mayor y de mejor valor en este momento en Europa, como consecuencia de una menor oferta de fruta por parte de nuestros competidores”, explicó.
De todos modos, advirtió que la mejora se da tras años difíciles y aún no alcanza para revertir del todo la situación. “Venimos de una etapa muy complicada, con precios industriales muy bajos. Lo que necesitamos ahora es recomponer, paso a paso, una rentabilidad razonable para toda la cadena”, afirmó.
Aclaró que el proceso será lento: “Estamos hablando de un cultivo plurianual, que se instala para 25 años. No es fácil salir ni entrar del negocio. Los tiempos son largos y hay que tener continuidad en las decisiones”.
Respecto a lo ocurrido en los últimos años, Sánchez Loria indicó: “Hubo un salto muy grande en la producción a nivel mundial, y la demanda no logró absorber todo ese volumen. No fue solo en la Argentina. Sudáfrica creció mucho, lo mismo que España. Turquía, en menor medida, pero siempre es un jugador relevante. Eso generó una sobreoferta global y una caída sostenida de los precios”.
El presidente de la Asociación de Citrus de Tucumán consideró que el reordenamiento de la oferta mundial es lo que se necesita para la recuperación del sector. “Estamos buscando una nueva relación entre oferta y demanda que haga sostenible la actividad en el tiempo. Ese proceso está en marcha, pero no va a ser inmediato”.
Coincidió con Carbonell en la necesidad de lograr políticas que mejoren la competitividad argentina. “Tenemos que mejorar nuestra competitividad física: rindes, calidad, eficiencia industrial. Pero también necesitamos una macroeconomía estable, sin inflación, sin tipos de cambio múltiples. Hoy es muy difícil producir con reglas tan distorsionadas”, concluyó.