La papelera Celulosa informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que no podrá afrontar el pago de las obligaciones negociables que vencen este mes ni los cheques de pago diferido. Ahora, entraría en un período de gracia de 30 días, en el cual deberá negociar con los acreedores las nuevas condiciones. Por su parte, la CNV armará un expediente para ver si la operatoria fue normal y si se cumplieron los plazos.
Celulosa es un ícono del mercado argentino de capitales. Se dedica a la fabricación de distintos productos de papel, principalmente.
Según el hecho relevante, la empresa contrató los servicios de VALO Columbus para analizar alternativas estratégicas orientadas a reestructurar el perfil de endeudamiento y mejorar la posición de liquidez. Esa firma continuará trabajando en comunicación con los acreedores.
Además, la comunicación firmada por el apoderado Gonzalo Coda señala que todos los recursos disponibles “se utilizarán estratégicamente para asegurar la operación y la continuidad laboral, priorizando el normal abastecimiento a los clientes”.
Entre los factores que deterioraron la capacidad de generación de caja, la empresa menciona una caída en las ventas de más del 30% en el mercado doméstico, con una recuperación aún frágil; un incremento sustancial de los costos fijos medidos en dólares, “producto de una apreciación significativa del tipo de cambio, que también reduce el margen en la exportación”; y un costo del capital en dólares que oscila entre el 35% y el 45%, “contracara del carry trade”, que financió la extensión de los plazos de pago, generando un incremento relevante en el capital de trabajo.
Además, se destaca el “incremento en la percepción de riesgo sistémico en el mercado financiero”, originado por eventos como el concurso preventivo de Los Grobo y el default de Red Surcos, así como la incertidumbre con respecto a los tiempos y el contenido del acuerdo de facilidades con el Fondo Monetario Internacional, dadas sus posibles implicancias en la política cambiaria y monetaria. “Como resultado, la mayoría de los acreedores de corto plazo aceleraron el reclamo de cancelación de sus posiciones, lo que generó una presión adicional sobre la caja y la estructura financiera de la compañía”, agregan.
Por último, el hecho relevante informó que el accionista principal hizo inyecciones de capital por US$7,44 millones.
Hace tres días, el apoderado de la compañía había comunicado que Douglas Albrecht, José Urtubey y Juan Collado redujeron su participación directa e indirecta en la sociedad —a través de Tapebicua Investment Company S.L.— al 45,79% del capital, tras vender acciones en el mercado para inyectar fondos a la empresa.