Advierten que la Argentina es uno de los países donde más cayó la libertad de prensa

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La Argentina sufrió uno de los mayores retrocesos en libertad de prensa, según el último informe anual de Reporteros sin Fronteras (RSF), al caer 21 posiciones y pasar del lugar 66 al 87, sobre 180 países analizados.

“Los retrocesos más significativos en la región también se explican por los giros autoritarios. En Argentina, el presidente Javier Milei ha estigmatizado a los periodistas, desmantelado los medios públicos y utilizado la publicidad estatal como arma política”, dice la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025.

Los países que sufrieron mayores retrocesos fueron Argentina, con una caída de 21 lugares, Samoa (22) y Kirguistán (24).

En la región de las Américas, por delante de la Argentina se ubican con mayor libertad de prensa países como Trinidad y Tobago (19), Canadá (21), Jamaica (26), Costa Rica (36), República Dominicana (43), Panamá (53), Estados Unidos (57), Uruguay (59), Brasil (63), Chile (69) y Paraguay (84), entre otros.

La Argentina es de los países donde “el cierre de medios es constante, por la persistencia de dificultades económicas”, como sucede en casi un tercio de los países del mundo.

Pero la Argentina es de los pocos países a nivel mundial que sufrió un retroceso tan significativo en la libertad de prensa por segundo año consecutivo. “El país se ha desplomado 47 posiciones en dos años”, alertó Reporteros Sin Fronteras.

Es que la caída del último año profundiza una tendencia que arrancó con la llegada de Milei a la Presidencia, al pasar del lugar 40 al 87 en libertad de prensa a nivel global en solo dos años.

El informe anterior de RSF advertía que “la llegada al poder de Javier Milei, abiertamente hostil con la prensa, marca un nuevo y preocupante punto de inflexión para la garantía del derecho a la información en el país”.

En la misma sintonía, el lunes pasado el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) alertó por 179 agresiones contra la prensa en 2024, un 53% de crecimiento en relación con el año anterior. La segunda peor marca desde que se realiza el relevamiento, solo superada en 2013, durante el gobierno de Cristina Kirchner.

“Sólo el Presidente concentra 56 episodios en el último año y 11 más algunos de sus funcionarios”, advirtió Fernando Stanich, que analizó los datos de la Comisión de Monitoreo de Libertad de Expresión de FOPEA.

El informe anual de FOPEA destacó que el “discurso estigmatizante” y las “restricciones al acceso a la información pública” fueron los dos ítems que más crecieron, al pasar de 23 a 76 casos y de 14 a 21 eventos, respectivamente.

Ricardo Gil Lavedra, presidente del Colegio Público de la Abogacía, aseguró que los “insultos, epítetos humillantes y agravios” de Milei, “exceden la protección constitucional a la expresión y al ser efectuadas desde el cargo más alto de la República, constituyen una censura por medios indirectos que restringen el libre flujo de ideas, aspecto central en una democracia”.

La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025 muestra un deterioro general, a nivel global, donde la puntuación media cayó por debajo de los 55 puntos, “el límite marcado para calificar la situación de la libertad de prensa como ‘difícil'”.

El informe de Reporteros sin Fronteras sostiene que el debilitamiento económico de los medios constituye una de las principales amenazas para la libertad de prensa.

“Aunque las agresiones físicas contra los periodistas son el aspecto más visible de las vulneraciones a la libertad de prensa, las presiones económicas, más insidiosas, también representan un obstáculo de primer orden. El indicador económico de la Clasificación Mundial sigue cayendo en 2025 y alcanza un nivel crítico sin precedentes. Como consecuencia, y por primera vez en la historia del ranking, la situación de la libertad de prensa se vuelve ‘difícil’ a escala mundial”, plantea RSF.

Esa crítica situación económica se ve potenciada por los Estados Unidos, “líder de la depresión económica” de los medios de comunicación, según Reporteros sin Fronteras.

Y agrega: “Esta coyuntura debilita aún más una economía de los medios ya de por sí maltrecha por el dominio de los llamados GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) en la distribución de la información. Sus plataformas, mayoritariamente no reguladas, acaparan una parte cada vez mayor de los ingresos publicitarios que normalmente debería sustentar al periodismo”.

“No contentas con debilitar el modelo económico de los medios, las plataformas también contribuyen a la proliferación de contenidos manipulados o engañosos, intensificando los fenómenos de desinformación”, sostiene el informe anual de Reporteros sin Fronteras.