Los escándalos de Marcelo Moretti al frente de San Lorenzo: un año y medio de caos, conflictos y una cámara oculta que lo dejó en jaque

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El futuro de Marcelo Moretti como presidente de San Lorenzo quedó ciertamente en duda luego de que saliera a la luz un video en el que aparece recibiendo una presunta coima en dólares a cambio de fichar a un juvenil a las Inferiores del club. Y no sería el único, sino que habría más material audiovisual que lo compromete.

«Hay gente que me quiere hacer una cama política», fue la débil defensa de Moretti en una breve salida vía telefónica con TyC Sports, cuando se estaban por cumplir 24 horas de la salida de la cámara oculta y el silencio institucional de San Lorenzo hacía demasiado ruido.

«Acá hay un daño contra Moretti presidente, porque San Lorenzo está tercero en la tabla de posiciones, va a construir su estadio en Boedo, y eso a muchísimas personas los pone muy nerviosos. Acá el golpe es contra Moretti. Están tratando de manchar mi imagen, mi nombre», dijo, señalando tácitamente a los opositores o, dicho de otro modo, al sector que integran o integraron Matías Lammens y Marcelo Tinelli.

Esta escandalosa situación ya se llevó puesto a Francisco Carlos Sánchez Gamino, quien aparece sentado junto a Moretti, echado de su cargo de director de Estudios para el Desarrollo Nacional dependiente de la Jefatura de Gabinete. Y en próximo en caer podría ser el propio presidente. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tomó nota y el Tribunal de Ética, presidido por Diego Gustavo Barroetaveña, abrió un expediente de oficio e investigará lo sucedido. Las penas según el reglamento, si se encuentra y se comprueba lo del video, van desde la aplicación de multas económicas hasta la prohibición de ejercer actividades relacionadas con el fútbol durante un período máximo de dos años.

De todos modos, esto es apenas un capítulo más en el tormentoso año y medio de mandato de Moretti como presidente de San Lorenzo. El más grave, seguramente, pero el último de una secuencia de conflictos y desprolijidades que hoy lo tienen en la mira del fútbol argentino.

«Tardé 15 años en llegar a estar donde estoy, no me voy a ir ahora», dijo a fines del año pasado con la Asamblea en la que se iba a tratar el Balance suspendida por incidentes y con cientos de hinchas enardecidos después de otra derrota del equipo de Miguel Angel Russo.

Sabía este abogado y empresario de 49 años que alcanzar el sueño de conducir al club de sus amores no sería cuestión de un día para el otro, pero lo que jamás pensó es que una vez en el sillón azulgrana las cosas le resultarían tan complejas. El empuje y la ilusión que le dio el respaldo de los votos en las urnas se fue apagando con el correr de los meses y algunas decisiones fuertes que empezaron a causar rispideces internas y fastidio externo.

Video

Escándalo en San Lorenzo: el presidente Moretti recibió 25.000 dólares para fichar a un juvenil

Ya en su primer discurso como presidente, Moretti apuntó duro contra la gestión saliente de Horacio Arreceygor, que fue el epílogo de la era encabezada por Matías Lammens y Marcelo Tinelli iniciada en 2012. El nuevo pope cuervo enfatizó en la compleja situación económica y financiera que debía afrontar para ordenar a la institución. De hecho, efectivamente tuvo que levantar en los dos primeros mercados de pases inhibiciones por viejas deudas por más de 5 millones de dólares.

Sin embargo, paralelamente, Moretti y su Comisión Directiva fueron gestionando el fútbol y la institución con muchos vaivenes que atentaron en contra de una estabilidad cotidiana. El día a día se vio alterado continuamente, por una u otra cosa. Cuando empezaba a quedar atrás el pase de facturas con la dirigencia anterior, estalló el primer conflicto con un ídolo: Ruben Darío Insua.

Después de haberle renovado el contrato por un lapso de dos años, Moretti tomó la determinación de echar al Gallego por falta de buenos resultados a los tres meses. El 11 de abril se anunció su punto final en el cargo. La relación entre DT y presidente nunca fue del todo fluida y en varias oportunidades Insua había expresado públicamente que recibía operaciones desde adentro del club en su contra. Todo decantó en un final abrupto.

Marcelo Moretti y Ruben Darío Insua no terminaron en buenos términos. Foto: San Lorenzo

Sin un entrenador de experiencia y con la espalda suficiente a la vista, Moretti y Néstor Ortigoza, en ese entonces a cargo del fútbol del club, eligieron a Leandro Romagnoli para que saltara desde la Reserva y se hiciera cargo de la Primera. Pipi consiguió meterse en los octavos de final de la Copa Libertadores, aunque fue eliminado por Atlético Mineiro en esa instancia. El equipo nunca logró encontrar una idea clara de juego. Romagnoli quedó atrapado entre los malos resultados y el clima espeso que se respiraba puertas adentro por las internas dirigenciales por las que se quejó más de una vez. Terminó renunciando el 14 de octubre.

A esa altura, ya habían ocurrido un par de episodios que movieron toda la estantería de la entidad de Boedo. Uno fue la guerra entre Moretti y Ortigoza, otro ídolo erosionado de la gestión. Las diferencias en la conducción del fútbol fueron cada vez más profundas hasta tornarse insalvables. En el último tiempo ya no había comunicación entre ellos. Orti fue removido del manejo del fútbol por Moretti luego de explosivas declaraciones públicas.

