El FMI demora su reunión para ayudar a Milei

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Acumular o no reservas, esa es la cuestión. Desde el mismo día en que se levantó el cepo cambiario y se estableció el esquema de bandas de flotación, el mercado aplaudió los nuevos logros del Gobierno, pero nunca dejó de mirar el nivel de reservas del Banco Central (BCRA). En el Gobierno declararon que ya no era un tema relevante en el nuevo esquema cambiario.

Pese a eso, la realidad es que en el Fondo Monetario Internacional (FMI) están atentos al número tanto como cualquier otro acreedor que quiere tener la certeza de que, eventualmente, ante un shock, la Argentina tendrá los dólares para hacer frente a sus obligaciones. Lejos de la meta de reservas establecido en el acuerdo firmado en abril, sin embargo, el directorio del FMI estaría dispuesto a darle a la Argentina algo más de margen para mostrar que al menos hizo el intento de sumar los dólares.

“El directorio del FMI tenía previsto tratar la revisión del acuerdo con la Argentina a fines de junio, pero decidió postergarlo a julio o incluso más, para darle más tiempo a ver si logran acercarse al número”, confió a la LA NACION una fuente al tanto de las discusiones que por estos días se dan en el board del organismo multilateral de crédito. Así, si bien el FMI piensa mantener el 13 de junio como la fecha pautada para determinar el cumplimiento o no de la meta, el directorio decidió postergar alguna semanas la reunión formal para discutir el caso argentino. El directorio es quien debe ponerle el gancho definitivo a cualquier revisión del acuerdo.

Está casi descontado que la Argentina recibirá del FMI un waiver (perdón) por no cumplir con la meta de reservas, pero al menos en el board del organismo esperan que logre acercarse más al número fijado hace apenas dos meses. En el documento dice claramente que las reservas netas debieran subir de -US$5600 millones a -US$ 500 millones al 13 de junio. Para fin de año, en tanto, se espera que sean positivas en US$4000 millones.

Economía acaba de conseguir US$1000 millones mediante la emisión de un bono en pesos, que se suscribió en dólares entre inversores internacionales. El BCRA, por su parte, está pronto a anunciar un nuevo préstamo con bancos internacionales –repo, en la jerga financiera– por otros US$2000 millones. Pero la Argentina todavía debiera sumar unos US$2000 millones más para cumplir con el FMI. Dada la buena recepción de la emisión de bonos esta semana, en el organismo de crédito incorporaron la idea de que Economía intentaría ampliar la emisión en los próximos días. Sin embargo, fuentes del equipo económico dicen que todavía no está definido si van a ampliar o no la emisión. De ahí la vocación por postergar unas semanas la decisión del directorio.

Imaginamos que habrá una compresión importante en el mercado secundario [una suba de precios de los bonos], lo que podría servir para que el mercado se tiente con otra colocación”, escribió en su informe de este jueves la consultora 1816, una de las más respetadas del mercado. “El antecedente de 2016 fue exactamente así: en octubre de 2016, en apenas 15 días el gobierno de Macri (con Caputo, Bausili y Quirno manejando Finanzas) colocó US$9100 millones de Botes”, ejemplificó.

El caso argentino provoca fuertes divisiones dentro del directorio del FMI. Si bien la Argentina cuenta con el apalancamiento de los Estados Unidos, el actor más relevante al final del día en la política del Fondo, en el directorio existe gran malestar por el acuerdo firmado. Y, pese a que ahora se descuenta que se terminará por concederle un perdón por el no cumplimiento de la meta de reservas, no pocos representantes lo hacen con cierto recelo. También genera malestar el que la BCRA haya intervenido en el mercado de futuros de dólar, tanto en abril como en mayo, algo que no estaba contemplado. Jugar a fondo con Trump, sin embargo, hace que por ahora la estrategia de Javier Milei esté blindada.

