Por qué el triunfo del candidato nacionalista es un revés para Europa

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PARÍS.– Cabeza a cabeza es poco decir. A pesar de que las primeras encuestas de boca de urna daban la ventaja al alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, apoyado por el gobierno pro-europeo del primer ministro Donald Tusk, finalmente fue el historiador nacionalista Karol Nawrocki quien ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Polonia. Un revés para Europa, para el pluralismo social polaco y para Ucrania.

Según los resultados publicados por la comisión electoral, el candidato nacionalista obtuvo 50,89% de los votos, mientras que Trzaskowski solo alcanzó el 49,11 %.

El resultado fue tan ajustado que, en las primeras estimaciones, durante la noche, ambos candidatos reclamaron la victoria. Esto demuestra que los polacos tuvieron muchas dificultades para decidir en una elección presidencial cuyo resultado tendrá importantes implicaciones para el lugar de su país en Europa, pero también para el derecho al aborto y las personas LGBT+.

Los candidatos centristas y nacionalistas que competían por la presidencia polaca estaban empatados, según mostró una encuesta a la salida del Parlamento el 1 de junio, y cada uno predijo la victoria en una votación con importantes implicaciones para el gobierno pro-UE de PoloniaWOJTEK RADWANSKI – AFP

Rafał Trzaskowski, de 53 años, alcalde pro-UE de Varsovia que había llegado ligeramente primero en la primera vuelta, enfrentaba el domingo al nacionalista Karol Nawrocki, de 42 años, apoyado por el partido Ley y Justicia (PiS) del presidente conservador saliente, Andrzej Duda. Las encuestas predecían una votación particularmente ajustada y no se equivocaron. La tasa de participación superó el 71%, un récord para la segunda vuelta de una elección presidencial en Polonia.

Pero, sobre todo, estos comicios determinarán en parte si Polonia se dirige hacia una vía inspirada por el presidente estadounidense Donald Trump y promovida por la oposición conservadora, o continúa en el camino pro-europeo trazado por el primer ministro y expresidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Este lunes, Tusk anunció que se someterá a una moción de confianza próximamente, sin una fecha concreta, como respuesta al resultado electoral, pero rechazó las dudas sobre una posible dimisión. “Como primer ministro del gobierno polaco, no me detendré ni un momento en mi trabajo y en nuestra lucha común por la Polonia que soñamos”, dijo.

Continuar por el camino de Tusk podría provocar cambios sociales significativos, como la introducción de asociaciones civiles para parejas del mismo sexo y una flexibilización de la legislación sobre el aborto, hoy prácticamente prohibido. El presidente en Polonia, país de 38 millones de habitantes, tiene derecho de veto sobre las leyes y también es el jefe de las fuerzas armadas.

Debido a esas prerrogativas, una victoria de Trzaskowski habría permitido al gobierno de Tusk anular cantidad de reformas judiciales puestas en marcha por el PiS que —según la Unión Europea (UE) y los opositores a las mismas— han debilitado los controles y los equilibrios democráticos en ese país.

Karol Nawrocki, es un admirador de Donald Trump y fiel defensor de que Ucrania no se adhiera a la OTANWojciech Strozyk – AP

La victoria de Karol Nawrocki fortalece sin duda al partido populista Ley y Justicia (PiS), que gobernó Polonia entre 2015 y 2023, y podría provocar nuevas elecciones parlamentarias. Muchos partidarios de Nawrocki quieren más restricciones sobre la inmigración y una mayor soberanía de su país dentro de la Unión Europea.

“Estas elecciones fueron un verdadero choque de civilizaciones” debido a las importantes divergencias políticas entre los candidatos, asegura la politóloga Anna Materska-Sosnowska.

Ley y Justicia (PiS), que con el paso de los años se ha orientado hacia un nacionalismo sin complejos, es la principal formación de extrema derecha polacas, que acumulan cerca del 53% de los votos. Entre los jóvenes, el voto contestatario alcanza el 60%; 40% de los cuales son para la extrema derecha.

Sin embargo, según los especialistas, más que una radicalización, esos resultados reflejan un profundo cansancio del duopolio que ha marcado la vida política polaca durante casi 25 años, entre el PiS de Jaroslaw Kaczynski y la Coalición Cívica del actual primer ministro, Donald Tusk. Nunca la suma de los resultados de estas dos formaciones ha sido tan baja: 60% en la población general, 22,7% entre los jóvenes.

“La bipolarización de la política polaca se está agotando y cada elección ve emerger una ‘tercera fuerza’. La extrema derecha recoge los frutos de la transformación del estatus del PiS, partido antisistema hoy percibido como convencional, ya que ha permanecido ocho años en el poder. La izquierda, por su parte, sigue siendo igual de débil: alrededor del 10%”, analiza Materska-Sosnowska.

El candidato presidencial Karol Nawrocki, un historiador conservador con apoyo del partido derechista Ley y Justicia, se dirige a sus simpatizantes desde su sede de campaña después de la segunda vuelta electoral, el domingo 1 de junio de 2025, en VarsoviaCzarek Sokolowski – AP

Finalmente, y esta es sin duda la mayor paradoja de esta elección, todos los estudios sociológicos indican que la sociedad polaca, en su conjunto, se está liberalizando. En cuestiones como el aborto —el país es uno de los más restrictivos de Europa— o la separación de la Iglesia y el Estado, los polacos son cada vez menos conservadores. La secularización que han experimentado todas las sociedades occidentales – que va de la mano con el espectacular desarrollo económico en Polonia – avanza a grandes pasos. Y, en ese sentido, la victoria de Nawrocki es un auténtico revés.

Como también lo es para Ucrania, país vecino que busca reforzar el apoyo diplomático internacional para sus difíciles negociaciones con Rusia. Nawrocki, admirador de Donald Trump, se opone a la adhesión de Kiev a la OTAN y ha pedido restricciones sobre los beneficios que reciben alrededor de un millón de refugiados ucranianos en Polonia. En las últimas horas de su campaña, el viernes, fue a colocar flores en un monumento dedicado a los polacos asesinados por nacionalistas ucranianos durante la Segunda Guerra Mundial.

“Fue un genocidio contra el pueblo polaco”, declaró.

Los candidatos centristas y nacionalistas en las elecciones presidenciales de Polonia del 1 de junio proclamaron su victoria después de que una encuesta a la salida de los comicios indicara que estaban empatadosWOJTEK RADWANSKI – AFP

Incluso los mercados reaccionaron negativamente este lunes al anuncio de los resultados. El índice de la Bolsa de Varsovia cayó más del 2% poco después de la apertura. El zloty, la moneda nacional, y los bonos del Estado también se vieron bajo presión.

El desarrollo económico de Polonia “depende de reformas estructurales, de la estabilidad institucional y de una relación constructiva con la Unión Europea”, afirmó Jakob Suwalski, de la agencia de calificación Scope Ratings.

La polarización del panorama político y la perspectiva de las elecciones legislativas en 2027 podrían favorecer un aumento del gasto público y “retrasar la consolidación presupuestaria”, según el experto. Polonia ha profundizado mucho su déficit en los últimos años, debido al impacto del gasto social y militar. Este año, se espera que el mismo supere nuevamente el 6% del PBI.