En su lugar puso al vocal Julio Lopardo, del riñón del expresidente Fernando Miele, pero duró menos de dos meses también por diferencias de criterio con el presidente, sobre todo por el tono crítico de Lopardo hacia la AFA. Ángel Bernuncio quedó como encargado del Departamento de Fútbol hasta que se confirmó al vicepresidente Néstor Navarro, luego acompañado por Carlos «La Roca» Sánchez como manager, como la nueva cabeza de esta área, al mismo tiempo que se haría cargo de una reestructuración económica y financiera.

El otro punto álgido del año de Moretti fue el caso del comprobante trucho denunciado por Daniel Vila, presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza, en la operación por la compra de Matías Reali. El empresario de los medios trató de «bobo» a su par azulgrana luego de que desde Boedo le enviaran un comprobante de transferencia fraguado cuando en realidad nunca se había mandado el dinero acordado. El escándalo fue tal que debió intervenir AFA y Agremiados para resolver la situación. San Lorenzo tuvo que pagar 1,8 millones de dólares al contado y en una cuota, además de pedirle disculpas a Vila y al club mendocino.

El comprobante de transferencia trucho que San Lorenzo le envió a Independiente Rivadavia de Mendoza por la compra de Matías RealiEl comprobante de transferencia trucho que San Lorenzo le envió a Independiente Rivadavia de Mendoza por la compra de Matías Reali

Los mercados de pases también fueron motivo de polémica por las llegadas de futbolistas de avanzada edad para «reforzar» a la Reserva. El caso que más ruido hizo fue el de Maximiliano Zelaya, un central de 26 años. Más allá de contar con aciertos como los de Jhohan Romaña, Eric Remedi, Alexis Cuello e Iker Muniain, arribaron jugadores para el plantel profesional que duraron poco y nada como Cristian Tarragona, Cristian Ferreira, Nicolás Hernández y Facundo Bruera (este último llegó y se fue en la misma ventana).

La abultada deuda con el plantel, a su vez, desembocó en un importante malestar en el vestuario. Francisco Fydrizsewki, incorporado por Moretti pese a la disputa que el delantero mantenía con Barcelona de Ecuador, decidió irse luego de un acuerdo en Agremiados ya que no había cobrado su salario. Antes, había quedado en el foco de las críticas al picar y fallar un penal contra Godoy Cruz.

El resto de los futbolistas cobraron con varios días de retraso tras darle un ultimátum al presidente luego de varias promesas de pago incumplidas. En paralelo, se conoció la venta del 50 por ciento de los juveniles Agustín Hausch y Santiago Sosa a Defensa y Justicia por un total de 1,7 millones de dólares…

Néstor Ortigoza y Marcelo Moretti, tampoco terminaron en buenos términos.Néstor Ortigoza y Marcelo Moretti, tampoco terminaron en buenos términos.

En cada partido de local, el enojo popular crecía. El Nuevo Gasómetro fue un cabildo abierto con insultos y silbidos para todos, Moretti incluido. Hubo renuncias a lo largo de los meses en la estructura dirigencia, como la del secretario general Pablo García Lago, quien acusó que incluyeron su firma digital sin su consentimiento para sellar el contrato de Andrés Vombergar (de los más abultados del equipo), y la del encargado de márketing, Luis Britos.

Miguel Russo mucho no pudo hacer y San Lorenzo finalizó la temporada pasada en el puesto 24 de 28 equipos, tanto en la tabla anual como en la del campeonato de la Liga Profesional, lejísimos de entrar a una Copa internacional.

Marcelo Moretti junto a su vice Néstor Navarro. Foto: San LorenzoMarcelo Moretti junto a su vice Néstor Navarro. Foto: San Lorenzo

De la mano de Navarro, en 2025 Moretti encaraba su segundo año de mandato con la misión de enderezar una gestión que se inclinaría, según avisaron, hacia el lado de la austeridad para equilibrar las cuentas e intentar restablecer la paz en un club bajo continuo fuego cruzado. El Ciclón quedó lejos en la pelea por meterse a alguna copa internacional, situación que le hubiera permitido recibir ingresos en dólares, muy valiosos en tiempos de vacas flacas.

Russo recurrió a lo que pudó para dar pelea en el plano local, sumar y tratar de meterse en el top 8 que garantiza un lugar en las llaves de octavos de final. El trabajo del ex entrenador de Boca, Racing y tantos clubes fue un milagro digno del Papa Francisco. Con un fútbol amarrete pero sólido, el Ciclón se clasificó a los playoffs antes que el River de Marcelo Gallardo, el cuco de la Zona B, y llegará a la anteúltima fecha en la tercera ubicación, detrás de Independiente y Rosario Central.

Quién sabe lo que sería este delicadísimo momento institucional de San Lorenzo si no fuera por el esfuerzo del equipo de Russo en el Torneo Apertura. El Ciclón espera saber contra quién se cruzará en la fase de eliminación, que comienza en un par de semanas. ¿La jugará con Moretti como presidente?