También el Gobierno espera ir mostrando que habrá dólares para la economía ya no sólo del campo y de la industrial de petróleo y gas, sino que también irán avanzando las grandes inversiones en minería. Se trata de una industria estratégica geopolíticamente. Así, se espera que en las próximas semanas una empresa norteamericana solicite participar del Regimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) con un desembolso de unos US$7000 millones. Será una de las grandes apuestas del sector. Pero no la única. El gobierno francés manifesta especial interés en la industria, según quedó asentado en la visita que hizo la semana pasada al país Benjamin Gallezot, delegado interministerial para el suministro de minerales y metales estratégicos de Francia. El Estado francés es accionista de la minera Eramet, que tiene su proyecto de explotación de litio en Salta, pero además está activo con financiamiento, vía la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). “Tenemos intenciones de escalar la producción y de hacer nuevas inversiones”, adelantó con respecto a Eramet en diálogo con la nacion. “También nos interesa entrar con financiamiento y como demandante de cobre”, agregó. Francia y la Argentina están trabajando en la firma de un acuerdo de cooperación minero.

Parece haber una carrera en la que nadie quiere quedarse afuera. China también tiene su participación en el negocio minero. Pese a la caída del precio del litio, la china CNGR, que fabrica baterías para Tesla, tiene previsto profundizar su proceso de exploración en Jujuy. En menos de dos años, la empresa adquirió la sociedad Lilac Solutions, con los derechos mineros asociados al proyecto Jama (litio) y el proyecto Solaroz a la australiana Lithium Energy. Astuto, el gobierno de Milei logró hasta ahora sortear la demanda de Estados Unidos de contener la partipación de su archirival geopolítico en esta industria. China, colaboró renegociando el préstamo de US$5000 millones que tiene con el Banco Central, pero está mucho más activa por estos días en su continente, especulando con ocupar los lugares que fue dejando vacantes Estados Unidos, tras la guerra de aranceles iniciada por su presidente Dolnald Trump. El mundo se reconfigura rápidamente.

En Economía descuentan que habrá asimismo ingreso de dólares (o pesos, al menos) con las inminentes privatizaciones. La semana que viene podrían finalmente presentarse los pliegos para la licitación de las centrales hidroeléctricas del Comahue. Además de los jugadores que hoy operan las represas, hay varios empresarios nacionales sondeando el negocio: Rubén Cherñajovsky y el clan Neuss estarían entre los interesados. El Gobierno también anunció hace semanas que privatizará su participación en la transportadora de electricidadTransener. Otra operación que estaría al salir. Y antes de fin de año volvería a hacerse el intento de licitar la Hidrovía.

Es, en definitiva, un buen momento para el Gobierno. La buena elección de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires y el reciente acercamiento con el Pro para competir de la mano en la provincia de Buenos Aires hace pensar que, si no hay cisnes negros ya sea provocados por algun cimbronazo internacional o por alguna mala praxis local, el Gobierno parecería tener allanado el camino hasta octubre. El frente libertario está hoy en una posición de fortaleza. Es un hecho que la mayoría de las figuras del Pro tiene previsto colaborar, y quién sabe, hasta podrían más tarde ir más allá. Entre los armadores de LLA, sin embargo, algunos coquetean con una estocada final para los Macri –el encono con el jefe del gobierno porteño es total–, y no descartan tener lista propia en Vicente López, el distrito que gobierna Soledad Martínez, una de las dirigentes más cercanas al expresidente.

Otros aliados del Pro, como la familia Passaglia, que hace más de una década se alterna en la gestión de San Nicolás, anunciarían en las próximas horas un frente propio provincial, ya sin el macrismo ni el kirchnerismo e independiente de La Libertad Avanza. ¿A río revuelto, ganancia de pescadores? Quién sabe.

En el sistema financiero se está viviendo un cisma casi tan fuerte como el que por estos días viven las dos alianzas políticas tradicionales. La decisión de Mercado de Pago de confirmar su intención de convertirse en banco puso a los grandes jugadores en alerta. En unos pocos años, Mercado Pago ya gestiona, en términos de depósitos, casi tanto dinero como bancos como el Ciudad, el Credicoop, el Industrial o el Patagonia, según los rankings que publica el Banco Central. Se lleva el 85% de los fondos invertidos en fintechs en la Argentina y tiene 18 millones de usuarios. Un gigante que se mueve rápido, probablemente, más rápido de lo que el sistema tradicional puede adaptarse.

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